ADVERTENCIA 18 LEER BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD
Los cálidos brazos de George te rodean mientras te sientas serenamente en su regazo, leyendo un libro mientras él se sienta con las piernas cruzadas en el suelo y trabaja en un nuevo dulce para vender. Suspiras de satisfacción mientras la cálida chimenea arde frente a ti tenías suerte de estar con el en la madrigera mientras todos se encontraban en casa de sirius, Innana apoya la cabeza en los pies de George y se calienta con el calor. Te habías alojado en casa de George por seguridad de la situación por la guerra y todo eso relacionado con su amigo el elegido.
Te mueves ligeramente en su regazo, poniéndote cómodo pero sin darte cuenta de que tu trasero se desliza directamente sobre su entrepierna, y sientes que los músculos de sus brazos se tensan. Completamente ajeno, inclinas la cabeza hacia arriba para mirarlo a los ojos, con una suave sonrisa en los labios. La sonrisa se desvanece cuando ves su rostro rojo remolacha.
-¿Qué pasa, amor?-
-.. nada- murmura con un poco de nerviosismo.
Le das una mirada incrédula. -Dime Georgie bien sabes que no lo dejaré pasar.-
-Es solo que... te moviste y te sentaste... en... no importa-
Si era posible, su rubor se vuelve más oscuro.
Miras, confundido por un segundo antes de darte cuenta de que algo duro está presionando tu trasero.
-¡Oh! ¡Oh, Merlín, lo siento mucho!- Chillas, deslizándote de su regazo rápidamente.
-No, es…- parece que no puede terminar la frase.
Una idea pasa por tu mente, y aparentemente es obvia en tus ojos, porque sus ojos se ensanchan y tartamudea,
-¿Q-qué?-
-Bueno, tal vez estaba pensando, tal vez, ¿podría ayudar?-
Sus ojos se abren aún más, y su rostro se sonroja increíblemente más oscuro, la sombra alcanza sus oídos y su pecho ahora.
-¡¿Tu que perdón que acabas de decir?!- Él farfulla todavía conmocionado por tu reacción.
-Bueno, quiero decir, no hemos hecho... nada... juntos. ¿Tal vez podamos? Si no estás de acuerdo con eso, está bien, es solo una idea- respondes, tu propio sonrojo floreciendo en tu rostro provocar esa reacción en él había florecido algo dentro de ti.
-Yo, eh-, hace una pausa. -E-Es solo que nunca…-
-Yo tampoco. Está bien, podemos tomarlo con calma-dices esperando aligerar un poco la situación
-.... ¿y si te lastimo?-Murmura, sus ojos bajos sabías que realmente se preocupaba por ti al ponerte antes que cualquiera de sus necesidades.
-No lo harás. Te lo prometo. Te lo diré si lo haces-.
-... está bien- se las arregla para dejar escapar la palabra
-¿Estás seguro? No tienes que hacerlo-. Lo tranquilizas.
-Estoy seguro-
-Okey-
Lentamente te inclinas para presionar un beso en sus labios, que él devuelve tentativamente. Tus manos se deslizan muy lentamente sobre su estómago, hasta su pecho, dándole la oportunidad de detenerte si quisiera. el no Deslizas tus manos sobre su pecho, sintiendo todos los músculos , trazando sus líneas.Bendito Quidditch que lo mantuvo en exelente forma. Tus besos se desvían de sus labios, sobre su mejilla, hasta su mandíbula, luego tus labios descansan sobre su cuello, besando y succionando suavemente. Innana suspira y gruñe, se pone de pie y trota hacia la puerta, luciendo algo disgustada.