LX

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Me levanto de la cama ansioso por que desperté y ya no tenía las vendas. Abro los ojos y me sorprende que todo en mi entorno siga oscuro y a tientas busco la lámpara o mi Brai-cell. Los encuentro rápidamente y elijo la lámpara. Al encenderla, la luz de primer momento, me lástima los ojos. Hace que me ardan y piquen, cómo si me hubieran arrojado tierra.

Tras frotarme los ojos y parpadear continuamente, logro adaptarme a esta nueva luz, pero veo muchas motas de polvo flotando por todo el entorno. Me acerco la puerta y al abrirla, me encuentro con ese mugriento departamento...

Oh, no... ¡Ahí no!

No vuelvas ahí, Christian...

Me repito una y otra vez pero a donde sea que me mueva son las estancias de ese horrible lugar.

-¡Ana!

-¡Grace, mamá!

-¡Carrick, papá!

Les llamo a mis padres y a Ana y no recibo respuesta, más que el eco de mi voz.

Mierda.

Recorro a tropezones el lugar y me topo de frente al cretino que hizo buena parte de mi vida un infierno.

-¡Aquí estás pedazo de mierda!- exclama y me toma del brazo.

-¡No me toques, desgraciado!- soltándome de su agarre.

-¡No me chilles, pedazo de mierda!- replica con furia y lo veo encender un cigarrillo.

-Apaga esa porquería y aléjate de aquí... ¡Lárgate de mi casa!- le doy un fuerte empujón y lo hago caer.

-¡Muy valiente, pequeño mequetrefe!

-¡Lo suficiente para que te eche a patadas de aquí! ¡Fueraaaaaaaaa!

Grité con todas mis fuerzas y lo tomé por las solapas de su apestosa chaqueta de piel gastada. Solo deseaba que se fuera. Lo pateaba y daba golpes hasta llevarlo a la puerta, de una patada lo eché al abrirla y solo lo veo dirigirse calle abajo. Cuando estaba por cerrar la puerta me encuentro de frente con ella...

Es mi madre.

Su chulo ha desaparecido, solo la puedo ver a ella. Y se ve tan diferente a como la recuerdo. Se ve sana, en paz. Las marcas de las inyecciones en sus brazos, los golpes que le propina a ese hijo de puta; sus dedos manchados y sucios...

Estaba terrible, y ahora es todo lo que se supone que debió ser para mí.

-¿Kriztian?- Me llama con un acento muy extraño.

Ahora que lo recuerdo, ella tenía un acento muy extraño. Se notaba muchísimo.

-¿Mami?- sale esa palabra sin pensarla o contenerla.
-Oh, Kriztian... Pequeño renacuajo.
-Mamá, yo... No... No pude cuidarte... No sé que te pasó...
-Kriztian. Has crecido mucho. Perdóname por todo el sufrimiento que te causé.
-Mamá...
-Sabía que serías un niño muy hermoso, y ahora lo confirmo- me dice y me mira a los ojos. Que son idénticos a los míos.
-Soy un monstruo- me apartó de ella asqueado por mis errores.
-Imposible. Tú eres un humano, cómo yo, y como la basura que acabas de sacar de tu mente y de tu corazón. Nadie es perfecto. Te lo digo yo que no supe ser una buena madre para ti.
-Yo te quiero, y te necesité mucho...
-Lo sé, renacuajo... Pero ya eres un adulto, incluso más grande de lo que yo era cuando te dejé y tienes que madurar, superarlo.
-Mis sombras, ellas no se van.
-Ya se fue una de ellas, la peor de todas, Kriztian. Si pudiste sacarla, podrás con todo lo demás.
-Mamá...
-Eres más de lo que yo imaginé, Christian Grey. Debía de irme, para que tuvieras una vida mejor de lo que yo te la hubiera dado, lo sabes, ¿Verdad?
-Si, pero también les fallé a Grace y Carrick.
-No. Ellos te aman, y siempre estarán a tu lado. En mejores manos no puedes estar. Además, tienes mucho más que hacer ahora.
-¿Qué?
-Anastasia.
-Mi Ana...
-Sí. Y alguien más... Ya ha llegado a tu vida.
-¿Y tú?
-Necesitaba despedirme como se debe, y pedirte perdón.
-¿A dónde irás?
-No lo sé... Con suerte, volveré a mi hogar.
-¿Volverás a abandonarme?
-Ya no me necesitas. Tienes tu propio hogar.
-Mamá... Yo...
-Lo sé, Kriztian. Yo también te quiero mucho. Y sácate de la cabeza que eres un monstruo. Eres un gran hombre, y serás aún mejor. Se valiente, renacuajo.

¿Amor a primera vista? TE VEO CON EL CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora