[OS Volkacio] Reencuentro con el subinspector Dan

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La distancia era lo único que separaba al subinspector Dan del comisario Víktor Volkov, un reencuentro después de tanto tiempo y que provocaba una avalancha de sentimientos en el corazón del subinspector, agradeciendo tener el pasamontaña cubrir s...

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La distancia era lo único que separaba al subinspector Dan del comisario Víktor Volkov, un reencuentro después de tanto tiempo y que provocaba una avalancha de sentimientos en el corazón del subinspector, agradeciendo tener el pasamontaña cubrir su rostro en esos momentos, sino sus mejillas delatarían su sonrojo.

A lo lejos, luego de un penoso encuentro en comisaría y un absurdo intento de escape por parte de Horacio, decidió acompañar al comisario en un intento de robo pese a haber salido de servicio hace unos minutos. Suficiente para apreciar a Volkov gracias a su estado infiltrado y sin tener que avergonzarse por ser él en esos momentos. O provocar un reproche que no estaba preparado a recibir.

Su memoria aun llevaba al día donde fue interrogado por el comisario, los gritos se reproducían en su mente como disco rayado, un día cruel para él que no podía revelar la verdad detrás de ese acto. Tener que actuar con cinismo, con verdadera falsedad y morder su lengua cada vez que empezaba a rendirse de sostener la máscara en su rostro.

Tenía tantas ganas de confesar lo que pasó, hacer todo lo posible para que no lo odiara más, pero no podía. Conway no daba el permiso, era un trabajo entre él y Gustabo.

Permanecía perdido en sus pensamientos hasta que la mano de Volkov tocó su hombro, despertando y provocándolo alejarse con su toque. Ardía. Hace meses que no volvió a sentir un toque de su parte, creando un sinfín de sentir en su estómago.

—¿Se encuentra bien, Dan? -dijo, tomando la confianza de llamarlo por su nombre, uno falso, notando el pequeño gesto preocupado en el peligris.

Horacio juraría emocionarse, sin embargo, adoptó una postura seria y erguida, asintiendo con la cabeza. —Lo estoy, comisario. ¿Ya procesó al ladrón? –preguntó con la mirada puesta sobre el tipo dentro de la patrulla, aquel asintió con la cabeza.

—Debo llevarlo a comisaría para archivarlo en la base de datos, ¿lo dejo o viene? -inquirió neutro, observando a los ojos bicolores de Horacio, quién apartaba rápidamente con el miedo de ser reconocido.

—Me quedo por aquí, no se preocupe. –musitó caminando lejos, tomando una ruta distinta.

Volkov estaba con la intriga de saber quién era el que estaba detrás de la máscara, más tarde hablaría con Conway de eso, una información que no fue dada y que no podía escapar al tener información.

Pero eso no era lo único que intrigaba al comisario, sino la familiaridad que sentía al interactuar con el subinspector, no podía ver más allá de sus ojos, inclusive, notó la incomodidad de tener frente a él.

Horacio al estar lejos, finalmente se quitó el pasamontaña de la cabeza, respirando aliviado y calmando los agitados latidos de su corazón, desbordando tantos sentimientos y la emoción de verlo otra vez. Sería la última, su vida ya no giraba en torno al comisario, debía centrarse en otras cosas como la mafia.

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