Quiero

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ADVERTENCIA+18 LEER BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD

George toma una respiración profunda que va directo a su cabeza ya mareada y lo hace sentir aún más nauseabundo que hace un minuto.

-Pero tú ... realmente, realmente, realmente no tienes que hacer esto-dijo George.

Es la decimotercera vez que lo dice, crees. Usted no desea contar, pero que estaba haciendo que sea difícil con toda la insistencia que estaba haciendo, como si de alguna manera se estaba haciendo un favor al tratar de convencerte de que usted no quiere hacer esto.

Sin embargo, nada de lo que haga te convencerá de lo contrario; ahora no. Son las nueve y media y está acurrucado en tu cama, luciendo como una especie de obra maestra con su cabello pelirrojo, ojos indolentes y una sonrisa suave y soñolienta. Es casi divertido verlo acurrucado debajo de la colcha.

Y él solo, aquí, en tu cama, sus mejillas insinúan un rosa pálido mientras balbucea y su voz se vuelve más baja y más áspera. Debido a que no está seguro si está bien con usted estar bien con dar a él la cabeza.

-No me debes nada-, insiste, mordiéndose el labio con vaga frustración. No puede mirarte del todo, no cuando estás doblado sin fuerzas al lado de tu cama, los brazos descansando debajo de tu puchero frustrado y mirándolo con determinación contenida.

-Pero yo quiero-, le recuerdas, tirando de un hilo suelto. Realmente, realmente no quieres echarte atrás. Desde que llegó aquí, con el aspecto que tenía, te tragaste tu vergüenza y tu culpa y luchaste contra la humillación con tus propias manos porque, joder, tu novio estaba muy caliente, y no importa cuán avergonzado estuvieras, no podía vencer. tu deseo de chupárselo. El pensamiento no era nada mortificante, pero para él, para ti, querías dejarlo de lado y hacer esto.

-Está bien-, dice, y se detiene por un momento. -Pero todavía no tienes que hacerlo. Si no quieres-

-George, no importa-

Tienes que armarte de valor y simplemente hacerlo. No es que George no quiera una mamada, es la cosa, él la quiere. Mucho. Es que lo quiere demasiado . Es que tiene miedo, de alguna manera pequeña, de lastimarte, o exagerar, o que tú lo odies y luego lo odies a él por extensión. Excepto que nada de eso importa porque se te hace agua en la boca y todo lo que tu estúpido y sórdido corazón quiere es que se corra en tu garganta.

Así que respira hondo, endurece su corazón y se sube a la cama con él.

-¿Qué estás haciendo?-

Una vez que la manta se quita del camino, te arrastras entre sus muslos con la cara en llamas y la sangre golpeando con un ruido blanco en tu cabeza. Atasca un poco tus nervios, y con firmeza no lo miras y no respondes a su pregunta porque crees que podrías perder tu racha valiente si lo haces.

-¿Bebé?-George gimió a lo bajo, y tus dientes muerden suavemente tu labio inferior mientras alargas los dedos tentativos y agarras la cintura de sus pantalones.

-levantate-, murmuras, y comienza a bajarlos con firmeza pero con cuidado.

George está demasiado aturdido para protestar. O tal vez finalmente se está rindiendo lo escuchas suspirar, y luego sus manos están temblando en ayudar a las tuyas. Se baja la ropa interior y tus ojos se quedan embelesados ​​de repente ante el contraste de la piel pálida de su vientre y el tenue rastro de cabello que corre hacia abajo, desde su naval hasta donde su dobladillo se desvanece y luego, entre los rizos, la rígida, comienza la longitud rosada de su polla. Está nervioso y su polla se levanta, contra su estómago y de repente sientes tanto deseo que es prácticamente nauseabundo.

-Oh, Dios mío -. Ni siquiera te das cuenta de que el débil y chirriante gemido vino de ti hasta que George se atraganta con su propia saliva cuando comienzas a inclinarte hacia adelante. Todo tu universo se concentra en él y en nada más que en él, y en el olor espeso de su calor y en cómo sabrá en tu lengua tan pronto como lo rodees con tus labios.

ONE SHOTS GEORGE WEASLEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora