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41. Esperar

La cocina era uno de sus otros talentos. Si tenía que ser honesto era muy bueno para ingeniárselas con la comida. Así que no le resulto para nada difícil preparar algo mientras Yoongi seguía en la ducha. Les costo un rato más antes de lograr quitarse las sábanas, aún así la primera misión estaba completa.

El desayuno aún estaba en proceso.

Sirviéndolo en el momento justo que Min Yoongi salía de la habitación, el cabello húmedo, ropa muy diferente en comparación con la noche anterior. Más cómoda. Menos formal.

Seokjin no pudo evitar sonreír al verlo. Algo había cambiado, lo sabía al cruzar la mirada con aquel sujeto. Lo sabía en esa sonrisa que no quería dejar su rostro. Lo sabía en ese silencio de común acuerdo.

¿Quién necesita de palabras cuando las acciones hablan por si solas?

—Ya está todo listo. Siéntate. —le ofreció mostrándole la mesa que había puesto. —Si me lo permites, tomare un baño rápido. Regreso en cinco minutos. Empieza sin mi, ¿bien?

—Claro, te espero aquí. —contestó tomando asiento. —No tardes mucho.

—No lo haré. —entonces lo besó. A penas un toque. Lo pensó quizás un segundo antes de atreverse. Pero sin arrepentirse después de hacerlo.

Rescató de la habitación la imagen de la cama aún deshecha aunque las cortinas ahora ya no estorbaban para que la luz de sol iluminara todo. No pudo contenerse de arreglar las sábanas antes de entrar al baño.

Su ducha fue rápida y encontró a Yoongi a medio bocado.

—¿Te gusto?

—Si. —su boca aún llena le contestó.

Le devolvió una sonrisa antes de tomar algo por su cuenta y comer. Dejando un silencio mientras desayunaban.

Una plática trivial llegó después de que sus platos estuvieran vacíos.

—¿Quieres el postre?

—¿No es muy temprano?

—Yoongi, son casi las once de la mañana...redondeando es casi medio día. Así que yo digo que es una hora perfecta para comer chocolate.

Yoongi no pudo sino reírse y levantarse a buscar en el refrigerador las copas que aún mantenían el postre desde la noche anterior.

Regresó con ellas a la mesa, Seokjin lo recibió muy contento. Pues sus ojos brillaron al ver las fresas decorando el borde.

—Luce muy bien. —comentó. —Y sabe mucho mejor. —concreto cuando dio el primer bocado.

—Maravilloso, seguí todos los pasos en la receta. —dijo mientras robaba una cucharada el mismo.

—Entonces...—Seokjin tomó una fresa y dejó la palabra en el aire.

—Entonces...—imitó con gracia. —Ya se de que quieres hablar. Así que, resumiré toda esta conversación. Si Kim Seokjin estamos saliendo.

Seokjin no pudo evitar sonreír orgulloso.

—Wow. Siento...siento que hace una eternidad que no salgo con nadie. ¿Qué sigue ahora?

—Disfrutar de este día porque mañana regresamos al trabajo. Aún nos queda camino en tu historia y ni hablar de los planes con Rkive. Debemos ser inteligentes. —tomó otro bocado del postre. —Así que, más te vale pasarlo bien hoy porque se vienen unas semanas movidas.

—¿Qué hay de tu próxima cita médica? —preguntó con seriedad repentina.

—Bueno, solo me queda asistir supongo. Sigo con el tratamiento pero al parecer toda la información importante será hasta ese día. Así que debo solo esperar. —meditó un poco antes de seguir. —Diciembre no está tan lejos de todos modos. Aunque estoy seguro de que será como una eternidad.