En el último paso de su rutina, las compañeras de Francis la ayudaron a impulsarse, pero no fue suficiente para que ella hiciera el movimiento completo en el aire, por lo que cayó en una mala posición hasta el suelo, hiriendo a varias chicas en el proceso y lastimándose un tobillo.
Por supuesto, la llevaron inmediatamente al hospital de Forks. Una vez ahí el doctor Cullen comenzó a examinar el tobillo de Francis, que se había hinchado y cambiado de color mientras iban en la ambulancia a urgencias. Jasper, quien no se había despegado de ella desde la cancha, estaba a su lado y sostenía su mano suavemente.
—Francesca, me temo que es un esguince —comentó el doctor, mientras sus dedos fríos sujetaban firmemente el tobillo—. ¿Has tenido uno anteriormente?
—Sí, hace como un año —respondió mientras respiraba hondo, las manos frías del Doctor Cullen calmaban un poco el dolor—. Fue durante un entrenamiento de las porristas, ese esguince fue de primer grado.
—Eso creí —coincidió el doctor, amablemente—. Éste parece ser de segundo grado, pero tengo que hacer varias maniobras para confirmarlo. ¿Estás lista?
Francis apretó más la fría mano de Jasper y asintió. —Lo estoy.
El doctor Cullen procedió a mover el tobillo y la pierna de Francis en diferentes posiciones. Estaba sintiéndose algo incómoda, puesto que todavía llevaba puesto el uniforme de las porristas y sus piernas estaban desnudas, sin embargo, eso se le olvidó cuando un dolor intenso se precipitó a su tobillo cuando el doctor giró su pie.
Francis soltó un siseo, quiso soltar una grosería, pero se contuvo.
—Ahí está . Es un esguince de segundo grado —afirmó—. En un minuto te traerán hielo, te daré antiinflamatorios y algo para el dolor. Además, no puedes apoyar el pie durante 72 horas, y después de ese tiempo, usarás bastón las primeras dos semanas.
El doctor puso el pie de Francis en dos almohadas juntas, para que el tobillo estuviera elevado.
—Genial —dijo, con cansancio. Un sudor frío recorrió su frente. Luego frunció el ceño, no había caído en la cuenta que no podría caminar bien ni hacer deporte por un tiempo. Odiaba no hacer deporte, la ponía irritable—. ¿Me puedo ir hoy?
—Por supuesto —contestó el doctor, con una sonrisa—. Tendrás hielo por unas horas, luego te vendaré y te irás a casa.
—Gracias, Doctor Cullen.
—Es un placer —asintió cordialmente hacia Francis, y luego miró a Jasper—. ¿Te quedarás?
—Sí —afirmó el rubio.
El padre de Jasper se retiró a atender otra cama.
—No tienes que quedarte —le dijo Francis, mirando sus manos todavía unidas y luego alzó su cabeza hasta sus ojos.
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FRANCESCA SWAN || Jasper Hale ✓ *Editando*
FanficDespués de mucho tiempo, Francesca regresa a un pequeño pueblo en el estado de Washington para vivir con su padre, Charlie Swan. A sus casi dieciocho años, espera tener un último curso de preparatoria tranquilo. ¿Será prudente la presencia de ocho v...