XXIX

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Anastasia sintió como su cuerpo se rompía en mil pedazos causándole un dolor que sólo había sentido cuando murió su padre.

Ella se acercó a Christian y empezó golpearle el pecho mientras le gritaba.

— ¡Por favor no me hagas esto!
— Cálmese, señorita...— dijo el doctor enfado al ver cómo Anastasia gritaba y lloraba— ¡Salga de aquí ahora! ¡Jefe, sáquela ahora!

Flynn al ver el dolor de Anastasia, miro a Christian y decidió hacer un último intento. Un intento de esperanza.

— ¡Anastasia sube el nivel de adrenalina... Ahora!— Gritó John tomando el desfibrilador.
— ¡¿Pero que piensa hacer?¿Acaso no ve que ese hombre a muerto?!— Le gritó el doctor.
— ¡Maldita sea Anastasia, obedece!— le grita Flinn cargando el desfibrilador. 

Anastasia como un zombie obedeció lo que ordenó Jhon Flynn. Inyectó en la vía que ya tenía Christian en el brazo adrenalina y masajeo el pecho para tratar de reanimar.

— ¡¿Pero que mierda están haciendo? Salgan de aquí o llamaré a los guardias! ¡Jefe, salga de aquí ahora y déjeme hacer mi trabajo! — Gritaba el doctor.

John puso el aparato en el pecho de Christian y le mandó una descarga eléctrica.

— ¡Guardias!
— Vamos, Christian... — dijo Jhon y le mandó otra descarga eléctrica.

Anastasia veía en shock lo que el doctor Flynn estaba haciendo. Se veía frenético y desesperado, gritaba y no permitía que nadie más lo tocara.

— ¡Vamos, Christian Grey, debes regresar, sólo tienes veintiocho años y no haz vivido nada! ¡Vamos, maldita sea!

Una nueva descarga fue enviada y está llegó directamente a su corazón que se había detenido por dos minutos.

— ¡Salgan ahora! — Insistió el doctor arrebatándole a Flynn de las manos el desfibrilador— Enfermera, avise que el paciente ha muerto y...

El doctor se detuvo repentinamente al ver que la máquina dejó de emitir ese de desesperante pitido y con un ritmo constante registraba el creciente pulso de Christian.

— ¿Eso significa...?— Susurró Anastasia incrédula.
— ¿Ha vuelto?— Dijo John entre aliviado y sorprendido.

El doctor sorprendido empezó a revisarlo.

— Sus... Sus signos vitales han vuelto... ¡Está vivo!

Anastasia sintió como si le hubieran perdonado la vida.

Gracias... Gracias Dios mío.

Las lágrimas seguían saliendo, pero ésta vez eran de felicidad.

— Lo logró— le dijo agradecida a John — le debo la vida ... Gracias...

Jhon sólo fue capaz de sonreírle. Lo que hizo fue arriesgado y posiblemente lo hubieran echado de su empleo por interferir en un aérea que no era la suya, pero juró salvar vidas y es justo lo que ha hecho.

— El pulso está débil al igual que su ritmo cardíaco, pero está vivo— añadió el doctor y miro a las dos enfermera que la acompañaban — por favor salgan de aquí... debemos estabilizarlo— añadió pero ésta vez mirando a John y Anastasia.
— Estaremos afuera. Vamos, Ana— dijo Jhon.

Anastasia a regañadientes salió, en la sala de espera ella abrazo a Flynn.

— Muchas gracias por lo que haz hecho— le dijo aliviada.
— Sólo actúe por instinto y desesperación... Creo que ni siquiera fui capaz de pensar con claridad— respondió él.
— Y te lo agradezco más que las palabras puedan expresar. Dime cómo puedo pagarte lo que acabas de hacer.

¿Amor a primera vista? TE VEO CON EL CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora