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Muevo mis pies ansioso de que abran la puerta. Ya no tengo uñas, jamás en mi vida me había sentido tan ansioso y nervioso a la vez; mi respiración es pesada y la cabeza me palpita mientras me lleno de paciencia tomando respiraciones hondas.

apenas amanece y siento mi corazón doler al no haber pasado una noche a su lado, es tan raro no verla dormir que siento una parte de mi vacía por completo. 

Anoche cuando ella se quedó dormida tuve que irme a mi casa pero apenas amaneció me vine, no podía esperar más, quiero estar con ella en esto no quiero dejarla sola. Se que ella estará bien, sé que podrá recuperarse y aunque no pueda recuperar por completo su vida no voy a dejarla sola

Se que ella es muy fuerte y esto no es nada para ella, se que se va a recuperar y podremos hablar, pero ahora... Ahora mismo solo me importa que ella se ponga mejor, que sus tratamientos tengan buenos resultados y así tenga que ir al fin del mundo para que ella esté mejor lo haría. Nunca había sentido la necesidad de tener a una persona en mi vida, hasta que no la tuve, hasta que no la tuve a ella, posiblemente me odie cuando esté bien, pero no voy a dejarla hasta que ella esté completamente recuperada.

La puerta de la habitación se abre y me levanto inmediatamente seguido de mis acompañantes en la sala, él me mira y antes de que pueda decir algo me interrumpe.

—Ella está bien, está estable y no hay riesgos— suelto un largo suspiro cuando termina— ahora mismo le están haciendo las terapias, ninguna parte de su cuerpo reacciona y solo sabe decir algunas palabras. Pueden pasar a verla dos personas cuando termine. Matthew, necesito hablar contigo— el doctor me pide, asiento, doy una mirada a los demás antes de irme con él.

No digo nada, no dice nada. Me siento en frente de él cuando entramos a la oficina y me mira esperando alguna reacción de mi parte que no tengo.

—Estuviste hablando con ella, cierto— asiento— supiste cómo tratarla, eso es bueno...

—¿A qué viene todo esto?

—... preguntó por su "amigo"— mi pecho se apretó, asentí— puedes quedarte cerca de ella... solo hay que buscar una manera que no la afecte.

–¿Qué manera? No vas a pedirme que sea el que limpie o un enfermero porque no se ni mierda de eso— él sonrió negando.

—Estabas muy callado, me estaba preocupando — bufé echando mi cuerpo atrás— Puedes ser un enfermero para ella.

—No sé nada de eso.

—Déjame terminar, hombre. Puedes estar con ella, hablarle de su vida, puedes hacerte su amigo. Eso la ayudará— no digo nada— los procedimientos médicos los hará un experto, tu solo podrías ser su compañero.

La propuesta no me parecía nada mal, de hecho es demasiado buena y tentadora, solo que me aterra la idea de hacer algo mal y ella me odie y no quiera verme más. No es tan fácil como parece.

Quiero estar cerca de ella, eso es indudable, es más quiero estar cerca de ella. Quiero recuperarla, de una forma diferente, no solo como "pareja sexual", sino como lo que es, mi esposa. 

Muevo mi pies tratando de pensar si eso será bueno o no, de si esto realmente le hará bien o si ella estando consciente de todo lo permitiría. Me inclinó inclinó delante poniendo mis antebrazos sobre el escritorio.

—Está bien— aceptó y él asiente.

—Cuando quieras puedes comenzar, te facilitaremos un uniforme y puedes pasar a verla— asiento levantándome junto a él, estrechó su mano.

—Si ella se cura lo antes posible, lo hará millonario.

—Eso no depende de mí, Matthew.

Lo sigo fuera de la oficina y caminó a la sala donde están los demás, se levantan al verme.

Lo Siento, Francés #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora