Los trillizos hasta el momento ya habían reservado en un hotel sus habitaciones, también habían planeado algunas actividades como el patinaje en hielo, cenas, esquí, etc. Únicamente faltaba lo más importante de todo, decirle a Louis. El mismo Louis quién estaba muy enojado al teléfono discutiendo con alguien del trabajo, por lo que decidieron enviar a los niños a darle la noticia, con ellos no se enojaria seguramente.
- Mami - dijo James mirando al castaño con el ceño fruncido.
- ¿qué pasa amor? - preguntó Louis desviando su mirada a él dandose cuenta que sus tres pequeños estaban allí.
- Queremos decirte algo - dijo Noah buscando la tarjeta que tenía que darle.
Louis alzó una ceja y miró a Alex quien se encogió de hombros restandole importancia. Noah finalmente encontró el volante y se le entregó.
- Esquiar en los Alphes - Louis leyó en voz alta - ¿qué tiene esto?
- Pasaremos tu cumpleaños y navidad en Suiza - chilló Noah.
Louis sonrió tiernamente - Gracias por esto mis amores, será la mejor navidad y cumpleaños de todos... Ahora, vayan a empacar sus cosas.
Los trillizos sonrieron felices y corrieron a su habitación emocionados por el día de mañana y empacaron muchos abrigos y obviamente el regalo de su madre.
Louis creyó que este viaje le sentaría muy bien ya que últimamente había pasado muy estresado en el trabajo y muy ocupado, necesitaba dedicarle tiempo a su familia.
Para el siguiente día, las maletas estaban listas apiladas al lado de la puerta, afuera la nieve había comenzado a caer, los tigres más jóvenes se divertían en el jardín con los pequeños copos de nieve que comenzaban a adornar el jardín.
Las gemelas Tomlinson se habían ofrecido a cuidar de los tigres mientras los chicos se iban de vacaciones, no era mucho cuido realmente, únicamente encargarse de alimentarlos y evitar que las puertas de sus jaulas se congelen. Y Edward confiaba en que eran lo suficientemente responsables para cuidar de sus bebés.
No tardaron mucho en llegar al aeropuerto y tomar su vuelo, fue difícil al principio ya que los trillizos no se quedaban quietos, incluso pelearon por una almohada pero no tardaron mucho en quedarse completamente dormidos mientras sus padres miraban una película. Louis era quien en la mayor parte del viaje estuvo con su laptop terminando de revisar algunas facturas y perfiles estudiantiles, recientemente había aceptado admitir algunos estudiantes como pasantía y era aún más trabajo por hacer, tener que revisar cientos de perfiles para elegir quiénes podrían tener su pasantía en la empresa, el trabajo nunca descansa, ni siquiera en víspera de navidad.
Para cuando el avión finalmente aterrizó, Louis había elegido cien estudiantes para obtener su pasantía y se sentía conforme con quienes compartiría su labor, además de haber dormido una hora de viaje y estaba listo para disfrutar de sus mini vacaciones.
Al bajar del avión el frío los golpeó y fueron a retirar sus maletas, un auto ya los estaba esperando para llevarlos al hotel. Habían elegido el pueblo de Grindelwald, Suiza, perfecto para Esquiar, la mayoría de las casas estaban construidas de madera dándole un toque más rústico y todo estaba cubierto de blanco, nieve por todas partes y luces de navidad adornando los árboles y casas.
Cuando llegaron al hotel, se suponía que les asignarían dos habitaciones con tres camas cada una lo suficientemente grandes y acogedoras pero resultó que Harry no terminó de reservar el hotel.
Marcel estaba furioso, su rostro estaba rojo no sabían si por el frío o por el enojo.
La recepcionista estaba apenada - Realmente lo siento señores, todas las habitaciones están ocupadas por ser estas fechas, no podemos hospedarlos.
- ¿No hay algo donde podamos quedarnos? - preguntó Edward conteniendo su enojo por su hermano.
- Hay una casa de alquiler vacacional pero nadie la ha querido debido a su alto precio por la temporada - respondió amablemente la chica.
- La queremos, Harry paga por no reservar con anticipación - dice Marcel rápidamente.
Harry rueda los ojos - Bien, no creo que sea taaaan costosa.
La chica le sonrió y le entregó una página para que la llenara con sus datos y luego el rizado entregó su tarjeta.
- ¿Cuántos días nos quedaremos? - preguntó Louis.
- Desde ahora 20 de diciembre hasta el 27 de diciembre. - dijo Marcel.
- Son cuarenta mil dólares, no incluye comidas, únicamente el alojamiento, calefacción, uso de todos los muebles, ropa de cama y electrodomésticos esenciales. - dice la chica cobrando el dinero de la tarjeta.
- Espera, sólo la muy cabaña vale eso? Y no incluye comida?! - preguntó Harry.
La chica le sonrió - Eso es extra.
- Agrégalo - dijo Louis - También agregame tres citas en el spá y un lugar dónde mis pequeños se puedan ir a divertir.
- ¿Lo cobro de la misma tarjeta? - preguntó.
- Por supuesto - dijo Louis dándole una pequeña sonrisa.
En unos cuantos minutos más fueron llevados hasta la cabaña en la que se quedarían la semana completa, pero no estaba mal, contaba con seis habitaciones, cada una con su baño completo y espacio, una cama cómoda, chimenea, calefacción, tv, Internet, cocina, las paredes eran bastante rústicas pero elegantes al mismo tiempo.
Louis bostezó, estaba completamente agotado y necesitaba dormir. - Buenas noches chicos, cenan sin mi, pero necesito dormir mucho - dijo dándole un beso en la frente a cada pequeño.
- "buenas noches mami" - dijeron al unísono y corrieron hasta el sofá para ver alguna caricatura.
Louis les dedicó una sonrisa y se paró en puntitas para dejar un pequeño beso en los labios de los trillizos mayores. - Mañana nos divertiremos, les tengo una sorpresa - les guiñó el ojo.
Los rizados suspiraron con una sonrisa tonta tirando de sus labios mientras veían como Louis subía las escaleras y desaparecía en el pasillo.
- Bien chicos, a elegir una película mientras esperamos que nos traigan la cena - dijo Marcel y todos tomaron su respectivo asiento frente a la televisión.
- Hay que ver el Grinch - dijo Harry.
- ¡Sii! - gritaron los niños.
Así que minutos después, el Grinch se estaba reproduciendo en la gran pantalla.
- El Grinch me recuerda a papi Edward - dijo Alex y todos murmuraron un "si" deacuerdo con él.
Edward gruñó y se durmió a media película. Los niños, Harry y Marcel comieron mientras él seguía durmiendo y luego terminaron por dormirse todos en el sofá, unos sobre otros mientras el fuego de la chimenea se consumía con el pasar de las horas.
Mañana sería un nuevo día que les traería muchas nuevas experiencias inolvidables.
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NOTA: omgggggg ya faltan como 3 días para que Lou cumpla 30, lloro.Gracias por leer, que tengan bonito día o noche, les amo <3