Enzo
Los entrenamientos son cada ve más duros, casi que dejamos el alma en la cancha o haciendo los circuitos del entrenador.
Miro de reojo a los chicos y están que mueren, menos mal que no estamos en verano porque eso sí será tortura.
— Descansen, cerdos sudorosos! — grita él entrenador, tan amable como siempre.
Todos nos detenemos, algunos se tiran al suelo cansados y otros se dirigen a las duchas.
Mientras intento calmar mi respiración veo como Oliv termina de correr, su pecho subiendo y bajando, gotas de sudor por su frente haciéndola brillante, su cara hace días está seria con ojeras.
Cuando veo que se aparta para sacarse el sudor con una toalla, me acerco a ella.
— Cómo puedes lucir tan bien estando toda sudada? — cuestiono a sus espaldas.
Ella se da la vuelta, y me da un intento de sonrisa. Frunzo el entrecejo al notar eso.
— Te interesa verme sudada pero haciendo otra actividad? —rebate con picardía.
Se acerca hasta sentir nuestros pechos tocarse. Bajo un momento la vista y la vuelvo a subir para verla a los ojos.
Me mantengo firme e intento no tocarla.
— Te gusta provocarme o solo vives caliente como un horno?
Ella ladea la cabeza y me mira con inocencia.
— Ambas, señorito Smith. — responde. Niego con una sonrisa.— Quieres bajarme la temperatura en las duchas?
Levanta la mano para deslizarla por mi brazo, mandando escalofríos a todo el cuerpo. Suspiros de placer y algo de nervios salen cuándo su mano se traslada a mi abdomen cubierto por la camiseta, hace leves circulos.
— Olivia, estamos en público. — mascullo.
Ella me mira fijamente, detiene sus caricias, se aparta dos pasos de mí y casi protesto.
— Cierto, no te gusta que te vean conmigo. — dice con una sonrisa. Iba a hablar pero me interrumpe. — Sabes, buscaré a alguien que sí le guste que nos demos como cajón que no cierra, sin importar los demás.
Dejándome descolocado, pasa por mi lado, me giro y la veo acercarse a los chicos que no dudan en sonreírles contentos. Salgo de mi trance cuando los escucho reír.
A la mierda.
Camino hasta Olivia, los chicos me ven sorprendidos pero no me inmutó. Me coloco enfrente de ella, que se ríe y la hago retroceder poniendo una mano en su cintura.
— Qué haces? Estoy organizando una orgía, interrumpes. — me dice y bufó.— Quedamos para el viernes, chicos? — les pregunta y alza la voz, ladea la cabeza para verlos.
Escucho sus risas.
— Ni orgía, ni nada. — mascullo. Ella vuelve a reír.
— Soy libre como un pajarito. — se mofa. Me acerco a su rostro.
— Y mis brazos ahora son tu jaula. — le respondo sobre sus labios.
Sus ojos marrones me miran juguetona y con algo que no sé descifrar.
— No era que no querías que te vean conmigo en público? — replica sin dejar de verme a los ojos y yo no puedo apartar los míos de sus labios.
Siento como toda risa y barullo descendió.
— No dije eso, no me dejabas aclararlo. — explico.
Alza una ceja.
— Estás diciendo que no te dejo hablar?
ESTÁS LEYENDO
Polos opuestos
Teen Fiction[ Romance ] +18 Los polos opuestos se atraen, sí, pero ¿Durarán lo suficiente para llegar a amarse? Es posible saciar tu curiosidad y listo? Para Olivia French solo aumentará. Enzo es un chico como cualquier otro que tiene a la chica más codiciada d...