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Miro de reojo a la chica que viene caminando a mi efusivamente. Trago grueso y miró a Marcela pedirme que le pase los colores.

—¡Hola!— chilla y tengo que hacer el esfuerzo por no hacer la más mínima mueca. Giró la cara para verla cuando Marcela se levanta abrazando a la rubia que le devuelve el abrazo— ¡Marce, Matthew!

—Hola Karina— la saludo mientras me levanto y beso sus mejillas— que gusto volver a verte.

—Lo mismo digo— me sorprende cuando agarra mis mejillas y besa mis labios.

—¿Son novios?— pregunta mi hermana.

—No— decimos los dos al mismo tiempo.

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—¿Quieres ir a tomar un café?— se apresura Karina y se levanta de mi asiento.

—Karina, sé que hubo algo entre nosotros. Pero ahora mismo no estoy interesado en nada de eso...

—Yo tampoco, estos últimos meses de viaje me hizo recapacitar, además podemos ser amigos y mantener una relación sexual— la mire con ojos entrecerrados y asentí—¿Entonces, vamos por el café?

No lo voy a negar, Karina me cae bien y por qué no, me gusta y provoca cosas en mi. Con la diferencia de que ella misma sabe que no puedo sentir por ella algo que no sea sexual y atracción física.

Pongo mi mano en su cintura caminando fuera de la oficina con ella. Cuando bajamos miró a Eladio mirarme confundido y le doy un asentimiento de cabeza abriendo su puerta y luego entrando yo, Karina me da una sonrisa que le devuelvo.

Las calles aún siguen repletas de nieve y está haciendo mucho frío. Doy una sonrisa recordando a una rubia y una castaña que les encantaba hacer ángeles de nieve y extraño mucho.

—¿Cómo te fue por Irlanda?— inicia una conversación tratando de alejar a mis dos mejores amigas que ya nuestra relación no es la misma.

Tengo meses sin ver a Mia por lo que su padre se la llevó del país muy lejos, entiendo que su punto de vista con la mujer es diferente, respeto su manera de pensar pero él debe respetar la manera de pensar de sus hijas. Me molesta que no la haya dejado ni despedirse de su mejor amigo o incluso de la misma Maelis.

Por otra parte Maelis se ha mudado a Nueva York a hacer sus prácticas y convertirse en toda una cirujana. Cada vez que puede me envía fotos de ella comiendo sola o incluso cuando conoce a alguien que le cae bien.

Ignacio está apunto de volver y supongo qué está vez va a quedarse, su padre tiene negocios aquí también que no puede descuidar y yo necesito a mi mejor amigo. 

Clar y su esposa duraron unos días aquí luego de que mamá asfixiara a la chica con preguntas nuevamente. Marcela estaba encantada con ella y siempre le pedía quedarse con ella, Clar se frustraba.

—¡Bien! Extraña aquí, a Mae— le doy una sonrisa— a Ign, a Mia y a ti... creo que me sentí sola por primera vez en mi vida— suspiró dramáticamente— me sentí como Jerry cuando no está Tom— una risilla surgió de mi garganta y le di una mirada de reojo. Tenía tiempo sin reír.

—¿Qué cosas dices?

—En serio, mis padres siempre viajan y ustedes son lo más cercano que llegue a tener de amigos.

No dije nada, la verdad no soy bueno dando palabras de apoyo.

–¿Qué tienes planeado hacer?

—Por el momento estoy buscando trabajo que no sea con mi padre— por lo que se estudia comunicación internacional — planeo quedarme aquí, con usted— la mire empezar a buscar algo que poner en la radio.

Lo Siento, Francés #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora