La Chica En El Bosque //JENLISA//

Objetivo.

Lisa siempre había pensado que la venganza era un método bastante absurdo, creía firmemente que no merecía la pena ir tras alguien sólo para verlo derrumbarse.

¿Por qué las personas sentían satisfacción al ver a alguien más de una forma tan miserable? Sinceramente, no tenía la respuesta a esa pregunta y quizá, solo quizá, nunca la tendría.

—¿Quieres vengarte?

El mayor asintió inmediatamente.

Claro, ella estaba intentando entender al chico que tenía al frente, nunca le había hablado acerca de su pasado, pero aquel día simplemente lo había hecho, no entendía muy bien el por qué. Lisa de verdad apreciaba que él hubiese tenido la confianza suficiente como para contarle algo tan personal.

—¿Por qué quieres hacerlo?

Ella entendía que quería hacerlo debido a todo el sufrimiento que ellos le habían provocado, pero sabía que había una razón mucho más significativa que todo aquello y aunque sabía perfectamente cuál era esa razón, quería escucharlo viniendo por parte del chico.

—Me han separado de mis mejores amigos.

Respondió con un poco de dificultad.

A él siempre le había dado completamente igual el hecho de que sus padres no pasaran el tiempo suficiente con él, también que ellos, por alguna extraña razón, siempre estuvieran en su contra sinceramente. No le importaba en lo absoluto lo perversos que pudiesen llegar a ser con él, pero el hecho de que le prohibieran a sus primos que fuese a visitarlo en el hospital había sido la gota que derramó el vaso.

—Estas muy apegado a ellos.— Afirmó la castaña.

Jackson se había acostumbrado a que los demás le dijesen que sólo eran sus primos que no era tan serio, pero... ellos siempre había sido sus mejores amigos, quizá los únicos que tenía, las únicas personas en quiénes podía confiar, así que lo que los demás llegaran a decirle acerca de su relación con ellos le daba igual.

—Nunca me ha importado que me digan que estoy muy apegado a ellos,— Habló con seguridad. —porque son las personas que más me han apoyado. No quiero abandonarlos antes de despedirme... tampoco sería capaz de hacerlo. Si es posible, querría quedarme con ellos por el tiempo que quede.

La menor asintió en señal de entendimiento.

¿Entendía lo que Jackson estaba tratando de explicar? Por supuesto que lo hacía, pues al igual que él, Lisa también tenía a alguien especial; su mejor amiga, su hermana menor. Sí, su situación era muy diferente a la del chico, de verdad tenían muy poco parecido, siempre que ella era ingresada al hospital era bastante normal que la pequeña Jai fuese al edificio sólo para ver a su hermana un par de horas o quizá un poco menos.

Lisa no se podía imaginar a sí misma viviendo lo que el chico tenía que soportar a diario.

Sí, la vida de ambos estaba llena de complicaciones.

Los dos estaban enfermos y sabían perfectamente que podrían morir en cualquier momento; los síntomas de las enfermedades los invadían cada día de sus vidas y por consecuente, tenían que soportar el dolor que estos provocaban.

Muchos podrían decir que la vida de Lisa era mucho más complicada, había recibido maltratos por parte de los demás chicos de su edad, también tenía que soportar el hecho de no poder moverse de vez en cuando, había tenido que huir del amor de su vida sólo porque no quería que ella sufriera demasiado, pero... ¿Podría soportar el hecho de no ver a su hermana menor? Definitivamente no.

Ella comenzó a experimentar cierto respeto hacia el chico que tenía justo frente a ella, lo admiraba por haber podido vivir aún después de lo difícil que era su vida dentro y fuera del hospital.

Jackson había sido rechazado por sus padres desde el momento de su nacimiento, normalmente lo excluían de las actividades familiares e incluso decidieron ingresarlo al hospital sólo para quitarse un peso de encima. Sus padres habían sido crueles con él desde que era un bebé, pero sin duda alguna lo que más dolía era que ni siquiera permitieran que él conviviera tan solo un par de minutos con sus primos quienes eran los únicos que siempre habían estado para el, desde que eran niños.

Sinceramente... ¿Quién podría soportar algo como aquello?

Jackson Wang era la respuesta a esa pregunta.

—Sé que es cruel, pero...-- Suspiró. —quiero que ellos sufran tanto como yo.

La chica negó rápidamente.

—No puedo decir que eso es cruel,— Admitió. —no después de saber todo lo que te han hecho.— Dicho eso, comenzó a golpear con sus dedos la vieja mesa de madera en la cual se estaba apoyando. —¿Cómo es que fueron capaces de tomar tu vida con esa insensibilidad e indiferencia?

El mayor se encogió de hombros.

—Mis padres siempre han sido así.

Lisa frunció el entrecejo. Aquella no era una justificación. Las personas suelen decir que es de sabios cambiar de opinión, y lo era, pero... ¿Lisa había cambiado su opinión acerca de la venganza aún después de escuchar la historia de Jackson?

Ella no había cambiado su perspectiva, pero en ese momento creía firmemente que el caso del joven Wang podría ser una excepción.

Quizá había soluciones mucho más sencillas, pero realmente no podía oponerse. Si el objetivo de Jackson era vengarse de sus padres, no tenía por qué oponerse.

Lisa podía ver que Jackson saldría victorioso. Su oscuridad despertaría por completo en el momento en que él realice su venganza.

Fue entonces cuando ella se puso a pensar.

Jackson tenía un objetivo quizá era algo un poco diferente a lo que ella tenía en mente, pero lo tenía.

¿La vida del chico era más corta que la de los demás? Sí, pero aun así, él tenía un objetivo en la vida...

Vengarse de sus padres y poder regresar con sus mejores amigos.

Entonces, si él tenía un objetivo... ¿Ella también debía tenerlo? Y si era así, ¿cuál sería?

Sin duda alguna...

—Volver con Jennie.— Dijo en un susurro que fue inaudible para el chico.