Especial Fin de año ♥

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[OS Volkacio]Nuevo año, juntos 


Soltó un último suspiro antes de cerrar la puerta de su taquilla y mirarse por última vez en el pequeño espejo del fondo, su ropa habitual de civil con unas cuantas arrugas. Peinó su cabello hacia atrás en un intento de ordenar las hebras grises y luego tocó su rostro, para bajar la mano lentamente.

Otro año más, otro año más de vida.

Estaba recuperando la memoria, empezaba a asimilar su alrededor, ya no era aquel muchacho de 24 años, debía volver a ser el Volkov de antes y estaba consiguiéndolo de a poco.

Los ataques se detuvieron, al menos hoy no pensaba de más, solo quería llegar a su pequeña reunión con su familia... que extraño resultaba llamarlo así. Volkov terminó por cerrar y salió de vestuarios, reencontrándose con aquel hombre de cresta esperarlo pacientemente en el pasillo, estaba con el celular en la mano y en cuanto escuchó sus pasos, volteó, guardando el aparato.

Sus ojos bicolores lo observaron con amabilidad. —¿Vamos a casa?

—Vamos.

No se tomaron de la mano, tampoco hubo algún otro gesto que un mirar profundo y cariñoso, antes de caminar a la par y salir de la sede en un silencio tranquilo, buscando el coche que los llevaría a su hogar. Volkov de vez en cuando volteaba a mirar a Horacio con cierta melancolía en su pecho, ¿de verdad eran pareja? ¿Lo fueron? El menor jamás le confirmó, pero sus acciones y actos lo dejaban entrever que fueron algo más que solo trabajo.

Sentía el picor de hablarlo, de resolver su duda en su cabeza, sabía que lo quería, ¿por qué buscaba una respuesta cuando era evidente que le correspondía? Volkov pensó, ¿él lo quería de la misma forma que Horacio lo hacía con él?

Sacudió la cabeza, era el último día del año, no debía arruinarlo y esperaría luego.

—¿Sucede algo? -la voz dulce y calmada de Horacio lo llamó, se dio cuenta que habían aparcado en una tienda de ropa. —¿Te sientes bien o necesitas ir a casa?

—No, hizo bien en traernos aquí, necesitamos un buen traje para esta noche.

Él sonrió.

Al entrar, ambos comenzaron a buscar algún traje cómodo y elegante para esta noche, acordando ir en conjunto. Entre risas, buscaron algún detalle extra y Volkov se aventuró hacia la zona de joyería, dejando atrás a Horacio.

Con algunas prendas en su brazo, entró y una señorita pronto lo atendió, pero éste solo la miró antes de seguir observando las vitrinas.

Sus ojos miraban anillos, collares, aretes y brazaletes, todos demasiados brillosos para su gusto y creyó que no era una buena opción un detalle como estos, yéndose hacia la vitrina de los brazaletes, pensativo, hasta que la misma dependienta vio el dudar en los ojos claros del agente y con una cajita de brazaletes de plata se acercó, preparada para hacerlo cambiar de opinión.

—¿Busca regalar alguna joya a su persona especial? -susurró, poniendo su mejor cara y robándole la atención a Volkov con sus últimas palabras. —Veo en sus ojos que es así, ¿qué tal un anillo?

—No es... no creo que sea correcto.

La dependienta no se rindió. —¿Quién no ama a los anillos? Bueno, supongo que todavía no es el tiempo ideal, veamos... -rebuscó en la cajita, sacando dos brazaletes del mismo modelo, pero uno dorado y el otro plateado. —En vista que parecía interesado en los brazaletes y que quiere algo para su persona especial, ¿por qué no llevar este conjunto a juego? Mire, tienen adornos de constelaciones y en el centro un dije del sol en el dorado, un dije de la luna en el plateado. Es un hermoso regalo y más para empezar el año con un bonito presente, ¿no le parece?

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