DEDICADO A:
🌻 ameluna7
GRACIAS POR LEER, TE AMO ♡
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A la mañana siguiente parecía que toda aquella tormenta había cesado, los pájaros cantaban, el sol estaba en todo su esplendor y el olor a tierra mojada inundaba todo. Edward fue el primero en despertarse ya que tenía a Zeus aplastandolo mientras lamia repetidas veces su mejilla, abrió los ojos perezosamente y se estiró.
- ¿Tienes hambre? - le preguntó al tigre quien ronroneó tal cual un gato - Creo que si. - Buscó el calor de su pequeño Louis y solo se encontró con la cabellera rizada de su hermano.
Al parecer no fue el primero en despertarse.
Se esforzó en levantarse ya que Zeus no quería quitarse de encima - Bebé, ya estas muy pesado no puedo cargarte. - entró al baño y comenzó a cepillarse.
El tigre le gruñó mostrando sus afilados dientes. Edward se terminó de lavar los dientes y secó su rostro.
- No gruñas - lo regañó - vamos a comer algo - el animal feliz lo siguió, abajo escuchó como los trastes hacían ruido.
Casi se le va el corazón al entrar a la cocina y ver a Louis en el banco que le compró y en puntitas aún tratando de alcanzar algo. De inmediato lo tomó de las caderas dejándolo en el suelo.
- hey - dijo Louis molesto cruzándose de brazos totalmente fastidiado - estaba tratando de alcanzar el cereal.
Edward río - Es peligroso que te esfuerces mucho - tomó con facilidad el cereal y se lo pasó.
- Estoy embarazado no operado - gruñó tomando de mala gana el cereal.
Edward suspiró pesadamente, tratar con Louis era algo imposible, algo que tenía Louis es que él SIEMPRE tiene la razón y no hay quien lo saque de ello.
- Preparé el desayuno - dijo Louis sirviendo leche en un tazón.
Edward dirigió su mirada a la mesa y allí estaban los tres platos, era un típico desayuno Inglés pero era condenadamente bueno.
- Gracias amor - se acercó a besar sus labios cortamente - Buenos días preciosos, no tuve tiempo de saludar.
Louis soltó una sonrisa - Si estuvieras menos sobreprotector tendrías tiempo de saludar.
Unas pisadas se escucharon por las escaleras y pronto entraron a la cocina los dos rizados faltantes con el cabello alborotado y únicamente en unos boxers cortos que no dejaban mucho a la imaginación. Louis no pudo evitar mirar el bulto que se formaba en sus entrepiernas, se sonrojó furiosamente apartando la mirada lo más rápido que pudo.
- Buenos días LouLou - dijo Marcel dandole un corto beso en los labios. - Buenos días pequeños - le habló a la pansita del menor.
- Buenos días amores - saludó Harry besando los labios del ojiazul.
Edward preparó la comida de los tigres y ellos comenzaron a comer de inmediato.
Se sentaron como de costumbre en la gran mesa del comedor degustando el delicioso desayuno que su esposo había hecho.
- Harry, escuché que tu amigo Luke le esta yendo muy bien como cantante - dijo Louis llevando otra cucharada de cereal a la boca
Harry sonrió y asintió - Lo logró, estoy orgulloso de él.
Lo cierto era que Luke no terminó sus estudios Universitarios puesto que había preferido la música en vez de los muchos números de la carrera que había tomado pero para su suerte había conseguido destacar en una banda y ser famosos, ahora estaba de gira al rededor de todo el mundo.
El desayuno transcurrió con normalidad entre una que otra charla, luego los trillizos se encargaron de lavar todo lo que usaron puesto que Louis era quien había hecho el desayuno.
Salieron al patio trasero para tomar algo de sol, fue mala idea, habían ramas y demasiadas hojas caídas, la piscina era un total desastre, tenían mucho trabajo que hacer este día.
Se preguntarán ¿porqué en una casa tan grande no hay personal quien haga el desayuno o limpie la casa? La respuesta es que si las hay, simplemente los fines de semana siempre se tomaban descanso a petición de los trillizos quienes cada fin de semana pasan en casa mimando a sus bebés y esposo por lo que preferían algo más de privacidad así que les daban ambos días libres.
Marcel tomó una redecilla y comenzó a sacar todas las hojas que flotaban en el agua de la piscina, eran muchas y seguro tardaría en desvaciarla. Harry tomó una escoba de esas para barrer hojas y comenzó a barrer junto a Edward ya que el patio era lo suficientemente grande como para que ambos lo hagan. Claramente excluyeron a Louis de todo lo que implicaba esfuerzo físico temiendo que se fuese a resbalar y caer lastimandose.
Louis se sentó en una silla de playa con un batido de fresa en su mano derecha y una revista de modas en su mano izquierda, quizás el que fueran sobreprotectores con él no estaba tan mal, mientras el descansaba los otros limpiaban, soltó una risita ante aquel pensamientos. Vestía una bata de ceda blanca y a cada lado de él descansaba un tigre, parecía un rey al que todos tienen que alabar y puede que quizás le guste toda aquella atención y cuidados que le brindaban.
Cruzó sus piernas y dejó el batido en una pequeña mesita, ajustó sus lentes de sol y continuó ojeando la revista, habían muchos atuendos que sin duda le quedarían hermosos, también habían atuendos que puede lucir cuando su pansita crezca.
Luego de un rato levantó la vista encontrándose con los chicos quienes seguían en lo suyo llevando varias bolsas llenas de hojas, estaban sin camisa y sus cuerpos sudorosos brillaban ante el sol como una invitación a que fuesen tocados.
Mordió su labio inferior y cerró la revista, masajeó su cien suavemente cerrando sus ojos tratando de no pensar en algo indebido - Joder Louis, tranquilizate, hazlo por los bebés - se dijo así mismo.
- ¿Te ocurre algo, amor? - preguntó Marcel acercándose asustado al verlo sostener su cabeza con ojos cerrados.
Louis abrió los ojos a tope al tenerlo tan cerca, tragó saliva y negó - E-Estoy perfecto, Marcy.
Edward y Harry al ver aquello también se acercaron asustados.
- Joder, esto debe ser una maldita broma - dijo molesto al tener a los tres frente a él semidesnudos mostrando sus tatuajes y cuerpos marcados. - ¿Follemos? - Preguntó suavemente fingiendo inocencia para lograr su objetivo, aprovechando que bajo aquella bata no llevaba nada abrió sus piernas sin vergüenza alguna.
Los trillizos abrieron mucho sus ojos, jadearon y su respiración se aceleró, por su espero que querían hacerlo, sin dudarlo lo abrían hecho antes pero no podían.
- S-Sabes que no podemos - dijo Harry.
Louis bufó molesto y cerró sus piernas volviendo a tomar la revista ignorandolos. Sabía que tenían que contenerse pero ya llevaban semanas sin nada de acción, pronto idearía un plan el cual los trillizos no podrían rechazar.
