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Lo prometido aquí.
Gracias x tanto ❤️













Salir con dos niños debería ser parte de un acto de circo o algo por el estilo. Seokjin nunca se habría imaginado que hacer que Eunho y Jihwan se vistieran pudiera ser tan malditamente difícil.

—El taxi ya va a llegar, les faltan las zapatillas aún, chicos.

Jihwan llegó corriendo hasta donde él estaba parado a un costado de la puerta, su chaqueta a medio cerrar pero al menos estaba vestido completamente. Eunho no se veía por ningún lado pero no era novedad que se demorara, Yoongi le había comentado que se pasaba muchas horas al día viéndose en el espejo y eligiendo con pinzas su ropa.

—¡Llegó el taxi! —Jin gritó hacia el pasillo. A los pocos segundos apareció el adolescente listo para salir.

Tomando la mano de Jihwan se aseguró de sacar la llave y cerrar bien la puerta de entrada, una vez dentro del vehículo dio la dirección del trabajo de su novio pero no entrarían de inmediato ya que faltaba al menos una hora para la hora de almuerzo. Tendrían que hacer un poco de tiempo por el lugar.

Pensando en aquello recordó que Eunho tendría una fiesta de cumpleaños a la que había sido invitado, quizá podrían mirar alguna alternativa de obsequio.

Su teléfono sonó en lo que él reconoció enseguida como una notificación de mensaje, lo sacó del bolsillo de su chaqueta y lo reviso. Era Yoongi y una sonrisa afloró en su rostro. Respondió a la pregunta de si los niños se estaban portando bien y le envió un corazón antes de guardar nuevamente el celular en su bolsillo.

El taxi se detuvo casi diez minutos después fuera del enorme edificio que albergaba varias oficinas estatales y que tenía gran flujo de personas haciendo todo tipo de trámites. Sabía que Yoongi no estaría en su oficina sino que en mesón de atención de público.

—¿Dónde iremos? —Eunho preguntó.

—¿Quieres ir a ver un posible regalo para tu amiga mientras esperamos a tu papá?

—Bueno.

Jihwan saltaba a su lado mirando a las personas pasar, sus manos no dejaban de estar unidas ya que Seokjin no tenía idea si el niño se escapaba. Era la primera vez que salía con ellos solo y esperaba que no pasara nada malo.

Caminaron los tres hacia el centro comercial que ocupaba casi toda una cuadra y que era el lugar obligatorio para hacer compras en el centro de la ciudad. Visitaron al menos dos tiendas que vendían artículos de regalo. Peluches de osos gigantes, maquillaje, bolsos de todos colores y tipos pero Eunho no parecía convencido.

—¿Y una lámpara?

El niño hizo una mueca con su boca odiando la idea al parecer. Seokjin no entendía a los niños, las lámparas que estaba viendo eran muy bonitas. Incluso Jihwan parecía maravillado mientras veía una lámpara de lava morada.

—Es muy difícil, aquí no hay nada interesante.

Seokjin suspiró —¿Y un libro?

—Podría ser una alternativa.

—Creo que te estás presionando mucho, cuando yo tenía tu edad los mejores regalos eran jugar hasta la noche en la calle con mis amigos y comer algo delicioso... Un helado de chocolate o cosas así.

Eunho lo miró y Seokjin sabía que no podía comparar su adolescencia con la de él. Seokjin había sido un niño prácticamente pobre, hijo de una madre soltera que había elegido un oficio cuestionable para poder darles de comer a él y a Namjoon, incluso antes que ellos nacieran

Confía en ¿Mí? (Jinsu-Sujin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora