Me miraba desde una esquina de la habitación. Sus ojos tenían una tonalidad escarlata y de alguna forma me mantenía inmóvil en la cama. No podía enfrentarlo, ni huir. Y ponía deducir por su expresión que disfrutaba tener ese poder. Mi desespero era su victoria.
No me asustaba tanto el hecho de que me lastimara, como que le fuera a hacer daño a Ethan. Y el detalle era que Ethan no estaba conmigo, sino que continuaba siendo cuidado por una familia sustituta. ¿Y si ya había ido por él?
No importaba cuántas veces tuviera ese sueño. Siempre se sentía tan real y la angustia permanecía hasta mucho después de haberme despertado.
Drake era libre, debía saber que lo traicioné y seguramente ya no sería condescendiente conmigo. En cualquier momento podía volver por nosotros. Las instalaciones de los Cephei no eran lo suficientemente seguras. Lo ideal era desaparecer, pero mi sentencia no lo permitía. No podía darle una vida de fugitivo a Ethan. Además, haberme juramentado ante Josh me arremató el completo control sobre mí.
—Hoy sí no intentaste volverte a dormir —dijo Hannah sentándose en su cama. Bostezó.
—Disculpa si te desperté.
No debía haber llegado hacía tanto de su reunión con los cazadores y los Pólux refugiados. Ella era forastera, por lo que su posición neutral la convertía en buena intermediaria. Era representante oficial de los Klodelagt y, a pesar de ser una manada de otro continente, sus opiniones tenían peso. Desde que se dio a conocer la traición de Clovis, los Pólux que siguieron el ejemplo de Laila y se desligaron de él, habían sido acogidos por los Cephei mientras podían volver a su isla.
—Tranquila. Hoy es que Josh te dirá tu nueva tarea, ¿cierto?
—Sí, y espero que de verdad sea algo que me haga sentir útil. Estoy harta de estar en la cocina picando vegetales.
—Si siguieras con Drake ya los hubieras envenenado a todos.
Soltó una risita.
Le lancé mi almohada, la cual atrapó antes de que la golpeara. En lugar de regresármela, la abrazó y volvió a acostarse.
—Un poco de normalidad y actividades aburridas es lo que te hacía falta —agregó antes de arroparse por completo otra vez y darse la vuelta.
El problema era que esas acciones repetitivas me daban oportunidad para pensar y ser atormentada por mis fantasmas. Mantenerme ocupada y en movimiento dinámico era lo que lo evitaba. O estar atenta a mis seres queridos, como Ethan y ella.
Abandoné mi habitación de siempre, con la diferencia de que mi compañera era mi hermana. Paula ahora compartía una recamara con Jair y Hannah cambió su habitación de invitada para estar conmigo. Pese a los envoltorios de comida que dejaba por doquier, me hizo feliz que tomara esa decisión. Había recuperado a mi hermana y su cariño, justo como podía hacer Alan, me recordaba que quedaba bondad en mí.
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La Redentora | Trilogía Inmortal III [COMPLETA]
WerwolfLa traición de Vanessa destruyó la última esperanza de salvación para Drake. Ya no tendrá freno para su sed de poder y el brujo que lo acompaña se esforzará por poner el mundo a sus pies. Alejados del mundo, armarán su plan para obtener lo faltante...