Patrimonio Heredado

Capítulo 40: Relaciones sexuales en el cuartel (Parte 3)

Al oír sus palabras, Yan Yuchun inconscientemente miró al espejo, en ella estaba posando con las piernas abiertas y el cuerpo desnudo, salvo por un par de calcetines que no se había quitado. La carne de sus pechos brillaban por la cantidad de saliva y líquido lujurioso que tenían encima, sus pezones estaban rojos e hinchados de tanto ser chupados, y sus labios estaban igual de hinchados e incluso tenía un ligero rastro de líquido sospechosamente blanco en la comisura de su boca.

Sin embargo, el lugar más miserable era entre sus piernas, la pequeña porción de carne de sus nalgas que podía iluminarse vagamente por la luz estaba roja por el impacto, y cuando el pene del hombre se retiró de la dulce carne roja, parte de la mezcla de semen y agua lujuriosa obstruida en su interior se filtró inmediatamente, avergonzando a Yan Yuchun al mirarlo. Con una capa de vergüenza cubriendo su rostro, apretó los dientes y dijo: "Tú sinvergüenza, no hagas eso..."

Xavier se rió juguetonamente: "Soy responsable de mis palabras, ¿Quién te dijo que dudaras de mí? ahora vamos a comprobarlo". Tanteó con sus delgados dedos, lo suficiente como para abrir los dos labios rojos del coño de Yan Yuchun, y tras separarlos, el redondo agujero carnoso que aún no se había cerrado quedó completamente expuesto, la forma parecía seguir siendo la de la raíz masculina del hombre, y con tal tirón, más semen salió a borbotones, goteando durante unos diez segundos antes de detenerse.

"Ahh.. no ..." Yan Yuchun nunca había visto una imagen tan directa de semen brotando de su propia vagina, estaba tan avergonzado que quería encontrar un agujero en la tierra para enterrarse, pero había que decir que tal imagen volvió a estimular su deseo aún no del todo desahogado, su carne inconscientemente se contraía y retorcía como si tratara de retener el espeso semen blanco.

A Xavier se le cortó la respiración al ver la abertura cavernosa, la carne rosada manchada de líquido blanco y los labios del coño que había separado, todo lo cual hizo que se le secara la boca, y mirando hacia abajo lamió los labios de Yan Yuchun, preguntando en voz baja: "¿Puedes verlo? Me he corrido mucho".

Yan Yuchun lo fulminó con la mirada, pero no tuvo mucho ímpetu, y dijo tímidamente: "No te quedes más tiempo frente al espejo... ahh...vamos a la cama. "

Al ver que estaba realmente a punto de enfadarse, Xavier todavía quería pedirle el interés: "Toma la iniciativa y bésame. Yan, vamos, hazlo y te llevaré a la cama".

"Pequeño bastardo". Yan Yuchun se avergonzó mucho, pero tuvo que darle un sonoro beso en los labios. Xavier se rió de eso y lo llevó de vuelta a la cama, y antes de que Yan Yuchun pudiera acostarse, volvió a enviar su endurecida polla a su húmedo y suave coño. Un poco sorprendido por la rapidez de su recuperación, Yan Yuchun extendió su mano y lo empujó en el pecho, sin embargo Xavier rápidamente lo inmovilizó sosteniendo su mano y le besó desordenadamente en el cuello. "Dame otro buen polvo, Yan. Te sientes muy bien por dentro".

Yan Yuchun se mordió el labio e intentó resistirse, pero su carne se había tragado con anhelo la polla del otro hombre y sus caderas también lo estaba atendiendo inconscientemente. El placer consumió poco a poco sus sentidos al mismo tiempo que la polla del hombre se frotaba contra él, dejándolo incapaz de hacer nada más que gemir.

Esta vez el encuentro duró mucho más que el primero, y los dos hombres rodaron y se enredaron de un lado a otro como dos bestias lujuriosas en la no tan amplia cama, cambiando de posición varias veces para disfrutar del sexo. Yan Yuchun sintió como si sus labios y su lengua ya no le pertenecieran, sus pezones estaban siendo lamidos y chupados como si fueran una deliciosa "comida", dejadas con marcas rojas tras marcas rojas. Su agujero estaba tan rojo y abierto que el semen que se había inyectado con anterioridad volvía a salir fácilmente, cubriendo las nalgas y las sábanas de la cama.