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Seokjin se sentó en su cama de un salto y de inmediato tomó su celular para verificar el lugar y la hora en que debía juntarse para su nuevo y extraño trabajo. 

Se pasó una mano por su desordenado cabello rubio y se puso de pie. Pateó su ropa que estaba regada en el piso y salió de su habitación para luego entrar al baño, se duchó rápido y salió solo con una toalla atada a su cintura. 

En su desordenada habitación revisó la ropa de su armario y nada lo convenció. Nada se veía muy profesional y él quería dar una primera buena impresión, aunque estaba claro que no debía trabajar demasiado, al parecer su rostro había sido suficiente para que esa mujer lo contratara. 

Seokjin tomó el único boxer que estaba limpio y luego un pantalón de jean negro que era lo más decente que tenía en su escaso ropero. 

Caminó hasta el espejo de cuerpo entero y se miró el torso. No quería ponerse alguna camiseta y es que todas las que tenía eran de estampados ridículos y divertidos. Seokjin no tenía nada formal. 

Mirándose por última vez decidió quedarse sin nada en la parte de arriba y rápidamente salió de su habitación para luego tomar la llave del departamento. Salir sin camisa no era algo raro ya que dos puertas más allá de la suya vivía su hermano menor por un par de años. 

Abrió la puerta ajena gracias a la copia que le había sacado cuando su hermano había salido de la ciudad a hacer alguna investigación o lo que sea que su corrupto hermano hiciera. 

Cuando estuvo adentro miró por el lujoso lugar, todo era demasiado diferente a su propio departamento pero a Seokjin le importaba una mierda en realidad. 

Avanzó por la sala hasta el pasillo en donde se dividían las habitaciones y entró sin siquiera golpear. 

—¡Que carajo! 

Seokjin saludó con la cabeza a su hermano que estaba acostado y miró de reojo a su compañía que dormía plácidamente en los enormes brazos de Namjoon. 

—Necesito esa camisa cara que usas a veces. —Seokjin llegó hasta el armario y lo abrió. 

—¿Todavía tienes mi puta llave? 

Jin no respondió y luego de revolver la ropa delicadamente guardada se giró para observar a su enojado hermano. 

—La tengo para emergencias, ya sabes —el rubio se encogió de hombros y apuntó al hombre que se estaba despertando —¿Nuevo juguete? 

—Vete a la mierda. 

—Necesito la camisa. 

Namjoon rodó los ojos —está colgada imbécil, así es como la gente ordenada guarda su puta ropa.

—¡Oh mierda! —dijo una voz ajena. 

Seokjin le sonrió al hombre que buscaba tapar su desnudez —nada que no haya visto antes en este lugar —Jin se giró de nuevo para buscar la dichosa camisa. 

—Es mi hermano —Namjoon se acomodó en la cama y tomó un cigarrillo de la mesa auxiliar. Cuando vio que Seokjin tenía la camisa negra de marca Armani suspiró —cuida esa mierda, ese decomiso fue el último en el que pude sacar algo de lujo.

—Solo la necesito por hoy. 

—Si la rompes o le haces alguna mierda me la tendrás que pagar. 

Seokjin asintió sin importarle demasiado, estaba claro que no se la devolvería pero eso Namjoon no tenía porque saberlo tan pronto. 

El rubio miró los estantes y tomó uno de los  perfumes de diversas marcas que Namjoon guardaba celosamente en su armario, se aplicó un poco y luego se giró hacia su hermano y el chico que seguía tapándose. 

Confía en ¿Mí? (Jinsu-Sujin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora