Confía en ¿Mí? (Jinsu-Sujin)

12

💰

—¿Vas de salida? 

Seokjin se giró y asintió a su compañera de trabajo. Ella le dio una enorme sonrisa a cambio y Seokjin volvió a tomar su chaqueta negra de cuero para luego cerrar la puerta de su casillero. 

—Yo también voy de salida, ¿Quieres ir a tomar algo? 

Llevaba cinco días trabajando en la cafetería en donde se había reunido con Yoongi y había sido una suerte el haber pasado por ahí al día siguiente y darse cuenta que necesitaban trabajadores. Seokjin ni siquiera lo pensó cuando se presentó para el puesto.

Ahora era el cajero a cargo y la paga no era tan mala, era semanal por lo que esa tarde recibiría su primer pago. 

—No puedo, pero gracias por la invitación. Tengo cosas que hacer. 

—Eres el primer hombre que me deja plantada. 

—Lo siento Tiffany, tenía que buscar mi billetera y se me hizo realmente tarde. 

—Entiendo, pero me debes una —ella le guiñó un ojo y salió por completo del lugar. 

Seokjin suspiró y tomó su mochila, se la puso en los hombros y también salió. En el pasillo de salida que dividía la cocina y la habitación para los trabajadores se fue despidiendo de todos y aunque no conocía ni a la mitad tenía educación. 

Fuera de la puerta de salida estaba su jefe directo de brazos cruzados mientras fumaba un cigarrillo corriente. Era un hombre adulto, en sus cincuentas, varias canas asomaban por su cabello oscuro. 

—Kim. Buen trabajo esta semana, la mitad de los que han pasado por caja quedan debiendo pero no tú, muchacho. 

—Gracias —Jin sonrió ante sus palabras —solo hago mi mayor esfuerzo. 

—Tu pago ya está depositado en tu cuenta y también la propina, ya sabes que se dividen entre los meseros, caja y cocina. 

Jin asintió y se despidió del hombre. Caminó por el callejón de salida y arrugó su nariz ante el olor de la basura. 

Ya en la calle principal miró hacia su edificio y cruzó la calle, en el ascensor revisó su cuenta bancaria y se sorprendió al ver el pago de esa semana. Era un alivio ciertamente y quizá no alcanzaba para solucionar todos sus problemas pero era un avance, el estaba haciendo algo para solucionar su problema y eso lo tenía bastante orgulloso de sí mismo. 

Cuando se paró frente a su puerta lo hizo mucho más contento que semanas anteriores, mucho más aliviado de que las cosas marcharan a su favor. 

Era extraño sentir que todo iba bien. 

Abrió la puerta y se quedó parado a un costado de esta, miró su lugar que estaba más decente que antes ya que había botado la mayor cantidad de basura y un hormigueo extraño recorrió su espalda y es que esa noche de viernes se iba a juntar con Yoongi en su departamento.

Dejó la mochila en la silla y también su chaqueta, decidió que la ducha podía esperar por lo que abrió las ventanas para ventilar un poco, no era tan tarde, casi daban las seis de la tarde y todavía la luz del sol iluminaba lo suficiente. 

Despejó la mesa del comedor y llevó todo a su dormitorio, ya después vería que hacer con eso. Luego fue el turno de su cocina, limpió lo más que pudo y la tarea no fue sencilla, había un poco de grasa por aquí y por allá pegada que fue difícil de quitar. Esperaba que Yoongi no viera esos pequeños detalles. 

La basura que antes había estado sobre las encimera y mesas había desaparecido y ahora solo se veía un lugar limpio. Era bastante decente para él.