LIII

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En el más discretos de los silencios, durante la madrugada, todos y cada uno de los Grey se hicieron de lo necesario para como dijo Christian, se desbandaron durante la noche para como él dijo, descansarán, procedieran con la adopción de David y el pudiera descansar para que cuando él tenga a su hijo, estuviera en condiciones para darle la familia que tanto merecía.

Anastasia antes de partir de despidió de él en el Victoria Mason, prometiéndole que pronto volvería. No le mencionó nada sobre que lo adoptaría Christian, pero estaba deseosa por hacerlo.

Christian se despidió de sus padres con afecto, algo que pocas veces les mostró, más aún después de su accidente, pero a su madre le dió un abrazo muy fuerte y un beso de gratitud en su frente.

-¿Cómo mantendremos el contacto?
-Descuida, tus guardias te ayudarán. Solo no te despegues de ellos y hagan caso. Dejenlos hacer su trabajo.
-Como digas, cariño- admite y le da un tierno beso en la mejilla para despedirse de su hijo. Mira a Ana y la toma de las manos- Ana, cariño. Te agradezco que no dejes a nuestro hijo, que sigas a su lado y por favor, cuídalo.
- Descuide, Grace. Estaremos bien. En cuanto lleguemos a destino, nos pondremos en contacto.
-Háganlo, cariño. Cuídense mucho, los dos.
-Hasta pronto, mamá.
-Hasta pronto, Christian.

Grace y Carrick suben a la Suburban, acompañados de sus escoltas. Se dirigen al aeropuerto de King County para tomar un vuelo a Boston. Tal vez no tenían propiedades ahí, pero si las relaciones para no estar tan aislados durante un mes.

Elliot y Katherine, viajaron a Aspen. Ella no quería mantenerse muy alejada de su hermano y su padre, ahora que tenían en curso la demanda contra Elena Lincoln, más les valía mantener un perfil bajo, pero no distanciarse tanto. Elliot estaba deseoso de conocer más a su tenaz y siempre fuerte Kate. Ella, por su lado. Estaba muy agradecida del apoyo que le dieron los Grey, a pesar de las rencillas que parece no superar su padre en contra de ellos, ya que casi demanda a los guardias contratados por Elliot para que la cuiden y protejan.

Jack y Mia, dispuestos a no separarse, se dirigen a Tribeca, en Nueva York, a una de las propiedades de Christian. Si alguien quería olvidar a Elena, ése era Jack, y dispuesto a hacer lo que puerta por ello, no lo pensó dos veces, tomó a Mia, sus cosas y tras un breve mensaje a su madre biológica se fue al aeropuerto internacional Seattle-Tacoma, rumbo al aeropuerto de Teterboro.

Anastasia mira a Christian, intrigada de ver qué Taylor no tiene ninguna prisa en llevarlos a algún aeropuerto, y que Christian se está tomando con mucha calma su escapada.

-Ana, puedo escuchar tu cerebro trabajando- le dice Christian.
-Tus padres y hermanos se fueron pitando de aquí, y tú pareces muy tranquilo.
-Te va a gustar donde tú y yo nos vamos a ocultar. Vamos...

Una hora después...
Embarcadero 66.

Anastasia apenas puede contener su asombro al ver el majestuoso catamarán atracado en el embarcadero. Y Christian solo cierra los ojos y siente la brisa marina acariciando su cara con el viento de la madrugada.

Aún está oscuro y en el refugio que ofrece la noche, ambos suben a prisa, acompañados de Gail, Taylor y la tripulación de la embarcación.

En cuanto Christian se coloca el chaleco salvavidas, y Anastasia también, el capitán, Liam MacConnel pone los motores en marcha y parten hacia el estrecho de Puget.

Nada más entran a la que será su habitación, Anastasia mira extasiada cada detalle. Tras ella, está Christian, que con delicadeza le retira el pelo del hombro y con los labios acaricia su cuello.

¿Amor a primera vista? TE VEO CON EL CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora