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—Quédate quieto— me regaño Maelis mientras acomodaba mi corbata o eso creía porque terminó ahorcándome. Tuve que alejarme y picar la corbata con una tijera porque el nudo se había enredado. Seguí tociendo hasta que volví a acercarme a ella que seguía sonrojada y con la cara gacha— ¿Estás molesto?

—No— dije y la abracé— eres mi amiga ¿Como podría molestarme contigo? Peeeero... por favor no vuelvas a intentar matarme— reímos y la puerta se abrió dejando ver a Clar quien nos miró abrazados y luego a la corbata.

—¿Son novios?— pregunta y me sonroja separándome de Maelis.

—¡No!— dijimos los dos a la vez.

—Vale, vale... ¿por qué la corbata está destrozada?

—Casi ahorcó a Matt haciéndole un nudo— Clar se le pusieron rojas las orejas antes de empezar a reír mientras se sostenía el estómago y nos señalaba a los dos. Su risa fue tan dramática que Maelis y yo no pudimos resistirnos a reír con él— ¡me... me voy hacer pipí!— río más fuerte y cayó al suelo riendo todavía.

Mamá entró a la habitación viéndonos raro sin entender el motivo de nuestra risa escandalosa y a Clar en en el suelo riendo sin parar.

—¿De qué se ríen?— preguntó.

—Maelis... Matthew... ahorcó... corbatas— decía Clar mié tras reía más fuerte, mamá nos miró.

—¿Matthew?

—Es que Maelia ató mal el nudo de mi corbata y me estaba ahogando— abrió sus ojos y negué con la cabeza.

—Bueno, Clar, levántate, ya van a llegar los invitados y ustedes no están listos— nos regañó mamá y eso hicimos.

Diez minutos más tarde ya estábamos bajando las escaleras para esperar en la puerta a más personas que venían, la verdad no conocía a nadie pero mamá dijo que eran solo Allamand's los que venían.

Las personas empezaron a llegar y eran como quince. Cuando la última llegó nos sentamos en la mesa que había preparado mamá y todo estaba muy elegante como para querer tocar o comer algo de lo que había.

—Esta noches los he reunido a todos para presentar a mi hijo— todos miraron a papá incrédulo mientras Clar y yo estábamos cada uno a su lado y mamá entre nosotros— Matthew Allamand— me señaló y alce la mano saludando a todos, que tardaron pocos minutos en acercarse a mí y empezar me a hacer muchas preguntas y abrazarme mientras me daban la bienvenida a la familia.

—Eres hermoso cariño— dijo la que reconozco como la tía Carmen, esposa del hermano de mi padre— Bienvenido a la familia, siempre que necesites hablar o apoyo solo llámame— beso mi mejilla y se apartó.

—Gracias tía— sonreí— usted también es muy hermosa y espero que podamos ser amigos— sonrió y beso mi frente antes de ser arrastrada por su esposo.

—¡Uy pero que bombón!— una muchacha rubia y muy hermosa me cargó en brazos y me dio vueltas, era la misma.— eres un digno Allamand, tienes nuestros genes, sólo espero que no seas como los estúpidos de mis hermanos— sonrió e hice lo mismo, mire sus ojos idénticos a los míos— Soy Neila cariño, abrázame que no como gente y mucho menos a mi familia— la abrace y bese su mejilla para que luego me bajara.

—Eres muy linda— puse mi mano en su mejilla acariciándola.

—¿Qué esperabas? Soy una Allamand, la más bella de todas— sonrió— A ver, cuéntame ¿te sientes bien con esto?

—Supongo que sí— me encogí de hombros.

—No lo supongan amor, siempre debes saber lo que quieres porque o si no te jodes ¿entendido?— asentí— con palabras soldados.

Lo Siento, Francés #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora