44. Unas gafas nuevas y la milagrosa simbiosis.

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Por fin. Ha llegado el momento del mes, incluso podría aventurarme a decir que también del año entero. Hoy se va a confirmar el cambio de rumbo en el acontecimiento de los hechos más inesperado de la historia. Hoy Lucía me va a decir lo que ya se, pero estoy deseando escuchar de su propia boca. Que lo de Mimi le pesa un poco menos y que ha conocido a otra persona, que para colmo es Belén, y fui yo quien las presentó. Estoy hecha toda una Celestina, joder, solo espero que nuestro final no sea tan trágico como el de todos los personajes de esa puta obra.

Después de salir del trabajo he venido directamente a la pizzería donde hemos quedado para cenar, que tan solo me pilla a un par de paradas de Metro y es un punto perfecto entre su ubicación y la mía. Para no romper con mi seña de identidad, llego un poquito tarde, pero en mi defensa diré que no ha sido culpa mía. Una de las chicas se ha hecho daño en el hombro entrenando y me he tenido que quedar un ratito más en el polideportivo para analizar la gravedad de la situación.

-Perdona el retraso. – Me disculpo en cuanto llego y me encuentro a Lucía esperándome en la entrada del restaurante. – Se ha lesionado una chica y he tenido que hacer un poco de mi magia.

-Tienes un ego enorme. – Me ofrece un abrazo a modo de saludo y lo hago recíproco con bastante fuerza. No estoy acostumbrada a este tipo de gestos con personas que no sean Miriam o mi hermano, pero con ella he creado un vínculo inesperado y sus cariños, que no son pocos porque es muy pegajosa, no me molestan.

-El día que necesites de mis servicios verás que tengo razón.

-No te ofendas, pero espero no necesitarlos nunca. – Dice riéndose y acabando el abrazo.

-Todo el mundo necesita que le quiten alguna contractura.

Entramos al local y ocupamos una de las mesas que quedan vacías. Una camarera no tarda en venir a tomarnos nota, primero de las bebidas y, unos minutos después, de las pizzas. Para mí una carbonara y para Lucía una de cuatro quesos, con la idea de cortarlas por la mitad y compartirlas. Nunca he venido a este restaurante, pero según me ha comentado ella y puedo ver en los platos de la gente que nos rodea, las pizzas están buenísimas y me van a encantar.

-¿Siguen aquí los padres de Miriam? – Me preguntó mientras hacíamos tiempo a que llegara la cena.

-Se van mañana por la mañana. Ahora están en casa de Efrén despidiéndose.

-¿Ya está mejor? – Lucía sabe que mi chica ha estado mala porque ese fue el motivo por el que tuvimos que cambiar esta cena de día.

-Sí, sí. Le pegó fuerte esa noche, pero se le pasó. – Agradezco que se preocupe por ella y por todos sus familiares si hace falta, pero hoy es ella la que tiene que ser el centro de la conversación, le guste o no. - ¿Tú qué tal estás? ¿nerviosa por tu cita de mañana?

-¿Qué cita? – Pregunta inquieta. Un momento... ¿Acaso tiene otra?

-La de Mimi. ¿Cuál va a ser?

-Ah, sí, sí. – La chica bebe de su cerveza y asiente con la cabeza. – Me pone un poco nerviosa volver a verla, pero a la vez tengo ganas de hacerlo. De verdad que necesito poder pasar página y hasta que no hable con ella no creo que pueda hacerlo.

-Estoy segura de que podrás hacerlo después de hablar con ella.

-¿Estás segura porque simplemente lo crees o porque sabes cosas que yo no sé?

Hay cosas de las que no he podido hablarle por guardar la confidencialidad que le debo a Miriam, igual que no le cuento a ella todos los detalles de la vida de Lucía. Estoy segura de que después de esa conversación, cuando la fotógrafa sepa que cortaron porque Mimi se enamoró de otra persona, entenderá que nada fue su culpa, a pesar de que perdonarla le llevará un tiempo más largo. Nunca es plato de buen gusto que te engañen con otra persona, pero si te lo hacen al menos que sea con sentimientos de por medio y no por un revolcón con cualquiera. Al menos así lo veo yo. Mimi la quería, pero no igual que antes, ni lo suficiente, ni de la misma manera que lo hacía Lucía. Y, sobre todo, de lo que estoy segura es de que mi amiga necesita escuchar ese "lo siento".

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⏰ Última actualización: Jan 06, 2022 ⏰

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Dos versos enredados (Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora