V

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Anastasia se mira frente al espejo y termina de acomodar su cabello para ir a trabajar. Siempre se hace un moño perfecto, y ahora sonríe satisfecha de que por fin le quedó bien acomodado su fleco.

Toma una de sus chaquetas y su mochila para salir a desayunar. En ningún momento ha dejado de pensar en el joven de ojos grises pero apagados. Su corazón late más rápido al pensar en el.

Ethan y Kate están tomando ya café y Ana al salir de su habitación se sirve solo un vaso de jugo de naranja y toma un pan tostado al que le sirve sirope de arce.

-¿Qué tan abarrotado crees que esté urgencias, Ana?- le pregunta Ethan.
-Ni idea... Hay ocasiones en las que está desierto, y veces en las que está a reventar.
-Puede que sea hoy diferente- interviene Kate.
-Esperemos...

Se interrumpe su conversación cuando suena el teléfono de Anastasia. Es una llamada. No reconoce el número, pero aún así toma la llamada.

-Habla Ana Steele.
-Rose... Soy tu mamá- le responden al otro lado de la línea.

Ana siente como la sangre se le cuagula al escuchar la voz de la mujer que le dió la vida, y después los abandonó a ella y a su padre en busca de una vida más "aventurera".

-Si... te escucho...- le responde ella con la voz entrecortada.
-Hija...
-No me digas así- gruñe y comienza a molestarse.
-Lo siento. Solo te llamo para saber de ti.

En ese instante su sangre volvió a correr por las venas. No pudo evitar sentir rabia al escucharla. Hacía mucho tiempo que ella no sabía de "su madre".

- ¿Que quieres?- Respondió enojada. Su madre no le había llamado desde que los abandonó.
- ¿Por qué me hablas en ese tono?- Dijo Carla apenada.
- Escucha Carla, no tengo tiempo para escucharte.
- Hija..
- ¡Te dije que no me llames así! -
- Disculpa- Susurró Carla - Yo sólo...
- Obviamente sólo eres tú, siempre se ha tratado de ti- Ana estaba furiosa con Carla.

Kate y Ethan se alejaron para darle espacio a Ana. Ellos sabían que después de esa conversación con su madre su amiga no terminaría bien, pero ellos estaban ahí para apoyarla.

- Rose, cariño...- balbucea nerviosa su madre.
- ¡No me digas cariño! Para ti soy Anastasia Steele - Dijo Ana poniéndo énfasis en «Steele».

Carla, estaba llorando al otro lado del teléfono, ella sabía de la rabia que sentía su hija, pero todo era su culpa. Ella los abandonó y no estuvo presente en los momentos más importantes ni cuando Ana más lo necesitó. A decir verdad nunca estuvo ahí para darle consuelo a su hija cuando Ray empeoraba por su enfermedad y luego de varios años, cuando murió. Nunca estuvo para celebrar sus cumpleaños o cuando fue su graduación.

- Anastasia, si esto no fuera importante no te llamaría por teléfono.
- ¿Que te sucedió? ¿Has decidido romperme el corazón otra vez? ¡Ya sé! Conociste a un hombre y quieres casarte con él porque te da las aventuras que tanto deseabas- Decía Ana con tono sarcástico.
- ¡Basta Anastasia!- Gritó Carla - Sé que estás enojada conmigo, pero no voy tolerar tu comportamiento de niña malcriada.
- Si sólo fuera enojo. Estoy muy dolida contigo-respondio Ana.
- Lo siento- dijo Carla con un nudo en la garganta.
-¡Y si estoy malcriada, es en parte tu culpa!- le interrumpió cada vez más furiosa.

Nada de lo que Carla dijiera podría lograr que Ana se calme, el resentimiento estaba ahí. Su padre enfermó de arterioesclerosis, y ella lo cuidó y gastó dinero que no tenía para que su padre esté más tiempo con ella.

- Con decir "lo siento" no remediarás nada.

Los recuerdos de Anastasia invadieron su mente.
Ana veía como Ray, estaba sentado en una silla. Se veía muy tranquilo...

¿Amor a primera vista? TE VEO CON EL CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora