Despedirse.

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No había pasado mucho desde que Jackson y Lisa habían llegado al escondite tan peculiar de la chica, a ambos les había costado un poco aprender a convivir juntos, pero con el paso de los días se convirtió en algo completamente común. Se habían acostumbrado a la cercanía del otro y, habían descubierto que definitivamente eran demasiado parecidos.

Lisa había abandonado su escondite días antes sólo para dirigirse a su antiguo hogar, quería llevar consigo todo el dinero que había conseguido ahorrar en el transcurso del tiempo.

Claro, habían conseguido escapar pero evidentemente necesitaban recursos para poder sobrevivir. Decidieron que uno de ellos caminaría hacia el establecimiento 24 horas que estaba junto a la gasolinera que se encontraba cerca de su escondite temporal.

Hasta ese día las cosas estaban marchando bien, Lisa había aprendido a escuchar los pensamientos del joven mientras que él se había acostumbrado al hecho de que ella siempre conseguía derrotarlo en las partidas de ajedrez, pero... tenía que aceptarlo; la mente de la chica era sorprendente.

Su vida en su lugar de alojamiento era tranquila, creían que era genial que nadie estuviese ahí para irrumpir en sus pensamientos, pero obviamente no todo era tan bueno como ellos pensaban.

Aquella tarde, Jackson había presenciado uno de los ataques constantes de la chica de piel pálida.

Ella estaba de pie, caminando de un lado a otro mientras se mordía con nerviosismo las uñas de su mano derecha. Él lo notó inmediatamente, pero decidió no tomarle mucha importancia, pues creía que si ella se estaba comportando de esa manera era por una razón y quizá debía abstenerse un poco para no preguntar qué era lo que le sucedía.

Grave error.

Era evidente que el chico no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba sintiendo la menor. Lisa no podía estar quieta en un solo lugar porque sabía perfectamente lo que pasaría.

Si ella se detenía ya no podría moverse.

Su cabeza no paraba de dar vueltas, era común que esas cosas sucedían, pero ella no esperaba que sufriera un ataque de una forma tan repentina sólo porque si. Se había acostumbrado a que los ataques la atacaran en su estadía en el hospital, pero nunca se puso a pensar lo que sucedería si experimentara uno fuera del edificio.

—Quizá deba ir a casa hoy.— Mencionó el mayor mientras se levantaba de la incómoda silla de madera que se encontraba en el escondite desde el día de su llegada.

Los planes del chico se habían atrasado un poco, pero eso no quería decir que había decidido no vengarse de sus padres.... era lo único que quería hacer en ese momento; él conseguiría su venganza sin importar lo que pudiera llegar a suceder.

Lisa asintió débilmente.

Se maldijo a sí misma en el interior, no esperaba que Jackson decidiera visitar su casa justo ese día ¿Qué pasaría si sufría el ataque después de que él se hubiese marchado?

Moriría, seguramente la vida abandonaría su cuerpo.

El chico colocó el beanie en su cabeza con sumo cuidado mientras analizaba todos y cada uno de los movimientos que hacía Lisa. Ahora era más que notorio el hecho de que a la chica le estaba sucediendo algo malo.

Él se dió cuenta a tiempo de como los pasos que daba la chica en ese momento no llevaban la fuerza que deberían, su respiración se volvió irregular e incluso su piel perdió el poco color rojizo que de vez en cuando lograba recuperar en sus mejillas.

La preocupación invadió el cuerpo del chico.

—¿E-Estas bien?— Cuestionó con nerviosismo.

La chica no respondió, pues estaba completamente concentrada en sus propios pensamientos. No había dejado de dar vueltas a su alrededor; de verdad no quería morir justo en ese momento... no quería irse sin haber hecho las cosas bien antes, tampoco quería morir sin haber podido despedirse de su hermana menor, ni de sus padres, ni de...

—Jennie.— Dijo en un susurro.

Las lágrimas habían comenzado a escaparse de sus ojos, el dolor que su cuerpo estaba experimentando se había intensificado después de un par de minutos.

No quería morir... no quería dejar las cosas de esa manera.

Fue entonces cuando sus piernas comenzaron a fallar. El chico actúo con rapidez, corrió hacia ella y se aseguro de tomar el cuerpo de Lisa entre sus brazos con la finalidad de evitar que ella se golpeara contra el suelo.

La chica sonrió débilmente al darse cuenta de que su cuerpo no había sido golpeado contra el suelo, pues el mayor se había encargado de evitar su caída.

—Lisa...— La llamó con preocupación mientras limpiaba las lágrimas que salían de sus ojos con suma delicadeza. —Lisa, no hagas esto...

Ella sintió una terrible punzada en el pecho al escuchar la voz de su amigo, estaba destrozado, él estaba casi tan roto como ella.

Lisa comenzó a preguntarse si ese sería su fin... ¿Era aquella la escena de su muerte?

Había conseguido escapar, lo había hecho junto a un chico que la comprendía, un chico que era brillante al igual que ella, había experimentado un montón de sentimientos a lo largo de su vida, pero... por encima de todos ellos, Lisa había descubierto lo que era el amor, ella había conocido a una chica, una chica que fue capaz de enamorarla.

Si, había vivido tantas cosas en su corta vida, ¿Era este su fin?

Ella moriría en el salón principal de una cabaña abandonada que se encontraba en lo más profundo de aquel hermoso bosque, moriría en los brazos de un chico, sin ser capaz siquiera de decir sus últimas palabras.

Moriría en ese momento, pero su muerte no significaría nada.

No quería morir de esa manera, ella quería ser capaz de despedirse, quería ver por una última vez a las personas que más amaba en el mundo.

—No puedes abandonarme...-- Habló con dificultad. —no tú...

Ella deseaba poder decirle a Jackson que jamás sería capaz de abandonarlo, pero en ese momento le resultaba imposible hablar.

—No puedes irte cuando estoy a punto de desmoronarme...

Aquellas palabras fueron las que consiguieron que el vaso se derramara. Los ojos de la chica se cerraron lentamente mientras que una última lágrima conseguía escapar de ellos.

* * *

El inicio del fin.

La Chica En El Bosque //JENLISA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora