Él había pasado demasiado tiempo sin nadie bajo su dominio
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Gustavo Viamont
Al día siguiente, viernes.
Buenos días televidentes, me encuentro en el lago Pry donde hace dos días existió un tiroteo que según informan fue provocado por la mismísima Bricett Assad, la dragona ha vuelto a pisar su tierra natal, después de dos años desaparecida.
El día de hoy se encontró el cadáver de un hombre flotando en el lago, hay fuentes que suponen el homicidio fue ocasionado por ella, ya que tiene su mismo modus operandi, asesinado con una bala en la cabeza, aun no se sabe quien es la víctima, pero se tiene los siguientes datos: hombre adulto superior a 30 años, vestimenta deportiva, dos tatuajes en los brazos
Apague el televisor.
–Adivinare –dijo mi menor–, es el padre del primer niño.
La mujer que se encontraba sentada frente mi escritorio no se equivocaba, era el primer padre y de seguro mañana amanecería la madre del segundo niño muerta.
Asentí en su dirección y esta se cruzó de brazos.
–¿Entonces como procedemos? –indagó ella.
Repare al hombre sentado a su costado, no dejaba de ojear las fotografías y noto mi mirada puesta en el –Ellos tenían algo –reconoció nuestro hermano, Iván. Queriendo sonar a pregunta, logrando que sea una afirmación.
Sinceramente yo desconocía el relato de Bricett. Siempre miraba a Veyda enamorada, e incluso llegaba a irritarme el verla como una chiquilla, causando muchas veces discusiones respecto a su madures sobre el tema amoroso, y por eso, nunca me dio motivos para sospechar, y cuando fue el momento de investigar a Tewder en el pasado, jamás encontré nada malo, ni el, ni de su familia.
Pero mi padre siempre decía: cuando alguien está enamorado, se enamora hasta de los defectos de esa persona y me cuestiono si Veyda sabia sobre el pasado de Oliver, porque ella era capaz de perdonarle todo.
No era como nosotros, con los tornillos muy ajustados y nada sueltos, ella si sentía, por eso era la favorita de mamá, y por eso, incluso, se permitió enamorarse. Su confianza en todo o bueno, su instinto muchas veces me obligaba a cruzar los dedos.
Veyda era una mujer impresionante, con un corazón muy grande que a veces pasaba como ingenua o confiada, aunque claramente ella dominaba y se daba cuenta de todo, o eso me hacía creer.
Percibí a Rebeca muy pensativa, con la mirada fija en las fotografías, algo sabia.
– ¿Tú qué opinas? –le pregunto Iván a su menor.
Inhaló profundamente, analizando que decir, con ella siempre era así, cuando debe ser muy cuidadosa se toma su tiempo para todo, ya que normalmente es impulsiva. Se supone que piensa antes que actuar, pero la adrenalina le gana.
–Es evidente –soltó de apoco.
Quiere que la haga hablar, sino sería muy directa, había que tomarla desprevenida.
–Dudo que Veyda haya estado enterada, ¿tu sabias algo? –se dirigió Iván a mí.
–No –respondí–, pero Rebeca sí.
Ella me lanzó su mirada de Medusa, volvió a llenar de aire sus pulmones y hablo: Veyda lo sabía, y, aun así, se metió con Tewder, ella me lo contó, y aseguro que él había cambiado eso ya no puedo confirmarlo.
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La degradación del corazón (borrador)
Action¿Qué sucede cuando el enemigo esta frente a ti y tu estas cegado por el sentimiento más peligroso que la humanidad conoce? Bendecida y creada por Atenea y Apate, se disfraza de inocente, se camufla, te engaña, te hipnotiza como si fuese una serpient...