Venas marcadas
--------------------------------------------------------------------------------------------
La forma que ambos se miraron, la misma mueca de preocupación que compartieron me recordó su genética.
Ese niño es hermoso, sus ojos brillaban como dos esmeraldas y su piel era ese café con leche. Irradiaba alegría, así como ternura mirarlo, te quedabas maravillada, su cabello negro combinaba a la perfección con su estilo.
Tenia 5 años, siendo tan pequeño perdió a su padre y madre, ambos asesinados y estoy segura que el sabia de aquello, sabia de su asesina, sabia la forma que murieron, y sabia que ahora venia por él. Un tormento que debe doler a mayor nivel siendo pequeño, con dudas y preguntas que los adultos no quieren o no pueden responderte por ser solo un niño, por evitarte un sufrimiento que ya lo sientes dentro de ti, cada vez más grande.
Vislumbre muchos guardias de seguridad armados en esquinas de esa mansión, caminaban en tropa o solos, no solo por Max y Bricett, sino también por la familia Tewder, la poderosa y prestigiosa familia Tewder.
A mí se me había caído Oliver Tewder, pero ya mucho no podría opinar, estaba muerto, ¿por una buena causa? Tal vez.
Gustavo acarició la cabeza del pequeño, de seguro maquinando una posible solución al problema o simplemente hablando con su prima para cuidar de su hijo desde el cielo. Me voy por la primera opción.
–Soldado te presento a la capitana Rafaela –me presento, despeinado su cabello rapado por los costados. Este hizo la seña de saludo militar, y recordé su envió al liceo. Necesita amor después de la muerte de su madre, en vez de eso, está solo, con perdonas que deben gritar, ordenar e instruir a un niño sin padres, es fuerte.
–¿Estas solo? –indago Gustavo, observando a sus alrededores, para ver lo mismo que yo, soldados.
–No, estoy con Nela –informo con seriedad y respeto, todo rastro de ternura había sido ocultado, claramente por demostrar a su tío que estaba yendo por buen camino, quería hacer sentir orgullo a alguien, buscaba la aprobación paternal en sus cercanos.
Gustavo cargo a su sobrino en brazos y paso por la puerta de mármol, lo seguí y un candelabro tamaño fiesta nos recibió en el techo, de seguro las visitas siempre alababan tales diamantes aun siendo visitas frecuentes o antiguas, también la escalera en forma caracol con bordes de madera con los ventanales del techo hacia el piso daban halagos a sus dueños.
Y el cuadro de la familia Tewder colgaba sobre la puerta, un cuadro que se miraba muy bien al subir la escalera, captando a los padres en dos sillas y los dos hijos apoyando sus brazos en los hombros de sus padres.
A su derecha, un cuadro de Oliver y Veyda en su boda. A la izquierda un cuadro de William Tewder con su esposa. Ambos hijos casados, el único nieto Max, su cuadro solitario colgaba en otra pared, se lo veía feliz, con una sonrisa que pasaba desapercibida, pero al verla con mayor detenimiento distinguías que era falsa y montada.
Pronto capte ojos en mí, ojos en nosotros, una civil en chanclas en el enorme salón con juguetes en las manos y en el piso, nos observaba con pena al niño, con miedo al que lo llevaba en brazos y con desconfianza a mí. Debía ser la niñera.
–Buen día –saludo, recibiendo a Max en sus brazos–. Por favor tomen asiento.
–¿Los señores Tewder? –pregunto demandante Gustavo, la idea de que Bricett se haya aparecido como si nada le encendió el fuero iracundo.
–En el trabajo –respondió simple dejando al niño con los legos para entretenerlo.
–Llama al guardia –ordeno Gustavo, con el entrecejo cada vez más profundo. La chica desapareció corriendo por el largo pasillo.
ESTÁS LEYENDO
La degradación del corazón (borrador)
Action¿Qué sucede cuando el enemigo esta frente a ti y tu estas cegado por el sentimiento más peligroso que la humanidad conoce? Bendecida y creada por Atenea y Apate, se disfraza de inocente, se camufla, te engaña, te hipnotiza como si fuese una serpient...