24. un fantasma

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"Supongo que decir adiós es siempre como un salto al vacío. Lo peor es tomar la decisión de hacerlo. Una vez que estás en el aire, no hay nada que puedas hacer más que dejarte llevar"- Lauren Oliver






Yoongi lo vio tornarse pálido, sintió el aumento del ritmo cardiaco del contrario entre sus manos. El nombre había desequilibrado la atmosfera y el mundo de Seokjin. No fue difícil notarlo.

—Seokjin, ¿estas bien? —los ojos del chico se habían clavado en el hombre cerca del mostrador. Yoongi por inercia giro su cabeza para verlo también.

—Creo que voy a vomitar.

—Hey. Mírame. —Yoongi con su mano libre tomó el rostro del chico frente a él. —Respira. —inició el acto y esperó a que Seokjin lo imitará. —No pasa nada. No se acercará.

Yoongi incluso le dio un apretón a su mano, que seguía enlazada con la suya.

—Lo siento, yo...no pensé que lo encontraría...que de todos los lugares.

—Esto no es tu culpa Seokjin. —dijo con firmeza. —Es un establecimiento público.—intentó calmarlo. —No va a lastimarte. —juró cuando los ojos de Seokjin se llenaron de ¿miedo? ¿Tristeza? ¿Dolor?

Si hace solo unos momentos aquellos ojos habían estado vacíos, ahora estaban turbulentos, ocupados por recuerdos, repletos de emociones que Yoongi ni siquiera podía imaginarse.

Lo vio asentir y cerrar sus ojos para tomar aire. Poco a poco sintió el cambio en su palpitar, volviéndose suave. Normal. Cuando abrió sus ojos de nuevos estos estaban más limpios. Aún nublados con un pesar indescriptible pero libre de lágrimas.

—Lo siento, ya estoy bien. —sacudió su cabeza. —Solo, no lo esperaba.

—Está bien. Podemos irnos cuando quieras. —le aseguró.

Seokjin fijo su vista en el rostro de Yoongi. —No quiero irme. Aún no. Por favor. Tienes que ver las luces es muy bonito.

Yoongi solo asintió.

*
*

Namjoon no supo que hacer, lo cual considerando su personalidad no tenía sentido para él.

¿No debía haberlo superado ya?

Es más, él lo había ido a buscar ¿cierto? Sabía que podía encontrarlo, si bien el lugar era habitual, lo había gastado más en pocas semanas que de lo que lo hacía antes en medio año. Y él solo quería asegurarse de que fuera el Kim Seokjin que conocía. Nada más. No quería hablarle. No quería una reunión. No quería indagar.

Ya lo había confirmado. Ya era todo. ¿Verdad?

Tomó su pedido de la barra y salió de ahí no sin perderse el momento cuando el desconocimiento tomó el rostro de Seokjin.

—¿Señor Kim? ¿Todo en orden? —su chofer le pregunto, seguramente porque se veía agitado.

Tonterías.

Él era Kim Namjoon. Tenía todo en orden.

Siempre.

El camino a su residencia le pareció infinito, un silencio sepulcral que le perforaba los pensamientos.

¿Por qué demonios había actuado así?

¿Por qué la culpa aún le comía el alma?

¿Por qué se había podido quitar de encima los fantasmas del pasado menos a uno?

Era Kim Namjoon. Había construido su nombre y con el un legado más grande. Era Kim Namjoon, un hombre felizmente casado, a nada de ser padre.

Epiphany || Sujin || Jinsu || ksj+mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora