52: El nuevo equipo.

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— Así que al final aceptaste. Awww el buen Berni hizo su buena acción semanal. Estoy tan orgulloso — Dijo Santino mientras me daba unas palmaditas en mi cabello. — Buen Berni, es un buen chico.

— Aléjate de mí antes de que te parta la madre. — Gruñí a lo que el italiano se alejó asustado de mi al ver mi rostro. Él y yo estábamos en una junta en la cafetería, era temprano y nosotros los 4 únicos empleados estábamos ahí discutiendo acerca de un cambio en el menú y tambien la creación de una nueva bebida de temporada.

— Así que veremos a Judas bastante seguido. Me agrada. — Alondra estaba contenta y hasta una sonrisa puso, algo que no se ve seguido durante el día.

— Vaya, es la primera vez que veo que no quieres golpear a alguien que acabas de conocer. — Comentó Sebastián quien al contrario de la chef siempre tenía una sonrisa. — Por cierto, voy a tener que retirarme antes, tengo que cubrir a un compañero hoy en la noche. Ya saben, parte del castigo.

— No hay problema. Bernardo y yo podemos hacernos cargo de los clientes de la tarde ¿No es así? — Santino de nuevo volteo a verme, como ya estaba un poco más tranquilo solo me sonrió, aunque aun tomando su distancia.

— Es difícil cuando no estas, pero siempre salimos bien librado. — Contesté.

Éramos un equipo pequeño, pero bien organizado, tuve que enseñarles a como se trabajaba en la anterior cafetería, había aprendido de los que estuvieron antes de mí, incluso Julián Arizmendi me dio un curso para mantener la administración y cuentas claras ante el fisco, aunque el buen jefe Dagoberto también tenía a su contador de confianza. La gente se había acostumbrado al cambio, había viejos clientes que seguían yendo mientras otros eran nuevas personas que les encantaban el lugar. Todo iba de maravilla con la nueva cafetería, pero si hacía falta mínimo otro trabajador más para que pudiéramos trabajar óptimos.

Yo era el lider, Santino el extranjero "gracioso", Sebastián la voz de la razón y Alondra nuestra guardaespaldas. A pesar de que en un principio todos nos llevábamos mal, pudimos superar todo eso y convertirnos en un buen equipo. Fue entonces que después de platicar acerca de los temas que nos competían fue que abrimos la cafetería y listos para un nuevo día.

— Por cierto ¿Alguna idea de tu nuevo trabajo como modelo? — El doctor me preguntó mientras estábamos acomodando algunos panes en los mostradores.

— No, solo dijo que iba a venir a mostrarme imágenes a explicarme acerca de su idea, todo eso.

— Tengo curiosidad. Eres apuesto, pero nunca te he visto en una fotografía, siempre pareces evitarlas. — Si, Sebastián tenía razón comúnmente evitaba las fotografías porque así fui entrenado, no debía de dejar que se me fotografiara debido a mi identidad, con la familia Noriega era más un asesino de sombras, alguien que tenía la misión de matar sin dejar huella alguna.

En ese momento las imágenes aparecieron en mi mente, una persona tambaleante quitándome lo que parecían ser correas, el cuerpo de una mujer tirada a lo lejos.

"— Tienes que huir ahora... Huye..." El dolor de mi cabeza comenzó de nuevo a llegar, a lo que hice un pequeño quejido que alertó un poco al médico.

— Hey ¿Te encuentras bien? — Me preguntó.

— Si, solo que me dio un dolor de cabeza de repente... No te preocupes, con un café se me pasará. — Respondí lo que dejó preocupado al doctor.

— No es la primera vez que te pasa, veré si puedo sacar una cita con algún compañero del hospital para que te hagan algunos estudios.

— No, hace falta. En verdad estoy bien. — De un tiempo para acá me pasaba lo mismo algunas veces, imágenes borrosas pasaban por mi mente y simplemente no podía recordar mucho de ese momento, solo sé que había un chico que estaba conmigo y que me decía que huyera. Tal vez todo eso estaba relacionado a mi pasado olvidado, si eso iba a continuar no quería ir a que me medicaran, tenía ese deseo de conocer lo que fui, antes de ser Azrael. Debía de mantenerme con cierto control para poder tener una imagen más nítida y tal vez algún recuerdo pasado, porque sé que están ahí, los recuerdos no se pueden destruir ¿O sí? Había algo dentro de mí que me decía que no debía rendirme con buscar mi pasado, pero hasta el momento esas imágenes borrosas eran mi primer indicio.

La luz de mis ojos (Historia LGBT) (~2Temp ~)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora