— ¿Estás son...? — Preguntó Leo asombrado de lo que tenía en sus manos. — No mames. —
— ¿Qué son? ¿Qué son? — Preguntaba curioso y emocionado Daniel girando su cabeza a ambos lados con prisa. — Cuenta Leonardo. —
— Son boletos para mi próxima pelea, les pedí a los promotores que me dieran unos en cuantos salieran. Traje de más por si quieren llevar acompañante son en primera fila. — Todos en la cafetería se asombraron de hubiera llevado boletos de mi pelea de boxeo, cosa que nunca hago, pero era una ocasión especial.
— ¿Incluso para mí? — Omar, el chef se quedó asombrado de tener un boleto.
— Claro que hay para ti. Eres parte de la cafetería, si necesitas otro solo dime para conseguírtelo antes de que se vayan a venta al público. — Comenté dándole una palmada al chef.
— Gracias, pero creo que solo iré yo esta vez. Aun no tengo amigos a quienes invitar. — El chef no parecía triste de decir eso.
— ¿No eres de aquí Omar? — Preguntó de repente Daniel un poco asombrado.
— Es cierto, Omar llegó de San Luis Potosí un mes antes de que conociéramos Dani. — Contestó Julián con una sonrisa. — Llegó en el momento adecuado justo cuando Alex fue cambiado a la otra cafetería.
— Ya veo, por cierto. No sé si sea buena idea que yo vaya... Ya saben. — Paso su mano varias veces enfrente de él mientras reía. — Además habrá mucho ruido y de seguro muchos olores. No creo que este listo para percibir tanto. —
— No te preocupes, Leo estará contigo en todo momento. — Comenté con una sonrisa. — Por cierto, Leo necesito hablar algo contigo... — Fue lo que dije, pero mi mirada se levantó a todos los demás. — A solas. — Enfaticé haciendo que todos se fueran de la oficina entre quejas y burlas, una vez solos comencé a hablar.
— Ya ha pasado tiempo desde que vives conmigo y con Leo. — Tomé sus manos suavemente.
— Si, así es ¿Por qué? — Preguntó extrañado.
— Daniel, recuerda que solo era temporal. Solo ibas a vivir con nosotros unas semanas mientras todo se calmaba, tus me han hablado y entre platicas creo que ya es momento de que regreses a tu casa. —
— ¡¿Qué?! — Su forma de reaccionar no me sorprendía en parte, pero a la vez si. Era obvio que todo era temporal, tampoco quería que se fuera, pero los padres de Daniel estaban insistiendo de que ya había sido mucho tiempo y tampoco podía negarle a su hijo.
Fue difícil explicar toda la situación que había con sus padres, Daniel al final pudo entender lo que pesaba, días después un Daniel triste se iba de mi casa para volver con sus padres. Faltaban 3 semanas para la pelea, así que debía de estar preparándome. No tenía planes de volverme profesional, pero el dinero lo necesitaba y sobre todo impresionar a Daniel que, aunque hubiera regresado a su casa, seguíamos con la rutina que habíamos hecho. La de yo ir por él a su hora de salida y llevarlo a Luna café.
— Mis padres están muy sorprendidos por lo que puedo hacer. Ni siquiera se creían que puedo hacer un huevo frito a la perfección. Necesité su ayuda para alcanzar las cosas, pero pude cocinarlo yo solo. — Comentó con alegría Dani.
— ¡Genial Dani boy! ¡Choca eso cincos! — Levantó sus manos Leo al igual que Dani, aunque las manos del chico estaban apuntando a otro lado.
— Leo. ¿Para donde las choco? — Preguntó.
— Ups, lo siento. — Con una risa nerviosa mi amigo ayudó a Daniel y fue que ambos chocaron sus manos en el aire. — Yei. —
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La luz de mis ojos (Historia LGBT) (~2Temp ~)
Romance2da. Temporada Próximamente Bernardo Noriega es un hombre que desconoce sus propios sentimientos de manera literal, no sabe mucho acerca de estos ya que desde que tiene memoria solo recuerda sufrimiento, dolor, sangre y muerte, siempre manteniéndose...