Los trillizos fueron puntuales, justo a las 3 de la tarde estaban en la entrada de la empresa esperando a Louis en la recepción.
- Hola - saludó Louis dándole un beso a los tres chicos - que puntuales son, deberían darme algunos tips.
- Louis - Oliver corrió hacia él - creí que no lo alcanzaría, aquí está la información sobre el chico que lo llevará a París. - dijo entregándole una carpeta.
- Gracias, es un placer que trabajes conmigo desde ahora - dijo el castaño - nos vemos en una semana, cualquier cosa me llamas, quedas a cargo.
Louis se giró a sus novios y les sonrió - ¿Listos para una tarde de compras?
- Nunca he tenido una, pero si - dijo Marcel.
Louis rió y caminó junto a ellos al estacionamiento. - Es mi turno manejar, siempre lo hacen ustedes.
Edward asintió abriendo la puerta para que el menor entrara - Te llevaré esto - tomó la carpeta.
Louis la entregó sin problema alguno y cuando ya todos estaban listos para irse, el castaño puso en marcha el auto.
No tardaron mucho en llegar al centro comercial de Londres, Louis se bajó emocionado, los trillizos lo siguieron muy de cerca recibiendo las miradas de todas las personas que pasaban cerca, para este momento todos estaban al tanto de lo que sucedía con ellos cuatro y el embarazo del ojiazul, los trillizos pensaban seriamente en contratar guardaespaldas para que sus bebés se mantuvieran fuera de peligro ya que uno nunca sabe cuando un mal está a la vuelta de la esquina.
Louis entró a la primera tienda que vió, era una de sus favoritas Adidas, agregó unos conjuntos deportivos que lo harían sentir cómodo, diferentes colores y estilos al azar unas dos o tres tallas más grandes que él, los zapatos no podrían faltar ya que según él, eran los más cómodos que había probado y eso serviría más que nunca en este mes ya que sus pies comienzan a hincharse y doler sin ninguna razón aparente.
La siguiente parada fue a una tienda únicamente para hombres en estado, aquella era de las más conocidas a nivel mundial al ser la única en servir productos únicamente para hombres en espera, podían encontrar diferentes productos que se amoldaban a sus gustos, camisas aptas para las pancitas grandes, Louis llevarían muchas ya que en un futuro no muy lejano su vientre crecería mucho más que el de un embarazo normal y necesitaba estar lo más cómodo posible.
Lo más difícil de comprar fueron los jeans, Louis amaba los jeans y como se amoldaban perfectamente a su trasero y sus piernas pero al final terminó comprando unos pocos ya que después de todo los pantalones deportivos que había comprado serían los que más utilizaría y muchas sudaderas tres tallas más grandes que la de él.
Los trillizos cargaban como podían todas las bolsas que el menor agregaba por cada tienda a la que entraban, Louis parecía muy entretenido y feliz mirando cada tienda de ropa que había, agregando más y más bolsas a los brazos de los Styles.
- Awww miren esta ropita, es tan pequeñita - dijo Louis mirando la ropita de bebé de diferentes colores.
- Miren esta - dijo Marcel mirando un conjunto de pijamas de dálmata.
- Recuerdo que cuando estábamos pequeños teníamos unas de esas - dijo Harry sonriendo.
- Lo sé, mamá nos obligaba a utilizar estas cosas - dijo Edward.
Louis rió suavemente imaginando a esos tres chicos vestidos de dálmatas. - ¿Creen que es muy temprano para llevar cosas para los bebés?
- Deberíamos saber el sexo primero ¿no creen? - preguntó Edward.
- Tiene razón, así sería más fácil comprar la ropa - dijo Marcel.
- La ropa no tiene género - dijo Harry rodando los ojos.
- Concuerdo con eso, aunque creo que deberíamos comenzar a decorar la habitación con muebles y pintarla - dijo emocionado Louis. - Me gustaría que tuvieran colores pasteles.
- Como tú gustes amor - respondió Edward.
Pasaron una hora aproximadamente eligiendo algunos muebles de madera para decorar la habitación, entre las cosas que compraron eran tres cunas de color blanco y unos armarios infantiles que quedarían bien por algunos años en la habitación de los bebés. Las cosas llegarían en unos días y alguno de los trillizos sería encargado de recibirlas.
Y por último, los ojos de Louis brillaron y una sonrisa se formó en sus labios al ver todos los productos de bebé, biberones, zapatos, juguetes, peluches, almohadas, frazadas, Louis quería todo, los Styles suspiraron cansados pensando. "Genial, másbolsas que cargar" pero todo por la felicidad y comodidad de Louis.
- Creo que ya es todo por este día, me siento muy cansado - Dijo Louis haciendo un pequeño puchero.
- Por fin - dijo Harry suavemente para no ser escuchado.
Los tres rizados suspiraron felices por la decisión, habían caminado por horas por todo el centro comercial llevando todas las bolsas que Louis iba agregando por cada tienda que entraban, sus brazos estaban cansados y casi acalambrados.
Para su suerte, los empleados de la tienda al ver que ya cargaban con demasiadas bolsas los ayudaron a llevar los productos hasta el estacionamiento en dónde las dejaron para que los chicos las acomodaran a su gusto.
Los Styles dejaron todas las bolsas en la parte trasera y algunas las llevaban en sus piernas ya que no había el suficiente espacio. Se preguntaron si en un futuro tenían que comprar un coche más grande para llevar a todos, podían crear uno que se adaptara perfectamente a su gran familia.
Louis se durmió en el camino, sus pies dolían por haber caminado todas esas horas. En ese momento Harry y Edward aprovecharon a darle un vistazo a la carpeta mientras que Marcel manejaba rumbo a su casa.
Los dos hermanos miraron la carpeta con sus ceños fruncidos leyendo lo poco que había en la única página puesta en la carpeta junto a la imagen adjunta, pero aún así no confiaban en él, no sabían lo suficiente como para poder confiar.
El problema era que Louis era un obstinado que si él decía que iría solo, él iba a ir solo aunque le suplicaran de rodillas. No era que no confiaran en Louis, por supuesto que confiaban ciegamente en él pero no en ese tal Thomas.
Nombre: Thomas William Hiddleston. Nacionalidad: Inglesa. Ocupación: Actor. Idiomas: Inglés, Español, Italiano y Francés. Edad: 29
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