Francis estaba sentada tranquilamente junto a la ventana, leyendo nuevamente el libro de La Silla de Plata, de las Crónicas de Narnia, cuando escuchó unos neumáticos chirriando estrepitosamente. Enfocó la vista hacia la calle y observó a Bella bajar de un Jeep, Emmett y Alice acompañaban a Edward, y por sus expresiones, supo que algo estaba mal. La duendecilla y el fortachón, desaparecieron en la oscuridad, mientras Bella entraba a la casa haciendo un escándalo.
— ¡Vete, Edward! —le gritó.
Francis salió de su habitación apresuradamente.
—¿Bella? —llamó Charlie.
—¡Déjame en paz! —chilló Bella a Edward entre lágrimas, dando un portazo.
Francis la esperaba en lo alto de las escaleras, con gesto de preocupación. Bella corrió hacia su habitación y echó el pestillo, jalando a su hermana con ella.
—Bella, ¿te encuentras bien? —preguntó asustada—. ¿Qué está pasando?
—Te lo explicaré luego, por favor, no le digas nada a Charlie —luego gritó hacia la puerta—. ¡Me voy a casa! —la voz se me quebró en el punto exacto.
—¿Te ha hecho daño? —preguntó Charlie con ira.
—¡No! —vociferó Bella.
Edward entró ágilmente por la ventana y se dirigió en susurros a Francis:—Un vampiro de otro clan persigue a Bella —explicó—. Dile a Charlie que irás con Bella para cuidarla, sólo sigue su drama. Alice está haciendo tu maleta.
Francis asintió perpleja.
Charlie volvió a intentarlo. —¿Ha roto contigo?
—¡No! —gritó la menor, de nuevo.
—¿Qué ha ocurrido, Bella? —increpó Charlie a través de la puerta, golpeándola de nuevo.
—He sido yo la que ha cortado con él —le respondió.
—Estaré en su camioneta, ¡venga! —susurró Edward y desapareció.
Bella abrió la puerta de su habitación y corrió hacia las escaleras.
Francis la siguió, pero Charlie la detuvo al pasar. —¿Qué ha pasado?
—Pelearon —respondió la castaña—. Ella se irá a Phoenix, papá.
Charlie bajó las escaleras corriendo detrás de Bella.
—¡No aguanto más! ¡No puedo echar más raíces aquí! ¡No quiero terminar atrapada en este pueblo estúpido y aburrido como mamá! No voy a cometer el mismo error que ella, odio Forks ¡Y no quiero permanecer aquí ni un minuto más! —despotricaba Bella, hacia nadie en especial.
Su padre paró en seco, dolido por las palabras de su hija menor. Francis los seguía de cerca. —No te preocupes, papá —le dijo, tomando su mano—. Yo llevaré a Bella hasta Phoenix. Regresaré, lo prometo. Te quiero.
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FRANCESCA SWAN || Jasper Hale ✓ *Editando*
FanficDespués de mucho tiempo, Francesca regresa a un pequeño pueblo en el estado de Washington para vivir con su padre, Charlie Swan. A sus casi dieciocho años, espera tener un último curso de preparatoria tranquilo. ¿Será prudente la presencia de ocho v...