18

928 189 228
                                    


1/?

💰

—¿Que tal este?

—Ese color no es lindo, papi. 

Yoongi dejó la camisa de color gris en el perchero y avanzó hasta el otro mostrador. —¿Y que color te gusta? 

—Celeste. 

—¿Celeste? —Yoongi arrugó su nariz —¿Estás seguro? 

Jihwan negó con su cabeza —¿Y chocolates? 

—¿Es broma? Me dijiste en casa que querías comprarle algo bonito y que pudiera usar en el trabajo. Una camisa es bonita y la puede usar en el trabajo. 

—Tengo hambre, ¿A qué hora vamos a la casa del tío Mimi? 

Yoongi suspiró. Tomó una camisa celeste, otra blanca y revisó que tuvieran la misma talla. Tomó la mano de su hijo y avanzaron por la tienda para luego pagar por las prendas. 

—Necesitamos una bolsa de regalo. 

—¡Que sea azul! 

—Veremos que hay en la tienda de regalos, todavía tenemos que pasar por Eunho. 

Caminaron de la mano hasta la tienda que tenía todo tipo de artículos para regalo y muchas bolsitas por lo que estuvieron un largo rato eligiendo la más bonita según Jihwan. 

El que dijera que un niño de cinco años no se preocupaba por los detalles definitivamente no conocían a Jihwan.

—Le falta una rosa. 

—¿Una rosa? —Yoongi miró la bolsa azul con brillos en el centro. 

—¡Si! De esas que pone santa en los regalos. 

—Así está bien Jihwan. 

—¡No está completa!

—Lo está y ahora vamos a buscar a Eunho a su entrenamiento. 

Jihwan caminó de mala manera a su lado pateando las piedras y con cara de pocos amigos, logró que se subiera al automóvil. Después de ajustar su cinturón Yoongi se subió a su asiento y revisó su teléfono. Mordió su labio cuando un nuevo mensaje de Hoseok apareció en la pantalla. 

Habían estado hablando luego del fin de semana, solo mensajes, nada del otro mundo y es que Yoongi por más que trataba de enfocarse en Hoseok y ver si podía pasar algo más sus pensamientos constantemente estaban con Seokjin y eso lo tenía más ansioso que nunca antes. 

Quería llamarlo, verlo, pero no podía hacerlo cuando le había pedido dejarse de ver, ¿Por qué había hecho algo tan tonto? Él sabía que no podía obtener nada de Seokjin, lo tenía más que claro, todo había sido una confusión, lo entendía. Pero no estaba preparado para extrañarlo, no entendía como en tan poco tiempo Seokjin se había convertido en algo que necesitaba. 

—Tengo hambre. 

—Ya vamos. —Yoongi guardó su teléfono y encendió el motor para salir del estacionamiento y luego de varios minutos estacionó fuera de la escuela de fútbol de Eunho. A lo lejos observó como se despedía de sus amigos. 

Luego de que le contara que estaba siendo acosado por ese chico Kevin, Yoongi se había puesto en contacto con los padres del chico y había sido la conversación más incómoda ya que ambos trabajaban con él, pero su hijo siempre sería lo más importante y su estabilidad emocional lo era mucho más. 

Y aunque Eunho había pedido cambiarse de colegio e incluso dejar la escuela con el pasar de los días había desistido de aquello. 

Después de ese sábado en el centro vacacional se sentaban por la tarde a conversar de su día y Yoongi agradecía estar más cerca de él, que Eunho estuviera más dispuesto a conversar sobre lo que le sucedía. Y hasta ese día Kevin no había vuelto a molestarlo, incluso se había retirado de la escuela de fútbol. 

Confía en ¿Mí? (Jinsu-Sujin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora