LXX

1.1K 133 11
                                    

Christian, tratando de sentirse útil para Ana, le ayudó con mover muebles, retirar retratos, espejos y decoración de la sala de la casa. Mandó con un florista a pedir varios ramos de cestos con flores blancas. Lirios, peonías, gardenias, rosas, gerberas... La casa desprendía un reconfortante aroma a flores.

Ana salía de la habitación de su padre vestida con un conjunto de pantalón y blusa negra de manga larga y mantuvo su cabello peinado en una trenza francesa.

Christian se vistió con ropa que le llevó Taylor. Americana negra, pantalón y camisa negra, junto con unos lentes Ray-Ban aviator. La luz comenzaba a lastimarle los ojos y necesitaba descansar.

Kate, junto con Elliot llegaron esa misma tarde y subieron a su habitación, sin importarles las miradas incómodas de Carla, que molesta miraba entrar y salir a esa gente que era más cercana a su hija que ella.

En cuanto al resto de conocidos y amigos de Ana, J. J., Pareja de Ethan, solo estaba sentado en el sofá, acompañado de uno de sus hermanos, que también trabajaba en el hospital junto a él y de John, que pocas veces, se sentía impotente ante lo que estaba viendo a su alrededor.

La familia Grey: Carrick, Grace, Jack y Mia se acercaron a firmar un cuaderno sencillo que puso Ana en la mesa ratona expresando su agradecimiento y condolencias a Kate.

-¿Te consigo té, Mia?- le ofrece Jack a su mujer, que apagada miraba el entorno.
-Estoy bien, cariño... ¿Has visto a Elliot?
-No, pero seguro está con Kate.

Christian al ver a su familia llegar, se acerca a ellos y sin decir una palabra se acompañan y acompañan a J. J. Que sigue sin creer que Ethan ya no está.

Ajenas a todo, Kate y Ana miran la habitación de Ethan y piensan en lo mucho que lo van a extrañar.

Elliot, se mantiene cerca, pero les da espacio. Ellas lo conocieron mejor que cualquiera y al ver a Ana y ella asegurarle con un asentimiento que cuidara de Kate, decide bajar a la sala.

Va junto a sus padres, que le reciben como siempre: con los brazos abiertos y junto a sus hermanos acompañan a J. J. Que mira al vacío.

-¿Te ofrecemos algo, hermano?- ofrece Elliot al notar las manos temblorosas del joven.
-No...
-Ana debe tener algo para los nervios, amigo- comenta Jack a Christian.
-Vamos a la cocina, tal vez haya té de tila, o valeriana... Ana me da de esos para calmarme cuando estoy estresado.

Van a la cocina los jóvenes y preparan una gran tetera con agua caliente, platos con sobres de gran variedad de té, y una cafetera sencilla, pero Christian al ver la baja calidad del café hace cara de asco y va a buscar a Taylor, que espera indicaciones en el porche de la casa de Ana, junto a sus compañeros y Gail.

-¿Señor?
-El café que tiene Carla aquí es un asco. ¿Puedes conseguir café decente?
-En casa tomamos un café mexicano...
-De ese entonces... O no sé... Lo que ustedes quieran, pero por favor, que sepa a café.
-Voy yo por él - se ofrece Reynolds y de inmediato sube a una camioneta junto a su gemelo, Ryan.
-¿Otra cosa? Se los podemos pedir por mensaje- sugiere Gail soltándose del abrazo de Taylor.
-Reposteria, bocadillos, tal vez una comida liviana para los acompañantes y bebidas, por favor.
-Los tendrá en un momento, señor.

[...]

-¿Crees que mi hermano esté tranquilo?- pregunta Kate a Ana tumbada en la cama de su hermano y abrazando uno de sus suéteres.
-Si, Kate. Estaba sufriendo mucho por lo que vivió con Elena. Nada más lo recordó todo y fue como si el mundo se le viniera encima.
-¿Y yo?
-No estarás sola, amiga. Aquí me tienes. Lo sabes.
-Cierto.
-Además, no seré la única a tu lado.

Kate sonríe levemente, confortada por la imagen de Elliot dándole su amor y protección desde que se dieron la oportunidad.

Tras esa imagen, viene la imagen de Grace, maternal y cariñosa abriéndole las puertas de su hogar y siempre tratándola cómo una hija más.

Las imágenes de Carrick gentil ofreciéndole una bebida y comida caliente tras su fuga de la mansión Kavanagh. Mia con su efusividad y cariño de siempre, tratándola cómo una hermana, con paciencia enseñándole a cocinarle a Elliot, Jack cuando le brindó su apoyo para protegerlos a ella y su hermano de la irá de su padre. Christian, distante, pero siempre amable y dispuesto a proteger a cualquiera que sea importante para Ana, incluyéndola a ella y su hermano.

... Y al último a Ana y Ray.

Ellos les devolvieron a ella y su hermano la fé en el mundo.

Tras una profunda exhalación, deciden bajar a la sala, listas para recibir el apoyo de sus conocidos y amigos.

Al bajar las escaleras, Ana, antes que Kate se sorprendieron por encontrar la sala de su casa rodeada de sus conocidos en el hospital, del periódico, a la familia Grey, J. J. y su hermano; John Flynn y su esposa.

Y Elliot de pie junto a la escalera esperándolas para que entre todos recordarán a Ethan con cariño y alegría,cómo le hubiera gustado ser recordado.

Cada uno le daba abrazos y palabras de aliento a Kate, era quien más sentiría la pérdida,hasta llegar frente a J. J., El novio de Ethan.

-¿Estás bien, Josh?
-¡¿Y me preguntas a mí sí estoy bien?!- Le replica el joven con lágrimas en los ojos al verla tan triste.
-Tan típico de él, ¿verdad?
-Lo voy a extrañar, enana...
-Yo ya lo extraño mucho.
-Lo sé.

Se funden en un abrazo y lloran deseando paliar su dolor en compañía uno del otro.

Ana se refugia entre los brazos de Christian, agradecida de no pasar sola la partida de Ethan cómo pasaron la partida de Ray, hasta que ve llegar a más y más gente.

Taylor entró frente a una comitiva encabezada por su padre, Bruce Dickens, Marcus Welch, y más de los compañeros que tuvo Ethan durante su carrera como doctor.

Ana miraba maravillada cómo mucha gente se turnaba para darle a Kate un abrazo de aliento y deseos de fortaleza.

Lo que destrozó a Kate fue mientras
J. J. -o Josh, cómo le llamaba ella- conversaba con Elliot, Jack y Christian.

-Llevaré a Mia a descansar a mi casa, pero estará en nuestras oraciones.
-Gracias, lo aprecio mucho.
-Carrick no tarda también en irse...
-Lo comprendo.
-No sabía que Mia o tú recen, Jack- comenta Elliot antes de apurar la taza de café que tenía en la mano.
-Mamá nos educó católicos, y ahora, más que nunca necesitamos tener fé. O eso cree Mia.
-Ana una ocasión me dijo lo mismo. Que a alguien debemos dar gracias.
-No te entretenemos, Jack. Debe descansar Mia y no se irá de aquí sin ti.
-Vale. Nos vemos, muchachos... Hasta mañana, J. J. Rezaremos por el descanso de Ethan, y por ti.
-Por favor... Porque no sé que será de mí.

Kate al escucharlo tan destrozado no pudo evitar darse vuelta y lo abrazó.

-Aquí me tienes.

Ana miraba a Christian, agradecida de conocerlo, y pidiéndo a Dios que por favor ya se detuviera todo de una vez. Agradeció que Christian sobreviviera al accidente que tuvo en el helicóptero. Por sobrevivir cuando fue arroyado. Y porque pudo ver de nuevo.

Christian al sentir su mirada, y percibir la desolación de J. J. aferró a Ana más a su cuerpo y la miró con una sonrisa de absoluta adoración.

-¿Estás bien, bebé?
-Si, y tú, amor?
-Si...
-Te amo, Ana.
-Y yo a ti, Christian.

Depositó en la frente de Ana un beso y la dejó ir a lado de su amiga.

Ana envolvió entre sus brazos a J. J. y Kate, que se dejaron refugiar entre sus brazos y el calor de quienes fueron a despedir a Ethan.


¿Amor a primera vista? TE VEO CON EL CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora