ADVERTENCIA 18 LEER BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD ☺️
PEDIDO ESPECIAL ANONIMO PERO CON MUCHO CARIÑO-George, cállate-, murmuras atontada, despertándote con el sonido de él hablando como si no estuvieras durmiendo junto a él. con los ojos aún cerrados, dejas caer tu brazo sobre la cama para golpearlo suavemente, sorprendida de sentir una cama vacía. Su lado de las sábanas aún está tibio, pero el breve pánico de estar solo es suficiente para impulsarte a una posición vertical, frotándote los ojos para abrirlos. George está apoyado contra el marco de la puerta de su habitación compartida cuando sus ojos se encuentran con los tuyos, sonríe y te saluda con un saludo corto.
-buenos días, cariño- se dirige a ti por primera vez es entonces cuando notas que ya está vestido con su atuendo de trabajo. te sientes mal vestido, literalmente, con solo un par de ropa interior y una camiseta vieja y andrajosa. -¿Cómo has dormido?-
se sienta en el borde de la cama mientras te arrastras para encontrarlo allí.
-Bien- tarareas, apoyando la cabeza en su hombro.-Hubiera sido mejor si alguien no acaparara todas las sábanas... otra vez-antes de que pueda responder, defendiéndose, tu cara se pone en un puchero y continúas. -Estaría mejor ahora mismo si no pensara que te vas pronto al trabajo-.no es justo, piensas, que siempre tenga que irse, sobre todo los días en que se ve tan jodidamente guapo. el sol comienza a asomarse por el horizonte y por la ventana de tu dormitorio, destacando los puntos más altos de las facciones de George. el pómulo se conecta con la mandíbula se conecta con el cuello, y estás desesperado por desabrocharle la camisa y pasar los dedos por su clavícula.
George pasa una mano por tu cabello en un intento de alisar tu cabeza rebelde.-Tengo que estar en la tienda en una hora-. resoplas ante esto, y él te lanza una mirada de advertencia antes de continuar: -Tengo algo de tiempo para matar antes de eso, ¿puedo hacerte el desayuno?-
no te sorprende su dulce oferta, pero te llena de calidez. Mientras lo consideras, George te observa atentamente. el aire en el dormitorio se siente diferente de lo que suele ser en los días en que se va, y tiene el presentimiento de que podría ser difícil irse hoy. lo miras a través de los párpados bajos, con el labio inferior hinchado más de lo normal, y él sabe lo que saldrá de tu boca a continuación.
te frotas los ojos. -sí, eso sería lindo , Daddy--.
George se desinfla visiblemente ante el nombre cariñoso, dejando escapar una risa suave. -Vas a hacer que sea realmente difícil irte hoy, conejito, ¿lo sabías?-supieras. En algún lugar profundo de tu cerebro medio dormido, te habías convencido de que si eras lo más malcriada y seductora posible, no había manera de que tu novio pudiera irse.
George se levanta de la cama. levantas los brazos, desesperada por que te lleve a la cocina. pestañeas. en lugar de complacerte, te agarra la barbilla suavemente, pero con fuerza. -Sé lo que estás haciendo, Princesa+, dice en voz baja. la gravedad de su voz sugiere una actitud sería y conmocionada, pero nunca has sido de los que siguen las reglas. te tomas una fracción de segundo para tomar una decisión que podría sacrificar el desayuno. y luego le sacas la lengua a George, con el ceño fruncido en tu rostro.
la simplicidad de la acción puede pasar desapercibida para algunos, pero para tu atento novio, es el último acto de desafío. -¡Simplemente no quiero que te vayas!-dices con finjida inocencia, tratando de sacar tu mandíbula de su firme agarre, retorciéndose contra él.
-Maldita sea-, dice simplemente, soltando tu cara para redirigir su agarre a tus muñecas. está enojado, cabreado. se ve tan hermoso cuando te levanta de la cama con fuerza, con una vena saliendo de su frente. solo ves esa vena cuando está enojado o excitado, y te abruma la necesidad de pasar los dedos por ella.-Daddy- se ofreció a hacerte el desayuno antes de irse, y en lugar de estar agradecido, decides ser egoísta y hacer pucheros-. estás en silencio mientras él te arrastra fuera de la habitación, todavía luchando contra su agarre. -Sabes que tengo que irme. nunca cambia siempre será lo mismo. y puedes ser una buena chica al respecto, o puedes ser una mocosa. ¿Cuál vas a elegir hoy?- su voz está llena de frustración. él todavía tiene tus muñecas sujetas con una de sus fuertes manos y parece que no puedes sacar ni una sola mano.