LO PROMETIDO ES DEUDA #2
ADVERTENCIA 18 LEER BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD ☺️
-Oh, mierda- jadeó George desde arriba de ti. Sus dedos se enredaron en las raíces de tu cabello y tiraron suavemente. -Detener-
Dejaste que su polla se deslizara entre tus labios y le sonreíste, mientras lo bombeabas suavemente.
-¿Por qué haría algo así?-arrastraste las palabras antes de tomarlo de nuevo en tu boca, hundiendo tu cabeza hacia abajo tanto como pudiste, ganándote un gemido estrangulado. Se retorció en la parte posterior de tu garganta.
-B-bien entonces esa es tu decisión-, dijo, con un toque de sarcasmo en su voz entrecortada. -Voy a venir pronto-.
-Mmm-, tarareabas a su alrededor, provocando otro hermoso gemido. A juzgar por el temblor en su muslo junto a tu brazo, estaba muy cerca.
-Su-supongo que tendré que follarte otra noche -, dijo con una sonrisa. Levantó la vista para ver su cabeza reclinada en el respaldo del sofá. Jadeó en silencio, con la mandíbula floja. Pasaste la lengua firmemente por la parte inferior de su pene y trazaste alrededor de la punta con un movimiento suave. Se le cortó la respiración y dejó escapar un sonido que estaba a medio camino entre una risa y un gemido. -Y estaba tan… tan ansioso por hacerlo… te haría gritar… creo que quedarás un poco frustrada con ganas de mas-
Tu lengua se detuvo a mitad de lamer y tus ojos viajaron por su cuerpo para encontrarse con los suyos. Su cabeza aún estaba reclinada, pero la había inclinado lo suficiente hacia un lado para que uno de sus ojos pudiera encontrarse con el tuyo.
Te apartaste de él, sin soltar su ojo.
-¿Es eso así?-
-Quiero decir, si prefieres que termine en tu boca, también puedo hacerlo, pero realmente esperaba tener ese hermoso cuerpo encima de mí esta noche…-Tragó saliva mientras te parabas entre sus piernas. y quítate los pantalones. Se las había arreglado para quitarte la camisa mientras te acomodabas en el suelo frente a él.
-Si insistes ya que tanto lo quieres- murmuraste, enganchando tus dedos en la cinturilla de tu ropa interior.
-¡No!- Extendió una mano. -Por favor déjame.-
Levantaste una ceja.
-Tengo que ganarme mi camino, ¿no?- dijo con una sonrisa, moviéndose hacia adelante en el sofá y envolviendo sus manos alrededor de tus caderas, acercándote más para poder besar tu estómago mientras deslizaba tu ropa interior hacia abajo. -Es como abrir un regalo ; no es divertido si alguien más quita el papel de regalo-.
Tu resoplido se convirtió en un jadeo cuando él besó más abajo, deslizando suavemente su lengua entre tus pliegues para recorrer tu clítoris una vez con fuerza antes de retirarse y estirar la mano para desabrochar tu sostén.
-George-, te quejaste.
-No te preocupes, mi amor-, murmuró en tu estómago. Desabrochó el sujetador y tiró de él, tomándote de las manos y guiándote para que te sentaras a horcajadas sobre su regazo. Sentiste la punta de él burlándose de tu entrada. Movió sus caderas suavemente y rozó tu clítoris de nuevo, provocando otro sonido involuntario de ti.
-Montame, mi amor se que lo deseas tanto como yo- susurró, mordisqueando la carne de tu pecho mientras alcanzaba debajo de ti y se alineaba apropiadamente.
Mientras te agachabas sobre él, movió una mano hacia tu cadera mientras sostenía la tuya con la otra. Tiró de ti hacia abajo y dejó que su cabeza volviera a apoyarse en el respaldo del sofá.