Confía en ¿Mí? (Jinsu-Sujin)

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El camino de vuelta a casa tenía ansioso y nervioso a Yoongi, el alcohol definitivamente había acalorado su sistema y el hecho de que Seokjin se hubiese frotado descaradamente sobre él lo tenía caliente y duro. Suspirando trató de no pensar en nada más que las horas que tenían a solas gracias a su hermana Victoria.

—¿A qué hora hay que ir por los delfines mañana?

Yoongi giró su cabeza y observó el perfil de Seokjin. Lamió su labio inferior queriendo llegar pronto a casa pero todavía quedaba un pequeño tramo.

—A la hora de almuerzo.

—¿Te parece si vamos a almorzar a algún sitio los cuatro?

—Me parece bien.

El silencio los envolvió, Yoongi deslizó sus ojos por las perfectas facciones de su novio y luego por ese largo cuello que quería morder. Sus ojos bajaron hasta la camisa ajustada que nada hacia por ocultar los músculos de Seokjin. Su novio era delgado pero estaba demasiado bien constituido.

—¿Le caí mal a tu hermana?

—¿Que? —Yoongi salió de su ensoñación justo cuando su automóvil se detuvo frente a la casa.

—Siento que me odió.

Yoongi negó con su cabeza, no iba a decirle lo que su hermana le había comentado. De todas formas había dejado las cosas claras con ella y no se iba a hacer cargo de lo que e pensara de Seokjin sin siquiera conocerlo más a fondo.

—Ella tiene opinión para todo, aunque nadie se la pida. —Yoongi abrió la puerta del copiloto y se bajó, sacó las llaves de su chaqueta mientras era seguido por Seokjin.

—¿Que te dijo de mi?

El azabache abrió y puerta y no encendió la luz de la sala. Quería llegar a su dormitorio lo más rápido posible pero Seokjin lo detuvo y no le quedó más remedio que enfrentarlo. Los ojos de su novio estaban esperando una respuesta y Yoongi podía ver su rostro tan bien a causa de la luz del exterior que se filtraba por sus ventanas.

—Dijo que eras demasiado atractivo, que solo estabas jugando conmigo porque nadie elije a un hombre con dos hijos. Que era interés y que pronto te ibas a aburrir de jugar al homosexual conmigo.

La ira y el enojo que vio en Seokjin le erizó la piel, su novio estaba furioso y era sumamente excitante a pesar de las circunstancias.

—¿Que le dijiste?

Yoongi se quitó la chaqueta y sonrió de lado cuando Seokjin miró su cuerpo. —Le dije que se vaya a la mierda con su opinión... Bueno eso fue después de que me confirmara que iba a cuidar a Eunho y a Jihwan esta noche... Y creo que será la última, no puedo aguantar que sigan hablando de ti como si te conocieran.

Seokjin lo tomó de las mejillas y le robó el aliento con un beso que lo dejó suspirando de amor. Su lengua se encontró con la de su novio y pronto el beso escaló. Su cuerpo fue empujado y chocó con una pared. Seokjin mordió su labio y le hizo gemir cuando sus elegantes manos bajaron por su cuerpo tocándolo y explorándolo como lo había hecho en la cocina de Jimin.

—No lo sé, pero creo que jamás me voy a aburrir de ser homosexual contigo.

Yoongi se rio pero fue más un jadeo placentero porque la boca de Seokjin se trasladó hasta su cuello y él solo se entregó. Cerró sus ojos mientras enredaba sus dedos por los finos cabellos rubios de su novio. Maldijo cuando Seokjin se frotó contra él sintiendo la dureza que él había provocado.