¿Amor a primera vista? TE VEO CON EL CORAZÓN

III

Christian vuelve al Virginia Mason con la emoción de un niño a punto de estrenar zapatos. Si, desea volver a tener cerca a su enfermera con aroma a manzanas. Ésta ocasión, viene acompañado solamente por Jack, que lo lleva a la sala de espera para encontrarse con Flynn.

-Hola, John- le dice Christian al oler a su psiquiatra.
-¿Cómo sabes que soy yo?- pregunta provocativo.
-360° de Perry Ellis, siempre la usas.
-Me impresionas.
-Grace usa Flower, by Kenzo. Mi padre, 212 de Carolina Herrera; Jack usa Paco Rabanne, y puedo seguir...

John que se dió cuenta de la atracción entre él y Anastasia, decide probarlo al ver que ella se acerca a la sala de espera con unos documentos para él.

-Muy bien, Christian... Dime, ahora quién acaba de llegar- le dice provocativo.

Anastasia está confundida por lo que escucha, John solo le indica que se quede callada y ella se da cuenta de que su paciente de los ojos grises está de nuevo en consulta. Obedece y se queda de pie a lado de Flynn.

-Si no lo conozco no vale, Flynn- reclama Christian.
-Solo huele.

Christian suspira y se enfoca en los aromas del entorno, y de pronto ahí está, el aroma que él esperaba percibir desde que amaneció ese día.

Lo huele y en ese momento su mente va a la colección de fragancias que tiene su hermana en su habitación. Recuerda cada uno porque la mayoría él se los obsequió. Tras tomarse un momento, responde:

-Bella, de Nina Ricci.

Sonríe, solo conoce a una persona que hace que huela mucho mejor ese perfume.

-Hola, señorita Anastasia- saluda a su enfermera favorita.

Ana sonríe y Jack se impresiona. John trata de contener su asombro y le invita a Ana que se acerque más.

-Buenos días, señor Grey-- listo para su revisión- le saluda Ana con cortesía.
-Buenos días, señorita. Me da gusto olerla- responde con humor Christian.
-Christian, ve con la señorita, en un momento los alcanzo.

Ana tiende su mano y Christian la toma, se pone de pie y va con ella. Se quedan en la sala de espera Jack y John y comienzan a conversar.

-¿Sucede algo, Jack?
-Si, nunca ví a Christian así. Menos desde el accidente. Parecía ansioso por venir.
-Si, creo que le agradó la compañía.
-Si. He considerado contratar a una enfermera para que atienda y cuide a Christian cuando nosotros no podamos.
-Si. Además le hará compañía- añade John.
-¿Alguna recomendación?- pregunta Jack inseguro.
-No, pero tengo un contacto que tiene una agencia de empleo. Ahí podrías buscar.
-Lo aprecio, lo consultaré con Mia, sabes que ella es quien toma esas decisiones.
-Si, dile y en cuanto gustes les doy su número.

Continúan hablando, ellos también necesitan ayuda. No ha sido sencillo cambiar todos sus hábitos por la incapacidad de Christian. Y aunque ninguno se queja, saben todos que tienen que continuar su vida con normalidad.

Ana lleva a Christian al pabellón de urgencias, ya que tiene que recoger sus informes y llevarlos a la jefatura de enfermería para que se le asigne su área del siguiente turno. Lo deja de pie junto a unas camillas y ella busca sus documentos, y escucha tras él unos sollozos.

-¿Quién está ahí?- pregunta preocupado.

Tras él está un niño pequeño. Está en posición fetal sobre la camilla y cubre su cabeza con los brazos tratando de protegerse. Christian extiende sus manos para explorar su entorno y se topa con la camilla. Se acerca lentamente hasta tocar el pie del pequeño que en ese instante se encoje.