Era un día helado, Francis y Bella recién llegaban al estacionamiento de la escuela. Había sido un trayecto tranquilo a pesar de que la carretera tenía una fina capa de hielo que dificultaba la circulación. Ambas salieron del coche, vieron el motivo por el que no habían tenido percances: un objeto plateado llamó la atención de Bella y se dirigió a la parte trasera de Joan, las llantas estaban recubiertas por finas cadenas entrecruzadas.
—Oh, papá madrugó para poner cadenas en los neumáticos de Joan —comentó Francis enternecida, su padre siempre cuidaba de ellas.
Estaban de pie junto a la parte trasera del vehículo, cuando escucharon un sonido extraño. Era un chirrido fuerte que se convertía rápidamente en un estruendo. Sobresaltadas, alzaron la vista.
Edward y Jasper se encontraban a cuatro coches de distancia, y las miraban con rostro de espanto. Pero en aquel momento, la mayor le puso más importancia a una furgoneta azul oscura que patinaba con las llantas bloqueadas chirriando contra los frenos, y que dio un brutal giro sobre el hielo del aparcamiento. Iba a chocar contra la parte posterior de Joan, con ellas en medio. Ni siquiera tendrían tiempo para cerrar los ojos, pero a Francis eso no le importó, reaccionó rápidamente y empujó a su hermana fuera del alcance del vehículo. Y luego, cerró los ojos.
Inmediatamente antes de que escuchara el crujido que se produjo cuando la furgoneta golpeó contra la base de la camioneta y se plegó como un acordeón, Francis sintió que algo la golpeó con fuerza, aunque no desde la dirección que ella esperaba. La castaña golpeó su cabeza contra el asfalto helado y sintió que algo frío la sujetaba contra el suelo.
Reinó un silencio absoluto durante un segundo antes de que todo el mundo se pusiera a chillar. Escuchaba a más de un persona que la llamaba en la locura que se desató, pero en medio de todo aquel griterío escuchó con mayor claridad la voz suave y desesperada de su novio que le hablaba al oído.
—Frannie —exclamó preocupado—. ¿Estás bien?
—Sí —contestó, algo desorientada—. Estoy bien.
Intentó incorporarse y entonces se percató de que Jasper la apretaba contra su costado con una mano que parecía de acero.
—Ve con cuidado —dijo su novio aún preocupado, mientras intentaba soltarla—. Creo que te has dado un buen golpe en la cabeza.
Francis sintió un dolor palpitante encima del oído izquierdo. —Ouch —se quejó, tocando su cabeza.
Como los habían localizado enseguida, había mucha gente con lágrimas en las mejillas, gritándose entre sí, y gritándoles a ellos.
—¡No te muevas! —ordenó alguien.
—¡Saquen a Tyler de la furgoneta! —chilló otra persona.
—¡Es Francis! —escuchó otra voz, a lo lejos.
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FRANCESCA SWAN || Jasper Hale ✓ *Editando*
FanfictionDespués de mucho tiempo, Francesca regresa a un pequeño pueblo en el estado de Washington para vivir con su padre, Charlie Swan. A sus casi dieciocho años, espera tener un último curso de preparatoria tranquilo. ¿Será prudente la presencia de ocho v...