Choi.

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El profesor de educación física había decidido no presentarse a trabajar aquel día, Jennie había agradecido interiormente aquello; odiaba educación física más que cualquier otra cosa en el mundo.

A decir verdad, cuando era algo más joven ella no entendía por qué una clase como esa llegaba a disgustarle tanto pues siempre había sido buena en los deportes, en su primer año de instituto lo entendió. Le parecía desagradable tener que ver a los chicos de su clase bañados en sudor.

—Me pregunto en qué estará el señor Kwon ahora.— Soltó de repente Rosé.

En realidad, a Jennie le importaba poco la razón por la que el profesor hubiese faltado aquel día. No estaba ni cerca de ser uno de sus profesores favoritos, de hecho, ella siempre lo había odiado; le enfermaba el hecho de que hacia de menos a las chicas, pues siempre que ellas querían practicar algún deporte en la hora de su clase él se negaba. Prefería ver cómo los estúpidos chicos del equipo de futbol americano se destrozaban los rostros en el campo... dios, aquello podría llegar a considerarse como algo sumamente morboso.

—Debe estar follando con el profesor Choi en algún lado.— Comentó Jisoo utilizando un tono lo suficientemente burlón para que los demás se echaran a reír.

Bueno, ese era un rumor que poco le interesaba a la castaña; desde siempre se había estado pensando que el señor Kwon tenía cierta clase de relación con el profesor de cálculo avanzado, el señor Choi. Y claro, ¿Cómo no pensar algo así? Ambos profesores van a visitarse constantemente en sus tiempos libres; no les importaba una mierda que todos los alumnos llegasen a verlos juntos.

—No lo sé,— Comenzó a hablar Jennie. —tampoco me interesa.

Rosé rodó los ojos al escuchar aquello.

Jennie siempre había sido una chica reservada, de pocas palabras; al menos cuando había demasiadas personas a su alrededor. En aquel momento, se encontraba sentada junto con su grupo de amigas en las gradas del gimnasio mientras que los chicos de su clase tenían un intenso juego de baloncesto. Mientras tanto, las demás chicas estaban sentadas en los banquillos de la cancha animando como unas completas retrasadas a los chicos.

Jennie rió amargamente al escuchar cómo todas de repente se ponían de pie para alentar a Chanhee.

—No sé que le ven,— Se animó a decir. —es muy superficial.

Y era verdad, Choi Chanhee siempre quería ser el centro de atención de cualquier lugar en el que se encontraba, sólo se fijaba en las apariencias y Jennie siempre había creído que era todo lo que él era; una simple apariencia.

—Si,— Rosé estuvo de acuerdo. —pero quizá es un buen tipo.

Fue entonces cuando Jennie recordó todos los encuentros que había tenido con él, al menos indirectamente.

Siempre que caminaba por el corredor del instituto de camino a sus class, lograba ver cómo él junto con el equipo de futbol americano trataban de hacerle la vida imposible a las personas que se cruzaban en su camino.

Recordó los gritos de ayuda y suplica que ahogaban todos los chicos que recibían una golpiza por parte de ellos, incluso recordó un caso reciente. El caso del chico que se sentaba junto a ella en su clase de historia universal; Taehyung.

Aquello lo recordaba perfectamente bien.

Era viernes y todas las clases habían finalizado, la campana que indicaba que los estudiantes podían retirarse había sondado y todos comenzaron a salir del edificio. La castaña tuvo que regresar a su casillero para tomar su cuaderno de cálculo pues el señor Choi les había pedido que resolvieran un par de ecuaciones el fin de semana... fue cuando lo vió.

El castaño había sido acorralado contra uno de los casilleros por el quarterback del equipo; Chanhee hablaba con un tono lo suficientemente intimidante para lograr que el otro chico se quebrara.

***

—T-Te prometo que lo haré, pero... — La voz del mas alto temblaba, como si estuviera a punto de quebrarse en llanto. —no me golpees otra vez Chanhee, por favor...

El castaño no hacía más que reírse en ese momento.

Jennie no conocía absolutamente nada de Choi Chanhee, pero de algo estaba segura y es era un maldito hijo de puta. Ella sabía perfectamente que el castaño disfrutaba el golpear a los demás, a veces sin razón aparente, simplemente le gustaba dejar su marca en el rostro de los demás chicos del instituto.

—Muy bien,— Asintió el deportista. —no te golpeare, pero tendré que desquitar mi furia con alguien más, ¿Te parece?— Chanhee elevo la comisura de sus labios, formando una sonrisa maliciosa.

Las pupilas del mayor se dilataron, la expresión de su rostro era indescifrable... Jennie se sentía perdida en ese momento, pero estaba segura de que la insinuación de Choi había logrado preocupar a Taehyung todavía más, incluso ella comenzaba a preocuparse.

—Veamos,— Habló el castaño con un tono pensativo. —¿Cuál es su nombre...?

Jennie pudo notar que el chico más alto había tragado pesadamente.

—Claro... es Jungkook.— Respondió a su propia pregunta con un tono burlón.

Fue entonces cuando el rostro de Taehyung cambió, su cuerpo se tensó y sus puños se cerraron con una fuerza increíble, logrando que sus nudillos comenzaran a ponerse blancos.

El mas alto apretó los dientes cuando escucho que el deportista se echó a reír; en ese momento Taehyung perdió el control.

Elevo su puño derecho y con rapidez hizo que sus nudillos se estrellaran en la mandíbula del quarterback.

Grave error.

Chanhee colocó su mano izquierda encima de su mandíbula mientras mostraba una mueca de dolor, la castaña sonrió satisfactoriamente al presenciar aquel acto por parte del rubio. El ceño de Chanhee se frunció y sin previo aviso, estampó su puño en la mejilla de Taehyung, logrando que su espalda chocara contra el frio metal de los casilleros azules que cubrían el corredor. El rubio soltó un quejido y la furia del deportista aumento.

Jennie se horrorizó al ver como Chanhee lo golpeaba una y otra vez en diferentes partes del rostro hasta que el cuerpo de Taehyung se estampó contra el suelo. El rubio comenzó a ahogarse con su propia sangre, tosió un par de veces y aquel color rojo carmesí comenzó a brotar de su boca.

—Te diré algo Kim,— Comenzó a hablar. —si vuelves a desobedecer mis órdenes te mataré fríamente delante de tu noviecito, ¿Entendido?

El rubio ni siquiera tuvo tiempo de responder, pues el pie derecho del quarterback golpeó su estomago con una fuerza brutal provocando un aterrador gemido por parte del chico que en ese momento yacía en el suelo del instituto.

Al notar que el chico mas alto no sería capaz de ponerse de pie en un buen rato, el quarterback comenzó a caminar hacia la salida del edificio. Comenzó a sacudir su mano derecha con la esperanza de que la sangre que ahora brotaba de ella desapareciera; no lo hizo. Giró su cabeza mientras caminaba, dedicándole una intimidante sonrisa a la castaña; el corazón de Jennie se encogió. Sentía pena por su compañero de clase, pero ella no podía hacer nada por él.

***

—No,— Habló Jennie después de un rato. —estoy segura de que no lo es.

Jisoo rió por lo bajo.

—Es un enemigo de las mujeres.

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Hola!

Una aclaración rápida. Este fanfic es un poco largo así que por favor ténganme paciencia. Los capítulos son relativamente cortos pero hay muchos así que se compensa. La historia no está muy trabajada, pero es entretenida, denle una oportunidad.

Sólo decidí subir esta adaptación para darme un poco de tiempo con una traducción en la que estoy trabajando.

Att: L

La Chica En El Bosque //JENLISA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora