Capítulo 14

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No me maten, aquí está la segunda parte

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La habitación estaba a oscuras cuando ingresaron a ella, solo se podía escuchar la respiración de cada uno y sus jadeos mientras se besaban desesperadamente en las penumbras. Habían dejado sus ropas en la entrada de la habitación y se encontraban completamente desnudos, ninguno se atrevía a dar el siguiente paso y ya se estaban preocupando por ello.

Edward y Harry se besaban chocando sus dientes y mordiendo sus labios mientras gruñian peleando por quien llevaba el control del beso. Marcel había ido a buscar lubricante mientras ellos continuaban con lo suyo.

Cuando Marcel volvió, dejó el lubricante en la cama, Edward lo tomó y encendió la lampara al lado de su cama. - Ustedes primero.

Harry bufó y Marcel rodó los ojos, sin embargo no dijeron nada.

- En cuatro - ordenó el mayor y ambos obedecieron.

Edward se deleitó con ello, creyó que le darían un golpe y se irían, nunca creyó que llegarían a esto, sin embargo, ahora tenía a ambos expuestos ante él. Abrió el lubricante y exparció el líquido en sus dedos, luego los dirigió a hasta ambas entradas.

Marcel y Harry dieron un respingo al sentir el frío del del lubricante, sus cuerpos estaban tensos y Edward lo notó. - Si no se relajan, esto va a doler y no van a disfrutar nada.

Ambos chicos suspiraron tratando de relajar su cuerpo, no iban a mentir, tenían miedo.

Edward delineó sus entradas suavemente llenandolas de lubricante y masajeando suavemente, cuando notó como ambos se relajaron metió suavemente la punta de su dedo, luego lo introdujo por completo suavemente.

Harry frunció el ceño tratando de acostumbrarse a la pequeña intromisión, Marcel sintió un pequeño dolor sin embargo le gustó aquella sensación, obviamente no lo admitiría en voz alta.

Edward comenzó a meter y sacar su dedo suavemente, cuando vio que ya no había más tensión sobre sus cuerpos y como suaves jadeos se escapaban de sus bocas, metió un segundo dedo y siguió con su trabajo abriendo sus dedos en forma de tijeras, dilatandolos.

Unos minutos más tarde, ambos estaban gimiendo mientras apretaban la sábana con sus manos, sus pollas estaban completamente duras rozando las sábanas bajo sus cuerpos.

Edward rió y sacó sus dedos de ellos, tomó su pene y lo lubricó. - Bien, yo sé lo hago a Harry, Harry a Marcel y... Marcel a mi.

Marcel asintió de acuerdo sentándose en la cama y comenzando a masturbarse. Edward alineó su pene en la pequeña entrada de Harry y la rozó repetidas veces desesperandolo.

- Mierda, solo mételo - gruñó Harry.

- Como quieras, hermanito  - Edward sonrió y lo metió de una sola estocada.

Harry gritó. - Jodida mierda mal parida.

Marcel rió sin poder evitarlo - Joder, hasta en esto discuten.

- Tú cállate que luego te partiré en dos - sentenció Harry al menor.

Edward tomó a Harry de las caderas y comenzó a moverse suavemente. Aquello para Harry era extraño, su cuerpo no terminaba de adaptarse al tamaño de Edward, se sentía demasiado lleno y por un momento se preguntó ¿cómo hacía Louis para tomar a los tres al mismo tiempo?

Edward le dio una fuerte nalgada dejando su piel roja.

- Mierda, no hagas eso, no soy tu puta - gruñó Harry.

- Pero bien que se lo haces a Louis - rió con sorna.

- E-Es diferente. - gruñó.

Sintió una ola de placer recorrer todo su cuerpo cuando de improvisto Edward tocó su punto llenándolo de placer, gimió roncamente y arqueó su espalda cuando el mayor le daba justo en ese punto una y otra vez, cerró sus puños apretando las sábanas y se corrió fuertemente sobre las sábanas.

Edward salió de él aún con su polla dura y Harry se dejó caer en la cama recuperándose del orgasmo.

- En cuatro  - ordenó Marcel a Edward.

El mayor asintió y se colocó en cuatro, estaba avergonzado de estar en esa posición tan expuesto ante los ojos de su hermano. Marcel lubricó bien su entrada y la masajeó suavemente abriendose paso con sus dedos, el mayor gimió sin poder evitarlo haciendo sonreír al contrario, agregó otro dedo y comenzó a penetrarlo con ellos, una y otra vez.

Edward gruñó al sentir como Marcel rozaba su agujero listo para entrar, suspiró y se preparó para recibirlo, poco a poco con suavidad fue entrando hasta llenarlo por completo. Dejó un momento esperando que se acostumbrara y comenzó a moverse dando pequeñas estocadas, poco a poco fue aumentando el ritmo, los rizos largos del mayor caían por su espalda y Marcel sonrió tomándolo del cabello para moverse más rápido.

- ¡ah! ¿Qué mierda te crees? - gruñó Edward.

Marcel no respondió y siguió follandolo buscando su propio orgasmo.

- ¡joder! - gimió cerrando sus ojos. Marcel gruñó sintiendo el cosquilleo familiar en su abdomen.

Golpeó una y otra vez hasta que se derramó dentro del mayor, Edward gimió corriendose sobre las sábanas. Marcel salió de su interior y el mayor se dejó caer sobre las sábanas a la par de Harry.

- ¿Listo para otra ronda? - Preguntó Harry. Marcel sonrió nervioso.

Harry se acercó y lo acostó en la cama, ambos se miraron a los ojos y rieron, Marcel tomó ambos miembros y los comenzó a masturbar hasta lograr ambas erecciones mientras se devoraban las bocas.

- ¿Listo? - preguntó una vez estaba a punto de entrar.

Marcel asintió y Harry tomó sus manos apretandolas contra el colchón, poco a poco fue mentiendola hasta estar completamente dentro de él, gimió por la estrechez y dio la primera estocada gimiendo junto al contrario.

El menor movió sus caderas para que Harry procediera y así lo hizo enterrandose una y otra vez suavemente.  Conforme pasaban los minutos las embestidas iban en aumento tocando en repetidas ocasiones el punto en su interior que lo hacía gemir y aruñas los brazos y espalda.

No tardó mucho en que sus segundos orgasmos los envolvieran haciéndolos gemir fuerte y cerrar sus ojos mientras se corrían, Harry en su interior y Marcel sobre ambos abdomenes.

Sus cuerpos estaban lo suficientemente marcados como para que alguien notara lo que habían hecho, arañazos y mordidas decoraban sus pieles.

- Bien, nadie volverá a hablar de esto - dijo Edward. Los otros dos rieron y murmuraron deacuerdo con él.

Al siguiente día, Louis se levantó de muy buen humor decidido a dar un pequeño tours junto a Tom por la ciudad, lo había llamado hace unos momentos y el mayor prometió estar allí dentro de poco.

Cuando la puerta fue tocada, Louis la abrió de inmediato encontrándose con su nuevo amigo y el esposo de éste.

- Hola - saludó Tom - Este es Louis, el chico del que te hablé - le dijo a Chris - y este es Chris, mi esposo.

- Un gusto - dijo Louis sonriendo.

- El gusto es mío, Louis - dijo el rubio. - Espero no te moleste que los acompañe.

- Para nada - sonrió sincero.

Y de esa forma partieron hacia su pequeño gran tours, Louis se sentía demasiado pequeño entre los dos hombres, había descubierto que el castaño medía 1.88 cm y el rubio 1.91 cm, si, definitivamente se sentía como un minion versión embarazado.

We Made It (Trillizos Styles x Louis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora