La música ya estaba a tope, las luces parpadeaban y habían burbujas por doquier, sin contar la larga mesa con todo tipo de alcohol y varios bartender sirviendo diferentes tragos. Se abrieron paso por medio de todas las personas que bailaban, sus cuerpo terminaron mojados por el agua que los salpicó al pasar muy cerca de la piscina.
Decidieron separararse por unos minutos así que Louis se decidió por el jacuzzi lleno de burbujas mientras bebía un Bloody Mary tranquilamente, encontró una chica con la que entabló alegremente una conversación, resultó que la chica era de Francia y estaba acompañada de su esposo en unas vacaciones lejos de sus pequeños terremotos, Louis se identificó de inmediato.
Por otro lado, los trillizos prefirieron tomar un lugar en la barra y hacer competencia de quien bebía más shots, cabe recalcar que fue Harry el que ganó la competencia y como premio obtuvo un nuevo convertible. Unos minutos más tarde, todos estaban relajados a pesar del ruido de la música y gritos de emoción, Louis había abandonado el jacuzzi hace unos momentos y se había dirigido a pedir una ronda de tragos, Marcel se lanzó del tobogán sumergiéndose en la piscina junto a Edward y Harry que estaban haciendo una nueva competencia, esta vez de quién es más rápido nadando.
No tardó mucho cuando Louis llegó con otra copa, quizás era la tercera o cuarta, no lo sabía pero comenzaba a sentirse un poco mareado. - ¿Quieren beber conmigo? - preguntó y luego bebió tranquilamente de su nuevo trago.
- Por supuesto - Aceptó Edward acercándose a la orilla, los otros dos se encogieron de hombros y lo imitaron.
- ¿Que les parece si competimos? Quién tome más, gana lo que quiera - propuso Louis.
A todos les asombró puesto que él estaba en contra de estas cosas pero aceptaron de inmediato, una vez cada cien años se puede presenciar un Louis así, no lo desperdiciarían. Aunque el castaño no sabía aún que estaban con competencias hace ratos.
Ordenaron una ronda de vodka y Harry se lo tomó como si de agua se tratase ganando así, de nuevo, mientras que el resto hizo una cara amarga. Unos tragos más tarde y el primero en ceder al alcohol fue Louis, no era muy resistente que digamos, se reía de cosas incoherentes y hablaba demasiado lento. Marcel fue quien lo tomó más lento, su garganta quemaba como el infierno cada vez que tomaba de su bebida pero unos tragos más tarde y por fin pudo tomar otro sin arrugar el rostro.
Al rededor de la media noche, las luces parpadeaban más y todos saltaban al ritmo de la música, nadie estaba en sus cinco sentidos así que decidieron ceder y unirse a todos los cuerpos que saltaban sin sentido. Para cuando dieron las 2:00 a.m no sabían como terminaron en la piscina saltando y chapoteando, tampoco sabían de dónde Edward había sacado unos porros y fumaba tranquilamente sobre una silla de playa, sus ojos estaban rojos y su cabello recogido en una coleta.
- Comparteee - dijo Louis arrastrando las palabras.
- Creo que estas lo suficientemente borracho ya - dijo Marcel tirando de la cintura de su esposo para que quedara sentado sobre él.
- Marcel ya lo dijo, Lou - dijo Edward llevándose el porro a la boca y dando una calada.
- Creo que ya se acabó esto, deberíamos irnos - dijo Harry luego de unos minutos de haber consumido algún tipo de sustancia ilegal, sus pupilas estaban dilatadas y arrastraba las palabras.
Louis hizo un puchero y cruzó los brazos sobre su pecho. - Aburridos.
- Si no estuviera lo suficientemente drogado te follaría, luces tan bonito cuando estás molesto - le dice Edward con una pequeña sonrisa.
Louis le mostró la lengua infantilmente, a regañadientes, se puso de pie y se tambaleó un poco pero se sostuvo de Marcel que parecía no tan afectado por el alcohol en su cuerpo.
Les costó mucho llegar a su habitación, entre tropezones y alguna que otra caída vergonzosa por fin entraron a su habitación. Anteriormente habían planeado tener una noche apasionante pero se había arruinado por culpa del alcohol en su sistema así que simple se quedaron dormidos uno al lado de otro.
Al llegar la mañana, Louis se estiró y abostezo perezosamente tanteando la cama pero solo sentía un aroma delicioso y demasiado suave, abrió los ojos suavemente y se topó con que la cama estaba llena de pétalos de rosa. Se levantó dejando caer algunos pétalos y se dirigió al baño, el recorrido estaba igual de lleno de pétalos, Louis se preguntó que con aquella resaca los chicos se habían levantado temprano y eso era nuevo, además de que ya no llevaba la ropa del día anterior, en cambio estaba en su pijama.
Arrastro sus pies perezosamente hasta donde los chicos le habían dejado un jugo extraño para quitar la resaca y se lo bebió, luego se sepilló los dientes y tomó una toalla para darse una ducha, cuando abrió la puerta también abrió mucho sus ojos, las rosas seguían por todos lados al igual que unas velas aromatizantes, un vino y cuatro copas, el agua estaba preparada con burbujas. Se encogió de hombros y entró al agua recargando sus brazos en la orilla y cerró sus ojos.
Escuchó como la puerta se abría y cerraba nuevamente junto a unos susurros y luego las pizadas se acercaban cada vez más.
- Buenos días amor - dijo Marcel al ser el primero en entrar, luego le siguieron los demás.
- Buenos días - El castaño murmuró sonriendo dejando un suave beso en los labios de cada uno.
- Veo que te gustó lo que prepararon para ti - dijo Harry sonriéndole.
- Muy relajante - dijo Louis adentrándose más al agua. - ¿Me acompañan?
Los tres se quitaron la ropa y se adentraron al agua, la tina era lo suficientemente espaciosa para los cuatro.
- ¿Recuerdas algo de anoche? Hace unos momentos nos llamaron para que paguemos por una estatua rota - dijo Marcel bufando.
- ¿Enserio? - dijo Louis mordiendo suavemente su labio.
- Si, quinientos mil dólares por una fea estatua - dijo Harry molesto.
- A puesto que ganan más de eso en dos días - dijo Louis encogiéndose de hombros, deslizó su mano y tomó el miembro de Harry quien frunció el ceño.
- En eso tienes razón - dijo Edward.
Louis tomó el miembro de Marcel quien se sobresaltó pero se dejó sin queja alguna.
- ¿Porqué sus caras? - preguntó Edward entrecerrados los ojos.
- Vamos Eddy, te quiero en mi boca - le dijo Louis suavemente.
- ¿Qué? - frunció el ceño confundido hasta que - Ohhh.
Louis solo soltó una pequeña risa traviesa, oh como disfrutaría de estos días.
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NOTA: Me di cuenta que hace mucho no escribo smut así que el siguiente capítulo será así :0