Corro detrás de Sebastián que va a todo dar mientras varias se le quedan viendo y ríen coquetas con él. De un momento a otro desaparece de mi vista y me veo obligada a apoyar mis manos en mis rodillas para poder recuperar la respiración.
Le había dicho dicho idiota de mi gemelo que quería hacer ejerció, pero no que me levantara a las cinco en punto de la mañana a correr por todo el parque. Estaba cansada, no podía seguir corriendo y me estaba sobre esforzando.
Mire la hora en el reloj fijándome que son las siete de la mañana y pronto podría ir a ver a mi nana. Suspire recordando todo lo que tenía que contarle.
El día de ayer me había enterado de que era la legítima esposa del multimillonario Matthew Allamand, confirmado por el mismo Sebastián Andrade que venía otra vez corriendo hacia mí con una sonrisa en su rostro.
—Ya tengo lo que he venido a buscar— señaló un papel en su mano con un número telefónico— hoy se come— fruncí el ceño enderezandome y mirándolo mal.
—Venimos acá a correr como locos solo para que consigas un número telefónico— suspire tanto de calmarme— ¡No pudiste venir tu solo!— Sebastián se río.
—No te enojes hermanita. A las chicas les gustan más los chicos que parecen imposibles y al verme con una morenaza como tu les pareció una meta— se rió cínicamente y golpee su hombro con fuerza— Vamos Liza, no me digas que sigues enojada por lo otro.
Anoche después de haber descubierto que estoy casada baje las escaleras encontrándome con mi hermano que pareciera querer salir corriendo al ver mi rostro desorientado. Me había sentado a su lado y le había preguntado como nos casamos el francés y yo, el muy tonto me dijo que nadie sabía, que un día en el nacimiento de Damian el casualmente se le salió de los labios.
—Vamos Liza, tienes que aclarar las cosas con él. Poco a poco te irás enterando del resto de las cosas. Ten paciencia.
—He tenido paciencia estos jodidos siete meses, no recuerdo una parte de mi vida y eso me hace sentir realmente estúpida. ¡Tengo veintinueve años Sebastián, tengo derecho saber que lo pasó en mi vida!— mi hermano pasó su brazo por mis hombros.
—Más pronto de lo que crees todo será revelado ¿Vale? Ahora vamos a comer algo, hay una cafetería cercana.
—Quiero ir a ver a nana.
—Luego iremos a casa, nos alistamos e iremos a ver a nana.
Bufé.
•••
Sebastián pidió waffles para ambos junto a un vaso de chocolate. Estábamos en la dichosa cafetería que había dicho.
Hace diez minutos que habías llegado aquí encontrándonos con una no grata sorpresa para mí hermano. Mi ex cuñada estaba con el mismo amigo que había asistido a la disco con ella. Mi hermano bufo volteando la mirada una vez más.
Isabel que estaba junto a quien recuerdo como su jefe desayunando en una muy alegre conversación, no se había dado cuenta de nuestra presencia en el lugar.
—¿Aún no la superas? — mi gemelo me miró mal.
—La supere, no la amo, pero eso no quita que me disguste el hecho de que diga con el estúpido con el que me engaño— abrí los ojos sorprendida.
—¿Él…?— mire sorprendida a Isabel que seguía riendo con aquel hombre.
—El estúpido se había hecho pasar por mi amigo, yendo a mi casa aún aún Isabel estaba sola. Un día los acosté en nuestra jodida maldita cama teniendo sexo ¿Es irónico cierto? Todos pensando que el infiel de la relación sería yo, todos se equivocaron.
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Lo Siento, Francés #3
Teen FictionA veces los sueños se vuelven reales. Publicado: 12/09/2021 Hora: 11:37 NO PERMITO COPIA, PLAGIO U DISTRIBUCIÓN SIN MK CONSENTIMIENTO O HABRAN CONSECUENCIAS LEGALES.