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Leo la nota periódica leyendo el anuncio de mi matrimonio.

—El joven Allamand nuevamente está comprometido. Luego de su repentina ruptura con la joven Mía, que en paz descanse, ha vuelto a comprometerse con la joven Karina Dell luego de dos años.

Karina a mi lado chilla de la emoción pidiendo que continúe.

Se rumora que la boda se celebrará este sábado 21 de marzo en la Villa De Sevilla.
Así como también se rumorea que es un matrimonio arreglado.

–¡Es mentira!— exclamó Karina sentándose en mis piernas. Si tan solo supiera— ¿es mentira cierto?

Suerte que Clar entró al jardín de mamá junto a Sandra que como siempre está sonrojada con su mano envuelta en la de Clar. El día estaba soleado y no sé por qué carajos nos ha hecho esperar tanto. Clar nos citó a todos en casa de mamá ya que tenía que decirnos algo. 

Marcela venía detrás con la tía Neila luciendo un lindo vestido púrpura que le compró la tía. El abuelo y papá venían junto a mamá y todos se sentaron en el sofá de la caseta del jardín.

—¿Y bien?— Karina se sentó a mi lado cuando él abuelo nos dio una mirada severa.

Clar y Sandra empezaron a repartir unos pequeños regalos a cada uno y se sentaron en medio mirando a todos. La chica ya no estaba tan sonroja e incluso es muy amiga de la tía Neila.

—¿Qué se supone que vamos hacer?— indagó dudoso.

—A la cuenta de tres abrirán la caja y el que tenga un papelito en ella se levantarán a leerlo— dijo la chica en un francés más o menos entendible. 

—1...— empezó Clar.

—2— dijo ella.

—3...— ambos dijeron a coro y todos empezamos a abrir los regalos que tenía un ponqués adentro—¿Bien?— Ella y Clar caminaron viendo la cajas de cada uno y cuando llegaron a Marcela sonrieron— así que le tocó a la pequeña rubia— sonrió Clar agarrando su mano y llevándola al centro junto a su esposa.

–Cuando estés lista puedes decirlo— dijo ella.

—Bueno— comenzó Marcela sonriendo— dice, vo-voy hacer tía!— chilló la pequeña rubia de doce años abrazando a Sandra.

—Me siento cambiado— dijo Clar y todos se levantaron a abrazar a la chica que sonreía mucho y trataba de no llorar. Por último fuimos Karina y yo, la primera se disculpó por no traerle un regalo.

—¿Cuánto tiempo tienes?

—Un mes— dijo Clar con una enorme sonrisa y sonreí abrazándolo.

—Felicidades hermano— palmeó su espalda y abrazo a la chica— Felicidades cuñada, espero qué tengas la paciencia necesaria— di un beso en su frente haciendo que se sonrojara. Camine nuevamente a Karina que estaba hablando con mamá.

—Me voy a robar a Karina— dije a mamá y esta sonrió cuando agarre la mano de Karina y caminamos a la cocina.

—Los siguientes seremos nosotros— dijo.

—No.

—¿Por qué?

—Porque... no estamos listos y somos muy jóvenes.

...

Mito impaciente la hora y luego nuevamente a la puerta por donde tuvo que haber entrado hace quince minutos. Suspiro y miro nuevamente mi reloj mientras doy un trago de café.

Me estoy congelando del frío que está haciendo y el que no llegue rápido me desespera. Son las cuatro de la madrugada y además Karina no sabe que salí por lo tanto si se despierta le dará un ataque si no me ve.

Lo Siento, Francés #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora