La degradación del corazón (borrador)

Cap. 7

Enemigo en mira ¿a cuál de todos nos referimos?

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La pregunta que giraba en mi mente era: ¿Quién es Bricett Assad? Y ¿por qué todo mundo estaba como si se hubiese manifestado el anticristo?

El coronel parecía bomba a punto de estallar por la mención de ese nombre, jaló su chaqueta y abrió la puerta de golpe, enseñando a la rubia y al pelirrojo, esperando en la puerta con una inquietud desbordante rondando por sus rostros.

El castaño salió disparado seguido del pelirrojo, la rubia que se quedó a mantenerme la mirada desafiante hablo:

-No te consideres especial, tiene la costumbre de besarse en esta oficina con todas, para después desecharlas -hablo cruzando sus brazos.

-Y tú eres parte del montón ¿verdad? -Ataqué-. De las desechadas -hice comillas con mis dedos, y con la sonrisa satisfecha pasé por su lado.

Toque el marco de la puerta y alardee -Si fuese tú, me tendría un poquito de respeto, que pelearse por un hombre esta para chiquillas, no para mujeres maduras.

Saliendo por el pasillo observe como soldados caminaban a gran velocidad por el lugar, como hormigas pese la hora, desapareciendo por una puerta de vidrio que se encontraba al otro extremo de la oficina del coronel, captándolo dentro de esa oficina gritando y golpeando la mesa central con furia, perdiendo visión y audición de él, cuando cerraron la oficina. Yo no ingreso ahí.

Me acerque hasta donde estaba Lisa, quien sonrió con solo verme ¿cómo esta capitana? preguntó, girando su silla para darme de su total atención, su cubículo de trabajo tenía forma de media luna, haciendo una luna completa con el cubículo pegado de la rubia.

-Normal, Lisa -le devolví-. Necesito que me aclares unos detallitos.

-Claro - respondió con una sonrisa amigable.

-¿Quién es Bricett Assad? -indagué, y la vi palidecer por unos segundos, enfocó su atención en la puerta de vidrio que seguía cerrada y volvió a mí, susurrando en voz baja relató:

-Ella es una criminal clase 1, sicaria desde que tiene 16 años. Es la mejor asesina a sueldo que pisa estas tierras, forma parte de una de las familias mafiosas más grandes de Sudamérica, pero ella no tiene vínculo con esta, aunque su familia siempre le está cuidando la espalda. Ganó fama en el bajo mundo por ser un arma viviente, inició joven, matando a todo objetivo por el que la contrataban. Ella mató al alcalde en plena campaña política, dejando a más de cien personas con una bala incrustada en la cabeza.

-¿Por qué no la capturaron?

-Lo hicieron, pero ella lograba escapar, o era por mérito propio o su familia intervenía, convirtiendo todo en una guerra que desencadenaba en una masacre.

-Escuche que volvió ¿a qué se refieren?

-Ella se exilió, despareciendo por dos años, y si me dices que retornó prenderá alarmas porque si ella está de vuelta significa que su familia esta como su sombra. Los Sivautt.

»Desaparecieron, bajaron su producción y se alejaron de la vida. ―respondió simple, cuando obviamente no lo era.

-El coronel encolerizó ante las noticias -recordé.

-No podría imaginarme otra reacción de él, Assad mató a su prima, quien fue la única capaz de hacerle frente a Bricett -informó dejándome en total sorpresa, prosiguió hablando ante mi silencio.

»Sí, la teniente Veyda hirió a Assad, pero no contó con la intromisión de los Sivautt que protegieron a la sicaria, amenazando con matar a la hermana del coronel. Ante este altercado Veyda quiso negociar, vida por vida, dejaba con vida a Bricett y la hermana del coronel también, el trueque salió mal, y Bricett mató a Veyda, por poco y Chiara Sivautt prima de Bricett acaba con la vida de la hermana del coronel, este tenía que elegir entre su hermana o su prima, pero antes de tomar la decisión Veyda se había sacrificado por ellos. El coronel atacó con la GDME a los Sivautt, dejándolos en ruinas, lograron escapar con Assad, desapareciendo por dos años, algo han de querer -respondió afligida.