Aún seguía pegada a la espalda de Matthew con una sonrisa mientras sentía el frío colarse en mis brazos desnudos. Matthew conducía rápido por una calle solitaria y admito que sentí miedo, pero supongo que debo arriesgarme a vivir.
No sé cuánto tiempo llevábamos en carretera, pero me encantaba y no quería parar. Nuestro camino era iluminado por las estrellas y la luna creciente.
-Hemos llegado- me solté de el rubio, me siento extraña ante el alejamiento de su cuerpo y extrañando su calor corporal.
Inmediatamente me bajé de la moto, miré todo a mi alrededor y solo vi una cabaña no muy grande. ¿Acaso él me había traído aquí para hacer eso? Porque de ser así me decepcionará mucho y seria nuestro alejamiento definitivo.
-Vamos, la comida va a enfriarse- dijo posando su mano en mi cintura y al ver que no me movía se detuvo a mirarme-¿ qué sucede?- pregunto algo inquieto.
-¿A qué me has traído acá?- pregunte en un murmuró y él frunció el ceño para luego mirarme con pena.
-No es lo que piensas, jamás haría algo como eso y mucho menos si tu no estas lista- me sentí aliviada ante sus palabras- me cortaría las manos antes de hacerte daño. Solo te he traído a pasar un momento juntos que no llegará a eso, al menos no así- Matthew me extendió su mano y aunque dudé en tomarla lo hice. Estas estaban frías.
Quedé sorprendida ante lo hermoso que estaba todo por dentro, la cabaña es realmente pequeña pero aun así su interior es hermoso. Había una colchoneta roja en el suelo con cojines blancos, una mesa en medio llena de comida y bebidas, sin contar las cortinas blancas transparentes que nos daban la bienvenida y así formaban la vista a la pantalla gigante que había enfrente de nosotros.
Estaba todo realmente hermoso y el olor que desprendía me volvía loca.
-¿Te gusta?- preguntó él francés a mi lado, notablemente inquieto.
-Me encanta- murmure al quitarme los converse y entrar. Me senté en la suave y blanda colchoneta. Le sonreí en su dirección- Te la has jugado bien- le dije cuando se sentó a mi lado.
-Me alegra que te guste- Matthew sacó una caja del rincón con un montón de CD- ¿Qué película te apetece ver?- preguntó mientras rebuscaba en la caja.
Por alguna extraña razón me sentí decepcionada.
-Matthew- lo llame y este me miró inmediatamente.
-Dime.
-¿Ahora si vas a responderme?- él asintió.
-Liza yo...
-Sin rodeos.
Tomó una bocanada de aire.
-Quiero que seas mía- murmuró.
Mis ojos se abrieron, se abrieron tanto que me dolieron.
-No puedo ser tuya Matthew- murmure con miedo a su reacción- estoy sucia- Matthew negó.
-No Liza, no estas sucia- el se acercó a mí tomando mi rostro en sus manos, mis lágrimas comenzaron a salir sin poder evitarlo- No llores joder, me duele verte así y no poder hacer nada para evitarlo- negué, me sentía tan mal, pero tenía que decírselo o se llevaría una decepción cuando supiera que fui abusada y ya no soy pura.
-Lo siento, yo no puedo- intenté apartar mi cara pero su agarre se afirmó más y me hizo mirarlo.
-No estas sucia bonita, lo que pasó no es tu culpa. Maldición, nada de lo que pasó es tu culpa- exclamó, dejándome asombrada ante el hecho de que supiera lo que pasó.
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Lo Siento, Francés #3
Teen FictionA veces los sueños se vuelven reales. Publicado: 12/09/2021 Hora: 11:37 NO PERMITO COPIA, PLAGIO U DISTRIBUCIÓN SIN MK CONSENTIMIENTO O HABRAN CONSECUENCIAS LEGALES.