Sustituto.
Jennie seguía sin entender lo que la chica de hermosos ojos color avellana quería dar a entender, ella sería un sustituto aquella tarde, pero ¿a quién estaba sustituyendo?
En ese momento, la castaña caminaba justo detrás de la chica de piel pálida, ninguna de las dos había mencionado absolutamente nada desde que la más alta había decidido nombrar a Jennie como el sustituto de Chanhee.
Jennie estaría mintiendo si dijera que no se sentía incomoda respecto a la situación, porque lo estaba, en ese momento incluso se sentía... aterrada.
Sabía que el estar caminando con una completa desconocida en lo profundo de aquel enorme bosque podría llegar a tener sus consecuencias, lo sabía, perfectamente, pero algo dentro de si misma le decía que no debía detenerse. Aquella voz en su cabeza no paraba de decirle que debía acompañar a la chica de la melódica a cualquier lugar al que ella fuese.
—¿D-Dónde estamos?— Jennie se atrevió a preguntar.
Ella no había estado en aquella parte del bosque antes, de hecho, jamás había pensado que llegaría a ver algo así en la profundidad del lugar que solía recorrer a diario. Era un parque, por más sorprendente que pareciera, ahí estaba.
Jennie inmediatamente pensó que construir un parque en la profundidad del enorme bosque podría llegar a ser una terrible idea, ella creía que sería imposible que los padres le dieran la autorización a sus hijos para ir a jugar en medio de la nada; tenía razón.
El parque estaba completamente vacío, de hecho, los juegos se veían lo suficientemente viejos y oxidados como para saber que no sería buena idea montarse siquiera en alguno de los columpios amarillos que estaban junto en el centro del área de juegos infantiles, acaparando la atención de cualquiera.
La castaña frunció el ceño ¿qué demonios estaban haciendo ahí?
Decidió no hacer preguntas y siguió con su camino, hasta que notó algo peculiar; la adorable chica había dejado de caminar.
—¿Está todo bien?— Habló, y se percibía una pizca de preocupación en su voz.
Fue entonces cuando sucedió; la chica de hermosas orbes color avellana elevo la comisura de sus labios, regalándole una sincera sonrisa al par de columpios amarillos que estaban justo en frente de ambas.
Jennie estuvo a punto de replicar, ni siquiera tuvo tiempo para hacerlo, pues ella ya había comenzado a correr en dirección a los viejos y oxidados columpios.
—Eso podría ser peligroso.— Advirtió sin estar muy segura de qué más podría decir.
La chica hizo caso omiso a las advertencias de la castaña y con toda la seguridad del mundo comenzó a mover sus piernas de atrás hacia adelante para hacer que el banquillo comenzará a balancearse.
A decir verdad, Jennie había olvidado por completo que las cadenas que sostenían el pequeño banco amarillo podrían llegar a romperse en cualquier momento debido al mal estado en el que estaban. En ese momento no podía pensar en nada más que no fuera la hermosa chica que se estaba balanceando en el pequeño columpio, aquella hermosa chica que en ese momento era la definición de libertad; o al menos eso creía ella.
Ella reía, la chica de la melódica reía mientras se balanceaba en el columpio color amarillo... era como una niña pequeña que sale a jugar al parque luego de terminar sus tareas.
—Te ves hermosa cuando sonríes.— Jennie se atrevió a decir.
Al escuchar eso, la chica de la melódica detuvo el columpio en seco, ella no estaba acostumbrada a que le dijeran cosas como esas, jamás lo había estado.
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La Chica En El Bosque //JENLISA//
Fanfiction-¿Quién eres en realidad, Lalisa Manoban? La pálida chica sonrió débilmente al escuchar aquello. -Creo que tu misma tendrás que conseguir la respuesta a esa pregunta, Kim Jennie. "¿No es curioso como las escenas más inolvidables pueden ser tan t...