35. incendio

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"El fuego ama a quienes no le tienen miedo."
Jean-Marie Gustave Le Clézio

La junta no tomo más de un hora. Namjoon fue el primero en terminar de firmar los papeles, Seokjin fue el último.

El equipo de Namjoon fue el primero en retirarse, seguido por Jimin y Taehyung.

—Te estaré esperando en la recepción. —Yoongi le dijo cuando ambos se levantaron.

Seokjin asintió, quedándose de pie en su lugar.

La sala estaba casi vacía ahora, solo ellos dos ocupando e espacio. Opuestos en cada lado, mantener la distancia era primordial, aunque si era honesto estar a solas con Namjoon ya no le hacía temblar el cuerpo. Inconscientemente se dio cuenta de que era casi tan alto como aquel hombre. Que sus hombros eran incluso más anchos. Curioso. No hacía mucho hubiera seguido pensando que era más pequeño que él.

—¿Vamos a mi oficina?—Namjoon sugirió levantándose.

—No hace falta. —respondió.

—Entonces, siéntate. Por favor. —comentó. —No quiero que hablemos de pie.

—Namjoon, no estoy quedándome aquí a una charla de amigos. —enunció severo. —Acabemos con esto de una vez.

—Vaya carácter. Pero si así lo quieres. —la altanería en su voz combinaba a la perfección con su mirada. —¿Por qué me odias?

—Te lo he dicho antes, yo a ti no te odio.

—Bueno, ¿algo de rencor si que hay?

—¿Es que esperas que te diga que no? ¿Para eso querías hablar?

—Lo que espero, es una respuesta concreta.

—Mira tu, que curioso. Hace algunos años era yo quien buscaba lo mismo. —el fuego en su interior empezaba a quemarle la garganta.

—¿Buscabas?

—He comprendido que de ti no voy a obtener nada. —había seguridad en sus palabras. Miedo también.—No la verdad al menos. Es inútil imaginar que tengas algo que decir que sea relevante.

—Seokjin, éramos unos estudiantes de preparatoria. No era algo tan serio. —se rio. —No me digas que realmente creías que estaríamos juntos por el resto de nuestras vidas.

—Al contrario de ti Namjoon, yo no iba por la vida iniciando relaciones pensando en que terminarían. Yo siempre me he tomado las cosas en serio. —sentencio.

—Incluso te invite a mi boda, pensé que así podríamos cerrar ese tema. —Namjoon se mantuvo en su lugar para paz de Seokjin. Completamente al lado contrario.

—¿Esa era tu ofrenda de paz? Invitar a tu ex a tu boda, ¿es que te parece siquiera una buena idea? Pensé que eras inteligente, o por lo menos que tenías sentido común. —sostuvo su voz tranquila,  alzando la mirada y clavándola en los ojos oscuros de Namjoon. Y por primera vez no la apartó de golpe.

—Soy muy inteligente y tengo sentido común, pero incluso más que eso soy alguien con mucha madurez Seokjin. —aseguró. Su tono irritable era más que notable.

Seokjin pudo notar como él no era el único con su propio incendio. Kim Namjoon estaba perdiendo el control del fuego. El miedo abandonó su cuerpo entonces.

—Permíteme dudarlo. —sonrió. —¿Qué te parece maduro en dejar a alguien sin darle si quiera una razón? ¿Es que con esa madurez te comunicas con tu ahora esposa? Que pena por ella.

—Seokjin...

—Mira no estamos llegando a nada aquí. —suspiró—Pensé...Namjoon realmente en algún punto pensé que hablar contigo sería el cierre que necesitaba. Pero hablar contigo no ha sido más que una pérdida de tiempo. No has cambiado nada. Incluso tú no entiendas la razón detrás de tus acciones, eres solo sistemático. Vas en tu vida en modo automático "eligiendo" lo que crees que es mejor. ¿Fui una lista de pros y contras no es así? Siempre estabas haciéndolas, dices tener sentido común, pero Namjoon las personas no funcionan con base en una tonta lista, no son porcentajes y datos. ¿Es que tú esposa fue elegida así? ¿Tener hijos? No puedes tener el control de todo.

Si Seokjin alguna vez pensó que hablar con aquel hombre era lo que le hacía falta, era ahora una idea absurda. En su interior el incendio era tan controlado que solo raíces podridas se estaban quemando. Había algo de satisfacción por supuesto, en notar como su vida se desprendía por completo de un pasado que hacía solo uno a meses parecía demasiado denso, un pasado que lo había engullido...pero ahora, frente a frente con el causante de aquel pasado sofocante, estaba respirando mejor que nunca. Llenando sus pulmones del aire más puro y liberador.

Por otro lado veía a Namjoon fuera de lugar, su postura tensa, sus manos en puños cerrados con tanta fuerza que Seokjin podría asegurar que le dolía. Sus ojos estaban turbulentos. Inquietos. Estaba perdiendo el control y no había nada que aquel personaje odiara más que no tener el mando de las cosas, no poder manejar en la dirección que deseaba.

Seokjin se encontró fascinado, no era el único que estaba viviendo aquel infierno, pero mientras él había encontrado la puerta correcta para salir, Namjoon aún seguía en el laberinto.

Sus ojos seguían fijos en él, manteniendo la serenidad a toda costa. Los nervios dejaron de existir, la incomodidad le era un concepto desconocido. Kim Seokjin comenzaba a dejar que el fuego se calmará.

—Jinnie. —aquel mote salió de los labios de Namjoon con fuerza.

El alias ni siquiera lo tomó por sorpresa. Solo alzo una ceja: —Te pido que no me llames así por favor. Solo me dicen así mis amigos. —mostró una sonrisa incluso más grande. —Me retiró señor Kim. Gracias por la oportunidad, me aseguraré que mi trabajo esté a la altura de su empresa.

—Seokjin. —insistió.

—¿Qué sucede? —la sonrisa no dejaba su rostro.

—Perd...

—Detente ahí. Es muy tarde para una disculpa y ambos sabemos que no es sincera. Dejémoslo ya Namjoon. —se aseguró de llevar todas sus cosas consigo antes de volver a hablar. —Seamos dos profesionales maduros y demos por terminado todo. ¿Si? Trabajaremos juntos ahora. Que tenga un buen día señor Kim.

Sin más salió de aquella sala. No sin antes escuchar el estruendo del cristal chocando contra el suelo. ¿Un vaso tal vez? ¿Quizás la jarra de agua? De todos modos no giro a ver qué sucedía y solo tomó el ascensor. Los segundos que tardo en llegar a recepción le sirvieron para pagar el fuego por completo, deshaciéndose del calor excesivo en su interior.

Las puertas se abrieron dejándole la vista del recibidor. No muy lejos Min Yoongi ocupaba un sillón que se veía tan ostentoso que parecía incómodo.

—Hola. —saludó al asesor una vez que estuvo cerca.

—¿Como fue?

—Digamos que el incendio acabó en otro bosque, uno que está demasiado lejos de tener agua. —sonrió. —Vamos, yo invito el almuerzo.





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Hola Cherry por aquí, dejándoles otro capítulo :) ahora si que una disculpa por la tardanza pero los cargadores de mis dispositivos están en huelga y no quieren dejarme trabajar en paz. Pero bueno.
Muchísimas gracias por el apoyo.

Gracias por seguir por aquí.
Nos leemos pronto.
¿Que creen que pase ahora?
¿Que creen que esté pasando Namjoon?
¿Que creen que pase con Yoongi?

Ahora si que quedó pendiente.

—Cherry 🍒
fighting

Epiphany || Sujin || Jinsu || ksj+mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora