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- Entonces, ¿Qué tipo de criaturas hay aquí? - Le pregunté a Hoyeon, acostada en la litera de abajo

- Demonios, ángeles, vampiros, hadas, ángeles caídos... - Comenzó a enumerar - Además, entre los superiores, hay centauros y elfos.

Me quedé callada durante un rato.

- ¿Estás segura de que estoy a salvo aquí?

Se escuchó un suspiro - Hay muchos a quienes no les interesas, pero esto es un lugar para delincuentes, al fin y al cabo. Siempre va a haber alguien que intente hacerte daño.

- Sí, lo suponía...

- Mientras vayas conmigo, no te pasará nada. Puedes fingir que no eres humana y ocultar tu identidad. Los profesores no la revelarán, de todos modos. - Me aconsejó

- Será lo mejor. Oye, si no puedes comer comida normal, ¿Qué se supone que comes? ¿Te dejan atacar a los demás? - Cuestioné

Negó - No sé cómo la consiguen ni de quién, pero nos sirven sangre de distintas formas en la cafetería. - Contó

Aquello me provocó un escalofrío. Se suponía que estaba segura en ese lugar, y que el único peligro que tenía eran las Imeras, pero no pude evitar pensar en que en algún momento sería atacada. No podría ocultar mi identidad durante mucho tiempo, es más, se darían cuenta en un par de días cuando vieran que no utilizaría ningún poder.

- Vayamos fuera. - Me propuso

- Pero hace sol, se supone que los vampiros no pueden estar bajo la luz del sol, o eso he leído en libros, ¿Me equivoco?

- No te equivocas, pero por algo tengo mi colección de parasoles. - Señaló en la esquina de la habitación, había un paragüero donde, efectivamente, había unos diez parasoles de distintos colores y bastante amplios

- Bueno, vamos. - me encogí de hombros, no teníamos nada que hacer hasta la hora de la cena

Me levanté junto a ella, agarró uno de los parasoles de color blanco y salimos del cuarto. Cerró con llave y abrió el parasol para que no le diera el sol al salir.

Mientras paseábamos por las distintas pistas de deportes y pasillos de los exteriores, observaba de forma más tranquila el lugar. Había muchas edificaciones con forma de castillos, se notaba que aquel lugar llevaba muchos años activo.

El sol se iba poniendo, supuse que pronto todos los vampiros que había con parasoles sobre su cabeza, podrían deshacerse de ellos. Pasamos por la puerta principal de nuevo, que llevaba hacia dentro del edificio del que habíamos salido, había múltiples estudiantes cerca del lugar.
Vi, a lo lejos, a los dos vampiros de los que Hoyeon me habló.

- Mira, esos son Sunghoon y Jungwon. - Los señaló - Vamos.

La miré extrañada, pero me agarró de la mano y me llevó hasta ellos junto a ella.

- ¡Hola! - Exclamó una vez con ellos

- Hola. - Jungwon le correspondió el saludo amablemente, con una pequeña sonrisa

En cambio, Sunghoon solo levantó un poco su mano y me miró de reojo, pensé: ¿Y a este qué le pasa?

- Ella es Minyeo. - Me señaló

𝐅𝐈𝐑𝐄 𝐈𝐍 𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐈𝐑 | Park Sunghoon ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora