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29. heridas profundas

"Las que no se ven son las más profundas." 

William Shakespeare

Yoongi lo escuchó. Y espero a que continuará.

—Ya no es nada romántico claro. Quise odiarlo ¿sabes? Pero no podía, no puedo. Supongo que es algo más, ¿rencor? ¿Desprecio? No lo sé, pero se que aún siento algo. Nada bonito obviamente. No le deseo la muerte ni nada parecido solo...esta ahí.

—Muchos juran que aún aman a quienes les hicieron daño. Aunque por supuesto muchas veces ese "amor" no es más que un reflejo. Algo más incierto escondido con esa careta.—dijo. —Si tu aun sientes algo sería en lo que cabe razonable. Tus historias están llenas de ti y de él. Es como si tuvieras una herida abierta que no dejas cicatrizar. No lo tomes a mal. Hay quienes solo así pueden sanar, tardan más de lo indicado o de lo recomendable pero lo logran. Digamos qué hay heridas tan profundas que a veces no podemos evitarlo.

—¿Y como la cierro?

—Somos todos diferentes Seokjin, tu mismo lo dijiste. —le recordó. —Hay quienes lloran, otros pasan por un duelo y lo dejan ser. Algunos otros los maldicen, los persiguen, los acribillan. Otros tantos escriben. —sonrió. —Y pocos suertudos salen sin heridas profundas.

—Acribillarlo no sonaba tan mal. —bromeó. —Pero sabes, creo que mis heridas están cerrando. Ahora sí.

—Estoy seguro de que ni siquiera notarás la cicatriz cuando pase. —aseguró tan convencido que cualquiera lo creería.

—Eso espero. ¿Crees que signifique algo?

—¿Qué cosa exactamente? 

—Bueno, lo he vuelto a ver después de años en situaciones que sin duda no son comunes. —cavilo con cierta inseguridad encima. 

—¿Quieres hablar con él? ¿Eso es lo que quieres decir?

—No te voy a mentir, a veces solo quisiera saber...no importa. ¿Qué hay de ti? ¿Todo bien?—cambio de tema con una sonrisa.

—En lo que cabe. Recibí una reprimenda del médico por el retraso pero tengo la lista de medicamentos debemos ir a la farmacia del hospital a recibirlos. —sacó una receta de su bolsillo. —Estoy a prueba dos meses para ver la efectividad, fuera de ello no pueden hacer mucho.

—Vamos a intentarlo. Así tenga que arrastrarte.

—Eres un amigo muy agresivo. Me agradas.

—Grosero. —se quejó. —¿Tienes hambre?

—Sí.

—Vámonos. Estamos muy lejos del estacionamiento. —se apresuró a levantarse. —Después de comer, seguimos trabajando. ¿Suena bien?

—Perfecto.

*
*

El departamento de Yoongi los recibió pasando el medio día. El sol ya acariciaba cada espacio del lugar, ninguno se apresuro a establecer el lugar de trabajo, fueron colocando de a poco lo que utilizarían.

—¿Quieres algo para beber? —preguntó el asesor cuando la mesa estuvo lista.

—Un té estaría bien.

Seokjin ya sabía que su compañero traería consigo un café. Pero como le había dicho, mientras estuviera ahí no podría ser más de una taza. Seokjin no sabía nada de temas médicos, de enfermedades poco conocidas muchísimo menos. Pero eso no iba a impedirle meter su cuchara.