Patrimonio Heredado

Extra 9: La carrera de Fu Rong

Esta capitulo contiene la mayoría de las advertencias expuestas en el extra 1. Sea precavido antes de leer.

La reacción de Xiao Bin fue cruda y excitante, su cuerpo temblaba de placer mientras miraba la imagen de Fu Rong chupándosela. Fu Rong era bueno en el sexo oral, atendía a una polla tan grande como la del teniente una vez a la semana, y aunque la de Xiao Bin también era grande, seguía siendo mucho más fácil en comparación, así que chupó el semen del otro hombre sin mucho problema.

Al terminar entró en el baño para escupir el líquido de su boca y enjuagarse la cavidad bucal. Cuando salió la cara del adolescente todavía estaba sonrojada y sus ojos brillaban excitados, con un resplandor inusual. Fu Rong sonrió levemente, miró el reloj de la pared y dijo: "Es hora de que regreses".

"Oh..." Al escuchar estas palabras, el brillo ardiente de los ojos del adolescente se desvaneció un poco al instante, pero pronto volvió a esbozar una sonrisa, "Voy a presentar una solicitud para verte mañana, esa manzana, recuerda comerla, se echara a perder si la dejas mucho tiempo ahí. "

"Está bien, gracias". Fu Rong lo acompañó a la puerta, y al ver su espalda mientras salía, su corazón se calentó un poco. Aquella manzana se lo comió al día siguiente, tenía un sabor delicioso y dulce, era un manjar raro que había probado después de muchos años. A las prostitutas militares no se les proporcionaban comidas especiales ni siquiera durante el embarazo, tal vez por esta razón, la tasa de abortos espontáneos en ellos eran muy altas, incluso Fu Rong había perdido dos hijos una vez.

En realidad no deseaba tener hijos, era mejor no tenerlos que ser separados al nacer, pero simplemente no tenía forma de decidir sobre esos asuntos.

Xiao Bin realmente consiguió un buen crédito en otra batalla, y durante varios días seguidos la petición de venir a visitar a Fu Rong fue aprobada. Cada vez el muchacho encontraría una manera de traer algunas cosas a escondidas, a veces era una bebida helada, a veces una galleta, a veces uvas... todas estas cosas sin excepción fueron amadas por Fu Rong, especialmente una bola de hilo de lana que había traído y por el cual no pudo evitar reírse de felicidad al verlo: "Parece que es hora de tejer una bufanda".

Cuando Xiao Bin vio que estaba contento, él mismo se alegró y dijo entusiasmado: "Te traeré la próxima muchos más de estos vez si tengo la oportunidad. Hermano Rong, tus manos son tan hábiles, mi vieja ropa rota está tan bien remendada por ti que ni siquiera se ven las señales de los desgarros originales, ¿cómo es que eres tan bueno usando la aguja y el hilo?"

Fu Rong se sintió un poco tímido ante el cumplido y dijo en voz baja: "Lo aprendí antes".

Xiao Bin no siempre le pedía a Fu Rong que le hiciera una mamada cada vez que lo veia, aunque lo deseaba siempre, había veces que se contenía. Naturalmente se quedaba a charlar con Fu Rong, se sentaba a su lado y lo observaba hacer su trabajo, para luego hablarle sobre historias interesantes del cuartel. Después de otra visita, vio que Fu Rong estaba cosiendo una prenda de vestir, pero no era un uniforme militar, sino una camisa normal, y después de mirarla durante unos minutos, dijo de repente: "Esta es la ropa del Teniente General Lu Lin".

Cuando Fu Rong escuchó la palabra "Teniente General", su corazón dio un repentino salto por alguna razón, y la afilada aguja se clavó en su dedo, sacando al instante una gota de sangre en él. Xiao Bin también estaba impactado y se apresuró a sujetar su dedo y examinarlo cuidadosamente: "¿Qué pasa? ¿Qué te sucedió?"

Fu Rong retiró la mano con cierta vergüenza y dijo: "Nada, es sólo un descuido". Se llevó el dedo a la boca y lo asimiló, sus ojos se posaron en la camisa que tenía delante. De hecho, su estado de ánimo ahora era un poco inestable, sus emociones fluctuaban de una manera que ni él mismo podía entender. Preguntó: "¿Cómo... cómo sabes que es de él?"